Edición Nro. 2083 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 7 de septiembre de 2018 ACTUALIZACIÓN AL 11/9
 
 
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Javier Bonilla
¿Quién le teme a Bolsonaro?
  • Que los Maduro, los Evo Morales, los Vázquez y los Mujica tiemblen porque se les termina (y se les termina!), tampoco desagrada...

No sólo el izquierdista desquiciado que apuñaló al candidato presidencial opositor en Juiz de Fora evidencia que existe mucha gente en un total  estado de hostilidad y tensión -a nuestro juicio, poco justificado- contra el líder brasileño, sino las reiterativas mesas redondas periodísticas en las cuales este serio pretendiente al  Palacio do Planalto es objeto de duros análisis alarmistas o sometido a severos interrogatorios periodísticos que lo presentan -de forma francamente maniquea- como el ogro regional contemporáneo de quien el Cono Sur "debería cuidarse"...
Es cierto que el propio Jair Bolsonaro, con su efusividad y su frecuente boca floja, suele caer en las trampas que le tienden, más seguido de lo que sería aconsejable. También es verdad que el mismo Bolsonaro ha sabido salir de algunas dificultades que algunos cronistas le han planteado, muchas veces, tendenciosamente. No infrecuentemente con gracia, como cuando aludió a conocidas dificultades conyugales del informativista de la Globo William Bonner, quien ironizaba la comparación que hacía el entrevistado del gabinete y la relación con los ministros de finanzas con los matrimonios, o, a otra cronista, que lo acusaba de favorecer la percepción de menores sueldos por parte de la mujer, a la cual dejó en evidencia como alguien que cobraba menos que sus compañeros y a conciencia, lo cual la dejó en muy falsa escuadra.
Asimismo, al citado columnista de la Globo lo volvió a dejar mal parado cuando, ante la sugerencia de que un polémico manual escolar sobre educación sexual fuera europeo, no solo demostró que era brasileño, sino que exhibió el sello del instituto local que lo utilizaba, generando que su interlocutor le sugiriera no mostrar más ...."porque había niños mirando...!!! (aunque ud. no le crea!!)
También, el candidato ha tenido la audaz valentía de afirmar delante de algún cenáculo intelectualoso que, de ser presidente, privatizaría la TV-Brasil o la red radial Radiobrás! Entre ambas significan al erario público casi 400 millones de dólares, tras los casi 950 que en los gobiernos zurdos se han gastado, en su mayoría de forma tan dudosa como en Argentina y Uruguay, para favorecer artistas, escritores, periodístas, etc., afines al "relato". Dodecuplique el lector, juntos, al Sistema radiotelevisivo del Sodre, TV Ciudad , Uniradio y más aún, para hacerse una idea de lo que se habla...
Para completar su  "pecaminosidad", tras haber sido bastante estatista en sus concepciones ideológicas, ahora se volcó  al liberalismo -de la mano del respetado economista Paulo Guedes- aceptando, inclusive, "si fuese necesario", hasta privatizar a la misma Petrobrás, vaca sagrada de las empresas públicas y pivot del escándalo del Lava jato, que terminó con Lula y Dilma. Y está en lo cierto! Brasil precisa una Thatcher, un Reagan... Nunca más otro Lula, ni un Hadad, ni un Ciro Gomes 5% más digerible...
Sin embargo, a nuestro entender el culturoso y prebendario establishment, la "intelligentsia" y todo el resto de la estéril pacatería "políticamente correcta" brasileña teme no ya al discurso "antipolítico" de Bolsonaro (al final, con bastantes familiares eligiendo la carrera partidaria), sino a sus ganas de poner límites, de imprimir al país-continente de rumbo, orden y disciplina, apostando a la seguridad urbana  a una mayor austeridad en las prácticas gubernativas -a todo nivel- y a adoptar una mayor austeridad administrativa, luego de lustros de trenes de variables y corruptas "alegrías"... para algunas camarillas.
Más temores...
Que admita que durante el régimen cívico-militar el Brasil (aunque económicamente harto estatista) avanzó claramente y era más seguro que el actual, tampoco es un pecado mortal!!! Si justamente algo lamentan las izquierdas norteñas es que el Gral. Ernesto Geisel -campeón de las empresas públicas, las 200 millas marítimas, el petróleo y la diplomacia tercermundista- haya sido "de derecha"...
Siguen temblando...
Que quiera reorientar la -en tiempos del PT- errática política externa del otrora muy respetado y eterno Itamaraty hacia Occidente (USA, Reino Unido, Chile, Australia e Israel, por ejemplo) despegando a Brasil de China, el mundo islámico y el heterogéneo universo tropical, tampoco debe llamar la atención, que poco ganó Sudamérica jugando al exotismo diplomático! Que los Maduro, los Evo Morales, los Vázquez y los Mujica tiemblen porque se les termina (y se les termina!), tampoco desagrada...
Que no vea con buenos ojos la emigración musulmana ni la no alfabetizada? Nosotros tampoco...!
¿Da para tanto miedo que alguien quiera gobernar con una agenda distinta a la fracasada? ¿Es tan reprobable que alguien diga que va a poner militares, técnicos y hasta un príncipe (el futuro canciller?) en su gabinete, cuando otros designaban ex terroristas o gente sin estudios en ministerios y embajadas?
¿Asusta tanto que el aspirante presidencial quiera cesar de demarcar gigantescas reservas "indígenas" (gran  negocio para muchos) y parar la ley de cuotas -en Brasil cubriendo gays, trans, negros, mulatos, zambos, pardos, etc.- lo que empieza a interesar a una clase media harta de que un hijo con excelentes calificaciones deba ceder un justo lugar a un representante de una tal "minoría"?
Nooo!!!!!
Lo que no le toleran es que pueda llegar a ser una mezcla exitosa de Ariel Sharon, Thatcher y Trump, frenando décadas de idiotez abierta en América Letrina. Y puede lograrlo!!!! Si ningún lunático se interpone!!!!




ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



Colosal Mentira

La ocasión es propicia para reiterar, sin agregar ni quitar puntos ni comas, el editorial de enfoques publicado el 3 de agosto pasado.

Engañaron al pueblo, le mintieron con alevosía a sus propios votantes.
Prometieron públicamente y con fervor religioso desde la Presidencia de la República moderar el gasto del Estado, evitar el despilfarro, no aumentar los impuestos ni crear otros nuevos, reducir a su mínima expresión el uso de la locomoción oficial, y convertir el aeródromo de Melilla en un aeropuerto semejante al Aeroparque de Buenos Aires.
A vuelo de pájaro, también prometieron que volverían los cisnes a navegar en un recuperado Arroyo Pantanoso que acrecentó su ruina; que la Educación sería profesionalizada, y que serían construidas y entregadas en el período decenas de miles de viviendas.
En materia de hurtos y rapiñas el gobierno prometió reducirlas en un mínimo de 30%, cuando en los hechos, entre 2015 y 2018 las rapiñas crecieron un 36,7%, mientras que los hurtos aumentaron 33,6%. Los homicidios, en tanto, treparon al 40%.
Igualmente prometieron que sería detenida la emigración de las familias, cuando es público y notorio que se fueron del país decenas de miles de uruguayos entre 2005 y 2018.
Aseguraron que no habría más ajustes fiscales, y que sería absolutamente trasparente la gestión pública. No se acudiría al rescate de las empresas fundidas; se velaría por el cuidado ambiental, y se reduciría el déficit de las empresas del Estado. Nada de esto se hizo.
Aplicaron a rajatabla la frase atribuida a Maquiavelo: “el fin justifica los medios”, y se alzaron con el gobierno a costillas de la credibilidad popular.
Uniformaron la pobreza, le dieron statu quo; están destruyendo la clase media, y fomentan a más no poder la holganza y la vagancia en todo el país.

“En las acciones de los hombres, y particularmente de los príncipes, donde no hay apelación posible, se atiende a los resultados. Trate, pues, un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos; porque el vulgo se deja engañar por las apariencias y por el éxito; y en el mundo sólo hay vulgo, ya que las minorías no cuentan sino cuando las mayorías no tienen donde apoyarse”.

Cumplen fielmente el postulado maquiavélico. Facilitan, encubiertos, la deserción estudiantil; por omisión e ineptitud la delincuencia organizada, el auge del narcotráfico, y a sabiendas el crecimiento descontrolado de los asentamientos, villas y miserias, en cumplimiento de una política de expansión tutelada y financiada, imprescindible para su prevista continuación en el poder.
La sucesión de huelgas docentes afecta en grado superlativo la educación primaria y secundaria, al punto que los estudiantes egresan de la escuela sin saber leer con fluidez, y menos restar, multiplicar y dividir. Y del primer ciclo secundario sin comprender lo que leen.
El gobierno despilfarra a trochemoche los dineros públicos, y sigue gastando, -inmutable Astori-, muy por encima de las posibilidades nacionales. Lo peor, que constituimos un país que soporta una carga impositiva terrible, con el agravante de que los servicios públicos mal esconden más gravámenes impositivos que desdibujan su cometido social.
Las tarifas de la electricidad, gas, naftas y teléfonos son las más caras de la región, y compiten para alcanzar a ser las más onerosas del mundo.
Endeudaron con irresponsabilidad manifiesta el país, y atiborraron de funcionarios las empresas públicas. Ante la descomunal deuda externa del Uruguay, 60 mil millones de dólares, cachafaces y bribones sostienen que no hay por qué preocuparse: “la deuda no se paga, se administra”.
Desfigurado el Poder Legislativo, hoy baluarte del Poder Ejecutivo; maniatada la Justicia, afín al gobierno, que arregla con suculentas retribuciones los cargos judiciales de mayor relevancia, el Uruguay se despide de la división de poderes. 
El engaño colosal y colectivo que le endilgamos al Frente Amplio, sin atenuantes, determinó el uso y abuso de los brazos enyesados de la mayorías frenteamplistas durante todo el período; la subordinación consecuente a simple vista del Poder Legislativo al Poder Ejecutivo, y el coqueteo desenfadado del Poder Judicial, también afín al gobierno, tal cual se advierte en la gestión complaciente, acomodada y servicial de la Suprema Corte de Justicia.
Abundando, no debe obviarse que la maquinaria legislativa está orientada por el accionar de las grandes corporaciones. Los políticos del siglo XXI, como bien lo enseña el Dr. Salle, son empleados muy bien pagos de estas instituciones internacionales que han tomado al Uruguay como conejillo de indias.
La bancarización obligatoria, so pretexto de controlar la evasión fiscal, ha puesto de rodillas el país, entregado por este gobierno a las ocurrencias y dictámenes siempre nefastos y perjudiciales de la banca internacional.
Concluyendo, el porvenir político del Uruguay, de cara a las próximas elecciones nacionales, ha sido perfectamente dibujado por el poeta y compositor Enrique Santos Discépolo:

“Si uno vive en la impostura
Y otro roba en su ambición,
Da lo mismo que sea cura,
Colchonero, rey de bastos,
Caradura o polizón”.

Ricardo Garzón

 

 
















 














 

 

 
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