- Amaszonas Uruguay pronta para aterrizar también en Curitiba.
En el marco de algunos anuncios auspiciosos, como la confirmación del plan de desarrollo de Amaszonas Uruguay, y la próxima inauguración de su nuevo destino- Curitiba- a cargo de uno de los principales ejecutivos del grupo, el Dr. Sergio León, o los inmensos avances que está haciendo, en medio de un contexto regional hostil para la carga aérea, la Terminal de Cargas de Carrasco, se registraron algunos sacudones en el marco del encuentro Desafíos para una Aviación Civil Sustentable/DACS, organizado por el MTOP y realizado hace pocas horas en el Radisson.
Uno de ellos fue la afirmación del conocido consultor internacional, ex Lan y ex Director de Iata para Latinoamérica y el Caribe, Patricio Sepúlveda, cuando, tras observaciones optimistas sobre la realidad local y su entorno, fue claro en decir que, en materia aerocomercial, siendo las perspectivas bastante buenas, Uruguay estaba prácticamente inmóvil "en zona de confort", lo que, si eventualmente hubiera caído como un balde de agua helada a gran parte de los asistentes, la afirmación constituye, de por sí, un gol de media cancha (a él que le gusta tanto el fútbol...)
El otro sacudón, tras una alocución en la cual, hay que reconocerlo, defendió a la Dinacia -cuando ni esta entidad, ella misma, pésima comunicadora, lo hace- lo dio el Ministro de Defensa cuando anunció que en pocos días va a llamar a expresiones de interés" (que terminarán en un proceso licitario o similar, presumiblemente) acerca del destino del viejo Aeropuerto de Carrasco, un predio histórico y emblemático, de por sí.
Se trata de instalaciones, aunque poco conservadas, en bastante buen estado, con muchas posibilidades y espacios varios, las cuales, además albergan algunas obras de arte, especialmente el mural que donó Carlos Paez Vilaró para su entonces sala de arribos en los "80.
Más allá de todo lo desafiante de la temática drones y su crecimiento exponencial , que octuplicará su cantidad en un quinquenio, así como las nuevas tecnologías para controlar tanto su tránsito aéreo, como para evitar intrusiones (exposición, ésta, a cargo de la multinacional hispana Indra), una ponencia que estremeció a muchos asistentes fue la realizada por Julio Placeres.
El representante de Anepa, entidad que agrupa a las empresas aeroagrícolas -que nunca le han costado un centavo al erario y constituyen la aviación que casi siempre funciona -aludió a lo perjudicial que resulta el exceso de normas, algunas imposibles de cumplir, y la inutilidad de exigencias actuales (cuasi "bolivarianas") de exigir a Europa o Norteamérica acuerdos de reciprocidad tecnológica para certificar sus aeronaves, cuando Uruguay no es ni ha sido fabricante.
Igualmente, el requerimiento de sendos cargos técnicos-gerenciales en empresas familiares ya tradicionales, cuya misma existencia peligra, sumado al alto costo de los combustibles y al secretismo de las paramétricas de Ancap.
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