Edición Nro. 2153 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 21 de febrero de 2020
 
 
Inicio Contáctenos Ediciones_anteriores Agregar_a_Favoritos
VERSION PARA MOVILES
Todas_las Secciones AVIACIÓN_COMERCIAL_-_TURBINAS_ENCENDIDAS TURBINAS_MILITARES_-_CONFUSIÓN_DE_SABLES OPINA_ASESOR_DE_ENFOQUES CRÓNICA_DE_OTROS_TIEMPOS AVIACIÓN_COMERCIAL_-_TURBINAS_PERIODÍSTICAS INFORME_ESPECIAL PLUMAS_ILUSTRADAS TURBINAS_ARGENTINAS_-_ENFOQUES_COMPARTIDOS
OPINA ASESOR DE ENFOQUES Jorge Azar Gómez f
Argentina insiste en imponernos el bloqueo a las Falkland - Malvinas

Según comenta el diario Clarín, Argentina quiere que el próximo gobierno uruguayo no permita más que aviones militares del Reino Unido aterricen en sus aeropuertos en su ruta hacia y desde las Malvinas. Y quiere, además, estar en alerta por la relación de los orientales y británicos, que suelen realizar ferias y misiones comerciales en un lado y otro y en la que las islas son tratadas con una categoría similar a las de un estado y como Falkland Islands.
Aunque no se abordó esta cuestión como un tema de queja en medio de una agenda más grande en materia política, económica bilateral y regional, el conflicto de soberanía por las islas y el rol de los uruguayos sobrevoló incluso la visita de quien será el canciller de Luis Lacalle Pou, Ernesto Talvi.
El futuro ministro fue recibido el martes último por el ministro Felipe Solá en el Palacio San Martín.
Llamó la atención que a la reunión entre Solá y Talvi sumaran a Daniel Filmus, el  nuevo secretario del Área Malvinas e islas del Atlántico Sur, quien con el vicecanciller, Pablo Tettamanti, y el propio Iribarne estuvieron conversando con Talvi de Malvinas.
Argentina siempre vio con molestia que los isleños montaran sus stands en distintas exposiciones en Montevideo con su propio stand como "Islas Falkland".  
Con todo, durante el bloqueo que el kirchnerismo le aplicó a las islas entre 2003 y 2015, los barcos que precisaban de sus puertos fueron recibidos igual pero camuflados. 
Suponemos que el Canciller designado no haya comprometido posición de Uruguay en el gobierno del Dr. Lacalle Pou.
A los argentinos les lavan el cerebro en la escuela para que acepten sin chistar el slogan LAS MALVINAS SON ARGENTINAS. Y levanten banderitas en balcones de gobiernos que se caen a pedazos cuando acuden a ese lema.
La verdad es que de acuerdo con la legislación internacional, LA TIERRA ES DE SUS POBLADORES. Rige el principio de autodeterminación de los pueblos, y el pueblo de las Falkland-Malvinas, el que lo habita actualmente, tiene 9 generaciones de abuelos que la trabajaron y hoy duermen en su suelo, y sus hijos les continuaran. Y ellos quieren ser británicos. A la larga serán independientes adheridos al Commonwealth. Las poblaciones no se pueden tocar, ni presionar, ni trasladar, ni molestar de ninguna manera, y quien lo haga comete delito de lesa humanidad.
La historia puede escribirse y reescribirse de mil modos. Hay tantos argumentos a favor como en contra de Argentina (en realidad nunca hubo población argentina afincada en forma estable en las islas, esta población es la única que hubo allí en toda la historia). Los argumentos geograficos son traídos de los pelos, pues el mar territorial llega a las 200 millas según la ley y Malvinas esta a 450. A los argentinos les han verseado para usarlos como carne de cañon.
Es hora de que Uruguay despierte y  aceptar el derecho del mundo real en el que vivimos hoy y tender un puente cultural , comercial y político con los isleños para ser amigos y socios.
Un detalle no menor : Argentina quiere que Inglaterra se siente a negociar, pero dice que la soberanía es innegociable. Es una contradicción en los términos, que autoriza a Inglaterra a no sentarse.
La Argentina debe decidir cuál es el orden de discusión en lo que respecta al asunto Malvinas: ¿se trata de la soberanía o de la participación en las riquezas petroleras existentes en el subsuelo? Si Buenos Aires acaso decidiera poner sobre la mesa primero el tema de la soberanía, perderá en la resolución final del conflicto pues discutir soberanía ya o nada es perfecto para los ingleses, pues responderán “nada”.
En relación a la imagen internacional de la Argentina, hoy día, los habitantes de Malvinas no desean imaginar su futuro, una instancia en la cual Buenos Aires los trataría tal como lo hace hecho con sus provincias y con el Uruguay.
Tan contradictoria la Casa Rosada, que exigen a la República Oriental del Uruguay un bloqueo contra Malvinas cuando, 25 años después de terminada la guerra, en 2007, las legislaturas de Chubut y Santa Cruz prolongaron hasta 2047 la concesión en Cerro Dragón, que incluye parte del Mar Argentino, a Pan American Energy (Carlos Bulgheroni), una empresa conjunta compuesta por British Petroleum en un 60% y Bridas en un 40%.
Además, British Petroleum -con sede en Londres- cuenta, dentro de su flota al buque British Ruby, que participó en la carga de Gas Natural Licuado (GNL) hasta el Puerto de Bahía Blanca para regasificar a bordo del Express, de bandera belga, que lo aguarda en el muelle de la compañía Mega, de la misma ciudad.
También están los grupos accionarios relacionados a la minería en la Argentina; me refiero puntualmente a las firmas controlantes del 76 por ciento del paquete accionario de Barrick Gold, que opera numerosos yacimientos argentinos, que exhibe el 33% de la petrolera Rockhopper Exploration y de Borders & Southern Petroleum, el 25% de Desire Petroleum y el 37,8% de Falkland Oil and Gas. (NA).
Un tercer acto contradictorio, entre otros, es que los Tratados de Paz argentino-británicos relativos a la soberanía de las Islas Malvinas, instrumentados en el Acuerdo de Madrid que se firmara el 15 de febrero de 1990 (ocho años después de la guerra), otorga beneficios de garantía de inversión de nación más favorecida a innumerables empresas británicas que en la actualidad operan en territorio continental argentino. Mediante la Ley Nº 24.184 para la Promoción y Protección de Inversiones Británicas, promulgada el 24 de noviembre de 1992, se ratificaron los convenios suscriptos.
El Uruguay debe tener presente cuál será el orden de discusión del tema Malvinas por parte de su vecino, si es soberanía primero y distribución de riquezas después, Montevideo debería alejarse del compromiso, pues Buenos Aires deberá elaborar una estrategia en la cual el punto primero sea la negociación por las riquezas y el acercamiento hacia los isleños.
Hoy, para el mundo, la Argentina, diplomática y políticamente no es confiable, y los isleños y el Reino Unido se preguntan cómo sería posible llegar a un acuerdo con gente que no cumple y cambia de parecer permanentemente. El Uruguay está padeciendo esta realidad en este momento, en virtud de pactos incumplidos que firmara con la Casa Rosada.
Argentina es contradictoria, con lo que le pretende exigir al gobierno del Dr. Lacalle, es así que durante todo este tiempo, han ingresado a puertos argentinos numerosos buques británicos.
Después del ingreso del buque  británico BritishRuby,  ingresó un nuevo barco inglés con Gas Natural Licuado al puerto de Ingeniero White (Rep. Argentina).
La novedad es que el British Emerald, que ya está operando en andana con el regasificador Express en el muelle de Compañía Mega, es el segundo buque de bandera inglesa que lleva Gas Natural Licuado para regasificar en menos de dos semanas al puerto bahiense de la República Argentina.
Además había arribado el British Trader, junto al Emerald, integrantes de la flota de British Petroleum. Ambos barcos tienen como puerto de registro al de Douglas, en la isla de Man, territorio británico bajo cuya bandera llegó, el buque British Ruby, en febrero de 2012, en plena escalada entre el gobierno argentino y el británico por la soberanía de Malvinas, dos meses antes del trigésimo aniversario del inicio de la guerra por las islas.
Y mientras el gobierno argentino, pretende prohíbir el aterrizaje de aviones británicos en Uruguay y los atraques, abastecimientos y reparaciones de buques británicos, Argentina los recibe y cobra por ello.
A todo lo mencionado anteriormente, se debe recordar otro arribo de buques británicos a puertos argentinos con la llegada al puerto La Plata ( República Argentina) de dos buques ingleses con bandera noruega que están afectados a una misión exploratoria de búsqueda de petróleo en la cuenca oeste de Malvinas.
Se trata de los barcos "Normand Baltic" y "Normand Skarven", que  ingresaron al puerto La Plata, que funciona en Ensenada.
Ante tanto entreguismo de los gobiernos frentistas, ante la falta de respeto a nuestra dignidad nacional, ante tanta ignorancia gubernamental, sin que me lo pidan me permito un consejo: es una verdad de Perogrullo que en la vida: pública, privada o política no se debe entrar dónde no se sabe como salir. Tan cierto es que el gobierno y la política les está vedado a los ignorantes a tal punto que el único requisito constitucional es el de ser idóneo.
Tal como lo expresara quien esto escribe en artículos anteriores, mencionando acuerdos de historieta, y nunca acuerdos históricos.
En el ámbito diplomático, según información que he intercambiado con personas muy allegadas a los gobiernos de Reino Unido y EE.UU., se refiere que la Argentina no se encuentra en condiciones de presionar y habría que preguntarle al gobierno argentino, hasta cuándo considera que debemos continuar acompañando el bloqueo que su país se esfuerza en interponer contra las Islas Malvinas.
Como dije antes, el gobierno de Buenos Aires ya no se encuentra en posición de vender más expectativas a su pueblo y a América Latina; es menester que se proponga desarrollar una política de Estado hacia adentro, y fortalecerse hacia el exterior si es que pretende superar diplomáticamente al Reino Unido. El Uruguay, por su parte, debería elaborar una política en relación a este tema, que involucre a la totalidad del espectro político y sus partidos.
Todo esto, parece bastante para quitar el sueño, pero no es todo, personalmente tengo una sensación, como todos tienen la suya y siendo sensación no se demuestra solo se cuenta: me pica, me duele, es muy salado, veo que nuevamente pretenden dominarnos, siento aquello de que, tú me das y yo te doy, que un encumbrado ex presidente lo menciona a cada tanto, etc.
Jorge Azar Gómez
Ex representante de Uruguay ante ONU




ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



CRÓNICA DE OTROS TIEMPOS

Alvear a Lavalleja  
  "Se calla 
  o lo fusilo"

  • Hace 193 años, el 20 de febrero de 1827, las tropas republicanas argentino-orientales derrotaron al ejército brasileño en Ituzaingó. La victoria puso término a los intentos de conquista del actual territorio nacional por los imperiales, punto final del proceso libertador iniciado por Lavalleja en Sarandí.
    Recopilados los siguientes testimonios de la Revista Nacional, se extraen de allí las siguientes anécdotas que enriquecen el proceso de consolidación de la independencia uruguaya, al revelar episodios poco conocidos de la "batalla de las desobediencias", donde todos mandaron, todos combatieron y todos vencieron, guiados por sus propias inspiraciones".
    Cabe aguardar que eliminado por el voto el Frente Amplio del gobierno de la república, la población, y muy especialmente quienes están estudiando, vuelvan a tener acceso al conocimiento de los grandes fastos nacionales, obviados por una conducción politica ajena a nuestro sistema y a nuestros sucesos.
"¡Cállese usted la boca, o si no lo fusilo en el momento!".
  De este modo culminó el General en Jefe del Ejército Republicano, Carlos María de Alvear, la áspera discusión que mantuvo con Lavalleja inmediatamente después del triunfo de Ituzaingó.
Delante de todos los jefes argentinos y orientales que habían acudido a la carpa de campaña a saludarlo por el éxito obtenido, Alvear se dirigió al General Lavalleja y le recriminó con estas palabras: "...si ayer hubiera usted cargado cuando yo se lo mandé, el ala izquierda del enemigo, que estaba en desorden, no se escapa un solo brasilero".
Prácticamente no había terminado Alvear su reproche, que ya el jefe oriental respondía tajante: "Señor General; yo sé cargar al enemigo sin necesidad de que nadie me lo enseñe".
 Ante la insistencia de Alvear sobre la desobediencia a la orden impartida, Lavalleja precisó: "...yo no soy de los generales que miran al enemigo con el anteojo, y cuando otros estaban sirviendo a Fernando VII, yo ya sabía cargar al enemigo".
 Tocado Alvear en su amor propio, dado que la alusión era directa a su persona, al haber servido precisamente en España contra los ejércitos de Napoleón I, terminó la discusión amenazando con fusilar a Lavalleja.
 El jefe oriental, según el testimonio del Brigadier General Antonio Díaz, "quedó sumido en profundo silencio, circunstancia que fue aprovechada por los otros jefes del ejército republicano para despedirse y retirarse de la tienda de campaña, dejando solos a Lavalleja y Alvear".
Un día antes de la batalla, varios jefes de los cuerpos de caballería de línea, a cuya cabeza estaba el Coronel Lavalle, proponen concretar la sustitución de Alvear como Comandante en Jefe por Juan Antonio Lavalleja.
La decidida intervención de Oribe y Garzón resulta decisiva, y si bien Lavalleja criticaba duramente la conducta del General Alvear, es disuadido por aquellos de no ponerse al frente de la desobediencia.
El clima en el ejército, desde semanas antes de Ituzaingó, era de intrigas y de desconocimiento de la autoridad suprema, con el agravante del pésimo lugar escogido para librar la batalla, una verdadera ratonera.
Una junta de guerra en la que participaron Garzón, Alegre, Lavalle, Pacheco y Olavarría, comisiona al primero para que intente disuadir al Comandante en Jefe de ganar las alturas de Paso del Rosario.
Alvear accede a las razones planteadas por Garzón y retrocede en horas de la noche del 19 de febrero para ocupar posiciones estratégicas.
El 20 se libra la batalla, que juzgará severamente el General Paz, al sostener que "el éxito final se debió más a las inspiraciones individuales del momento para sacar provecho de los descuidos del enemigo, que a las disposiciones tácticas de Alvear, que no tuvo ninguna".
El Coronel Brandzen, viejo soldado de las campañas napoleónicas y de las de Chile y Perú, cayó con honores en la épica jornada junto al Coronel Manuel Besares abatido por una bala de cañón.
Fue sacrificado inútilmente por Alvear, quien en medio del combate le ordenó que cargara con el 1º de Caballería a través de un zanjón profundo, imposible de vadear a caballo. 
Brandzen cumplió la orden a rajatabla. Cargó y murió en el momento con los cinco oficiales que lo acompañaron.
Segundos antes alcanzó a pedirle a Alvear que se retirase, que él podía cumplir con honor el imposible cometido.
Alvear sujetó a tiempo su caballo, mientras el resto del regimiento se desbandaba ante la imposibilidad de salvar la zanja de referencia.
Carlos María Ramírez, en "Páginas de Historia", escribe que la leyenda popular recoge de Ituzaingó que el regimiento oribista salió rechazado y deshecho: "...el desbando parece inevitable, y, para conjurarlo, el Coronel Oribe se arranca sus charreteras, apostrofa a los soldados deciéndoles que con su conducta deshonran esas insignias, y con esta actitud tan dramática rehace la moral de su regimiento, lo reorganiza y lo conduce de nuevo al combate".
 Agrega Ramírez que "esto lo hemos oído cien veces muchos de los que hemos interrogado a nuestros mayores, los viejos partidarios del General Oribe, y no sólo ellos sino también otros que execraban las crueldades de la campaña de las Provincias Argentinas y la abyecta alianza con la tiranía de Rosas, pero que no se ofuscaban hasta el punto de desconocer los eminentes méritos militares de aquel Jefe".
El periódico "El Defensor", por su parte, comentando el episodio, recoge en sus páginas que al ver los soldados que Oribe se despojaba de sus charreteras en las arenas de Ituzaingó, "aquellos bravos, cuya gloria se veía contrastada por un accidente casi casual, pero que nada habían perdido de su valor, del amor, ni del respeto que profesaban a su jefe, dieron frente; dóciles a su voz, variando la dirección a desbordar la zanja que servía de parapeto a los enemigos, el Nº9 se precipitó sobre la caballería e infantería enemiga, tan superior en número, y su irresistible arrojo digno del triunfo, mereció los aplausos de todo el ejército en aquel día memorable".
Cuando varios cuadros del ejército imperial habían sido dispersados por la carga de la caballería republicana, el General Alvear ordenó, sin ser obedecido, que Lavalleja y otros jefes se incorporasen al tercer cuerpo.
Algunos regimientos lo hicieron con demora, pero las divisiones orientales al mando de Lavalleja, y también las del Coronel Lavalle, recién lo hicieron al día siguiente, cuando el ejército se hallaba acampado en el Paso del Rosario.
La desobediencia, en definitiva, tenía que ser fruto de los recuerdos. Los orientales habían peleado solos en Rincón y Sarandí, e indudablemente querían destrozar para siempre el poder militar del enemigo.
Esas tropas al mando de Lavalleja, así como las heroicas milicias de Maldonado y Paysandú, no eran unidades de línea. Apenas vecinos armados para luchar por su tierra y por los viejos ideales artiguistas: "...eran aquéllos a quienes había que dar licencias temporales para que atendieran sus campos y sus chacras, para que sembraran y cosecharan sus trigos".
Milicias de Maldonado sufrió las mayores pérdidas, cuerpo de primer ataque, encargado de detener la primera división enemiga. Allí fue malherido su Jefe, Coronel Leonardo Olivera, no obstante lo cual estos vecinos "primero dispersaron y luego acuchillaron a una fuerza que fue puesta fuera de combate".
También Servando Gómez y el legendario Anacleto Medina "cargaron una columna fuerte de caballería, la acuchillaron y la obligaron a refugiarse bajo los fuegos".
Pero fue Lavalleja quien se llevó los mejores honores. Luego de dispersar a las tropas del Mariscal Abreu, mortalmente herido en combate, dejó al descubierto el flanco brasileño, paralizó su ala izquierda, quebró su impulso ofensivo e impidió que sumara esfuerzos a la Primera División Imperial.
Mil trescientos hombres perdió el ejército imperial, y más de trescientos cincuenta las fuerzas republicanas.
Respecto de los heridos, centenares murieron quemados por las llamas que devoraban los pastos, y muchos, también, fueron despenados por un gran número de peones y chinas que seguían al Ejército.
Narra José Brito del Pino, teniente primero ayudante de Alvear, que todo el campo ardía y que allí se consumieron muchos de los cadáveres de nuestros bravos, como de los enemigos. "Se veían igualmente caballos que se dejaban quemar, porque no tenían el instinto suficiente para huir, y no hacían más que corcovear hasta que el fuego los sofocaba".    
Ricardo Garzón

 

 













 









 

 

 
Inicio Contáctenos Ediciones_anteriores Agregar_a_Favoritos
Directora: Doctora María Garzón
Administración y Redacción:
Edificio Torre de las Américas Apto.206, Calle 28 y Gorlero.
Punta del Este - Uruguay
Sitio Web optimizado para resoluciones 1024x768 y superiores.