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Vimos la espontánea e incalificable intervención de la presidente de Alas Uruguay, Sabrina Acevedo, cuestionando y amenazando - quizá con posibles juicios como a nosotros, que ya lo sufrimos- a Gerardo Sotelo en Canal 10. Perdió un partido, que pudo ser amistoso, por goleada y humillación, en arranques a lo Cristina Kirchner.
Luego, Nicolás de los Santos, su vicepresidente, corrió a Canal 12 para intentar arreglar la cosa en "Esta boca es mía", encontrando un panel insólitamente benévolo, a excepción de Graziano Pascale, que también se quedó con alguna pregunta a medio contestar. Igualmente, no pudo negar el grueso de los temas investigados.
A Sotelo, Sabrina no le había contestado, antes de cortarle, algunas interrogantes:
1 - ¿Quién capitalizó la empresa?
2 - ¿Cuántos aviones operativos hay?
3 - ¿Existen atrasos de sueldos o deudas con proveedores?
Respecto a que no se deba nada en el exterior, hace 70 días, alguien muy allegado a un ministro, estuvo en TAP M & E Porto Alegre, que realizó no solo la pintura sino las correcciones a malos mantenimientos ucranianos de dos 737 de Alas U. Le dijeron lo contrario...
¿Que no se vaya otro 737 de la flota...? Su compra le fue ofrecida a líneas del Cono sur en 4 millones de dólares...!!!
Previamente, el No. 2 de la aerolínea sindical (quien según algunos ex directores de Pluna cuando su crisis final, simpatizaba con Bordaberry y especialmente con Campiani, y hoy parece aplaudir, al Grupo de los 8...) aseguraba en CX-14 -radio bastante tolerante con el emprendimiento...- que las críticas contra el proyecto se debían a temas "ideológicos": "usan a la compañía para pegarle a un modelo, al Fondes, al gobierno y a Mujica", porque "hay un montón de personas que no creen en este tipo de emprendimiento. Va más allá de Alas Uruguay. No creen en cómo se genera Alas Uruguay, afirmaba, como si ésta fuera una opción éticamente reprobable o poco posible de entender...
Pues bien, sigo preguntando por qué y de dónde (el "para qué" parecería ser solo para que Alas sobreviva hasta terminar la Rendición de Cuentas y que ningún diputado díscolo la complique) salieron esos poco más de dos millones de dólares que la capitalizaron in extremis, y no para mucho.
Mi colega, Mario César Mautone, díaz atrás hipotetizaba si la plata había sido adelantada -a cuenta de aportes de Rentas Generales vía la inefable Dirección de Casinos- del MLN, del Partido Comunista, o éste había gestionado que Abitab -que no la creo tan generosa y más de acordar descuentos y auspicios no imagino- anticipase la misma. Esto coincide con versiones que semanas antes afirmaban que el grupo Sofitel, endeudado con el Estado y Casinos, había sido sondeado a este respecto desde el oficialismo...
Y sigo preguntándome el porqué los máximos referentes de Alas U se embanderan con figuras no solo tan polémicas, impresentables y desprestigiadas como Raúl Sendic (quien apretó a la Dinacia para "apurar" sus permisos durante un viaje de Vázquez) sino con aquel indefendible que los dejó sin trabajo por motivos -esos sí, menores e ideológicos- cuando cerró intempestivamente a Pluna, vale decir: ¡Mujica!
¡Adular a ese dúo es la peor imagen pública que la empresa puede tener! Más, frente a todos los que sospechan de esa fuerte interna, catalizadora de la desprolija clausura de aquella aerolínea. Astori, quien, burdamente no supo defender, abandonando a su suerte a los economistas del Frente Líber Seregni que dieron la cara en esa vorágime (Lorenzo y Pasadores) -optando, inexplicable, por sostener al papelonero Pintado- se oponía entonces a aceptar a Venezuela en el Mercosur, lo que tensó extremadamente la cuerda con comunistas y tupamaros, quienes buscaban cualquier excusa para pegarle a los "moderados". El pretexto fue Pluna, a cuyos directores estatales, previamente no se había apoyado intentando controlar a Leadgate. Esos jerarcas de Pluna Ente (y hasta del MEF) pedían al gremio aeronáutico descartar un paro evitando darle motivos al gobierno para liquidar la empresa. Fueron desoídos. El resto, es triste historia conocida...
Para tranquilizar a sindicalistas y radicales se inventó el sainete Alas U, locura de la cual Mujica no sabía muy bien cómo salir, por lo cual los pasó al Fondes -un invento de empresas "autogestionadas", casi todas posteriomente fundidas y deudoras del Estado- como sus principales prestatarios.
Por eso, los uruguayos tenemos derecho a objetar estas acciones y a alarmarnos muchísimo. No solo por Alas Uruguay, sino por Agolán, Raaincoop, Pressur y otros clavos que nos cuestan más de 50 millones de dólares, cuando ahora hubo todo un escándalo ideologizado -burradas y prejucios de la diputada Gelman mediante- por un millón de dólares de donaciones a universidades privadas. ¡Sí! Le pegamos al Fondes y a Mujica. Ni siquiera en especial por Alas Uruguay, sino por haber sido un emblema del peor desgobierno que tuvo este país, y uno de los entornos más ineptos y fraudulentos también. Por ello, tampoco creo en cómo se generó Alas Uruguay. ¿Y qué?
Javier Bonilla

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