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Félix Obes Fleurquin |
Nuestro querido Carlos Maggi |
Esto no es un obituario. Esas monstruosidades son cosas que los amigos y los hombres como Carlos, que era una luz en las tinieblas de un país cada vez más inculto y ordinario, no merecen.
Me levanto y leo a la pasada la muerte de B. B. King....¡ paahhh! que pena, Maxi y yo tuvimos el privilegio de verlo dos veces en el Cine Plaza, y más abajo, en El País, veo la foto de Carlos, y ni se me pasa por la cabeza que sea otro anuncio de catastrofe, porque la falta de Carlos en un Uruguay polarizado, cobarde, con una clase politica que no merece ni que se la tenga en cuenta y con una clase intelectual monocorde y pedante, eso es la falta de Carlos, y me niego a usar la palabra muerte.
Y entonces me doy cuenta que pasó lo impensable, que la mente más clara más lucida, más independiente y honesta de Uruguay si no la unica, no estará más, no escribirá más, no sacudirá más este sistema caduco de un Estado opresor y enfermo, que no hará sentir más culpa a muchos que deben haber escrito obituarios pero que en el fondo ni lo entendian, ni estaban de acuerdo con su forma transgresora de plantear las cosas, y que esos han quedado solos, dueños de las cabecitas de millones de uruguayos por los que Carlos escribía, pero que nunca hicieron más que repetirse a sí mismos, reiterar su deseo inmovilista de un Uruguay caduco, y que no merecian más de lo que obtuvieron, porque para obtener buenas respuestas se deben plantear las preguntas correctamente, y en Uruguay pasa eso, siempre se pide el deseo equivocado y la lamparita mágica que podría dar maravillas, da mediocridades y penas.
Siento desolacion por la falta de Carlos; fastidio, rabia, bronca, porque se que se acabó una forma brillante de ver al país, a su pasado, a su presente y a su futuro, y eso no tiene reemplazo; en absoluto, nadie estaba para el relevo, era demasiado grande, era merecedor de una sociedad más culta pero tenía esta, y aún así, con amor, con insistencia, como me dijo él una vez, como la gota que horada la roca, seguía y me decía que yo hiciera lo mismo. La mayoria de las veces yo perdía la calma, la pierdo y se me va la moto, porque nunca ni yo ni nadie supo, supimos escribir algo con tanto amor a Uruguay como lo hizo él.
Vienen tiempos dificiles y nos hemos quedado sin uno de los mejores. Tratemos de hacer algo, por ínfimo que sea, que al hacerlo sea nuestro homenaje, nuestro saludo, porque los grandes nunca mueren si los hacemos permanecer vivos dentro de nuestro espiritu y de nuestras acciones. Espero que podamos estar a la tremenda altura del desafío.
Envío esta breve nota desde mi teléfono a Leticia para que la publique. Estos días por razones técnicas, mi sistema operativo está en mantenimiento. Cuando vuelva retomaremos las notas semanales; por ahora esto, y varios días de silencio a partir de hoy.
Siento no poder hacer una nota optimista como hubiera querido él. Lo siento, estoy con el corazón lastimado.

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Jorge Azar Gómez - Ex representante de Uruguay ante ONU |
Vázquez: la verdad no es sólo de izquierda |
Lamentablemente, los gobiernos progresistas en el Uruguay politizan y monetizan la cuestión de los denominados "detenidos desaparecidos". Antes que cerrar las heridas, las sucesivas administraciones han engañado a los uruguayos, con el objeto de mantener viva la llama del odio a toda costa. Pensado para aprovechar e influir mediante el rencor, y usufructuando la ingenuidad de muchos compatriotas.
De pronto, el Uruguay se encuentra en medio de un cóctel de apretones de manos entre reconciliados, informes llenos de relatos tenebrosos, mensajes presidenciales tiritando de emoción, medios de comunicación cooptados, cerros de tierra removidos ante las cámaras de tevé, "tontos útiles" de derecha impactados, bautismo de calles y colocación de plaquetas con nombres de "consecuentes"...
Todo es puro teatro y mentiras, con las que han inundado hasta los libros de estudio de nuestra juventud. Se trata de una farsa, y generaciones completas de uruguayos se lo han pasado escuchando falsedades.
Más aún, se ha ha humillado intencionalmente a las Fuerzas Armadas, a partir de un compendio de falsas, historias creadas y ficciones jurídicas. ¡Qué Uruguay éste!
Mientras tanto, los personeros siniestros de siempre, de soviética palidez, piden mas sanciones y lograron la derogación de la Ley de Caducidad, para alimentar el odio y, de paso, mantener el flujo monetario constante con que saben llenar sus bolsillos. La maquinaria comunicacional gramscista ha comenzado a moverse para que el tema jamás toque fin, y sus bolsillos sigan abultados.
Y, como se impone hacer un aprovechamiento de la situación, el "entorno" ha recomendado al Presidente que dé más pruebas de su imagen enérgica y ejecutiva, enfrentando el tema.
Es sumamente penoso seguir escribiendo sobre estos temas, y agotar la energía en dejar al descubierto el Uruguay de la mentira. El país ya ni siquiera se acuerda , entre otros,del peón Pascasio Báez y de los humildes cuatro soldados asesinados a traición por los que hoy reclaman ser los los dueños de los Derechos Humanos.
Y, para distraer la atención de la población y lograr que pase desapercibida la legislación que anuló la Ley de Caducidad -ley que falta el respeto a la decisión del soberano que por dos veces, con votos colorados, blancos y frenteamplistas, decidió mantener- ahora salen, con la conocida pirotecnia verbal, con una serie de argumentos fatuos, con los que intentan descalificar la verdad histórica desde su inicio, cuando en plena democracia y con un gobierno nacionalista (colegiado) , en 1962 se comenzó a dinamitar nuestra democracia y sus instituciones por parte de la demencial y demoníaca acción terrorista.
Señor Presidente , Dr. Tabaré Vázquez , Ud. no se encuentra en edad para engañar al pueblo y desviarse de sus principios, ni su cargo se lo permite.
Señor Presidente: Ud. bien sabe que la memoria y la justicia no son sólo de izquierda. Hágalas respetar , le reitero, que la democracia la comenzaron a destruir en 1962 no en 1968 , amplíe su decreto e investigue desde el 5 de mayo de 1962 cuando es asesinada a balazos la estudiante de enfermería Dora Isabel López de Oricchio, cuando Raúl Sendic y varios cañeros asaltaron e incendiaron la sede de la Confederación Sindical del Uruguay.
El Presidente Pacheco en 1968 , recibió un país y un gobierno, con el terrorismo instalado y su obligación como presidente , con autoridad y dentro de la Constitución, era combatirlos pues el pueblo así se lo reclamaba.
El terrorismo se combate, no se administra.
Por sobre todo, recuerde que el Uruguay somos todos o sea que recordamos toda la verdad u olvidamos todo.

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Alberto Medina Méndez |
El pretexto de la "conciencia tributaria" |
La hipocresía es moneda corriente y eso ya no es primicia. Esta inadecuada postura cívica aparece, también, en el terreno de la tan mentada "conciencia tributaria". Algunos han tenido hasta el atrevimiento de definirla con cierto sesgo académico, diciendo que es la "interiorización en los individuos de los deberes tributarios fijados por las leyes, para cumplirlos de una manera voluntaria, conociendo que su cumplimiento acarreará un beneficio común para la sociedad en la cual ellos están insertados".
Es un verdadero disparate igualar dos términos que claramente se contradicen. Abonar impuestos no es un acto voluntario, porque la palabra impuesto se refiere a lo forzado, a lo obligado. Si fuera un gesto auténtico, espontaneo, vinculado al deseo genuino, en todo caso, sería una donación.
Como suele pasar en diferentes órdenes de la vida cotidiana, este tipo de justificación retorcida no deja de ser un mero ardid, casi un consuelo, que intenta convertir en aceptable algo que es intrínsecamente malo. Existen, al menos, cuatro grupos bien definidos que utilizan este recurso argumental y pretenden transformarlo en un axioma indiscutible, en un mandato bíblico.
Por un lado están, los recaudadores, los que trabajando de esto preservan la gestión de los organismos de recolección compulsiva de gravámenes. La medida de su eficiencia está directamente relacionada con el monto percibido. Por eso, en las campañas de difusión masiva apelan a esta consigna por ser la menos antipática. "La gente debe pagar sus impuestos porque es el único modo de que el Estado funcione y cuantas más personas lo hagan mucho mejor será para la sociedad", sostienen. A veces inclusive recurren al ruin artilugio del "sorteo" como dispositivo para que unos ciudadanos sean delatores del resto, denunciando así a los que no cumplen.
Otro sector que opera en idéntica dirección es el de la parasitaria estructura estatal. Todos los que viven del Estado, saben que la sangre que fluye por esas venas se nutre de impuestos, emisión monetaria y endeudamiento. En tiempos en el que los dos últimos no son una posibilidad relevante, los impuestos, es decir el dinero detraído de la sociedad en forma coercitiva, posibilita la existencia del empleo estatal y de su cuantía depende, en buena medida, que sus remuneraciones puedan ser mejoradas.
Un tercer espacio lo ocupan los que no pagan casi ningún impuesto o, al menos, no perciben hacerlo. Son trabajadores, subsidiados o desocupados. Sus ingresos son bajos y no son alcanzados por algunos de los voraces impuestos diseñados especialmente para escarmentar a los segmentos más elevados. Ellos reclaman conciencia tributaria como fórmula para aliviar su rencor contra los que más producen. Pretenden igualdad y creen que un sistema tributario que les quita demasiado a los que más disponen, los nivela rápidamente. No saben como aumentar sus propios ingresos y se creen víctimas de este mundo cruel. Este perverso esquema es positivo porque les quita a los demás, a quienes culpan por tener más que ellos.
El último grupo está compuesto por los que pagan MUCHO en impuestos. No contribuyen por convicción, sino porque su actividad no les permite escapatoria. La administración ya ha encontrado el modo eficiente de tenerlos de rehenes. Como no pueden evadir, no admiten ser los únicos tontos y quieren compañía ante semejante abuso. Rendidos frente a la impotencia de estar atrapados por el régimen, apelan desesperadamente a este recurso dialéctico tan pobre como inmoral. En esto, se parecen al grupo anterior. Sus motivaciones surgen del resentimiento y eso no habla bien de ellos. Las garras del sistema los han cooptado y no desean sentirse tan estúpidos, por eso acusan al resto, para que reciban el mismo castigo.
Pagar impuestos no es un acto voluntario. El impuesto implica que el Estado detrae, por la fuerza, una parte demasiado relevante del esfuerzo personal. Nadie paga con satisfacción y alegría. En todo caso lo hace porque no puede evitarlo, porque el esquema se ha diseñado para que no se lleve el producto deseado sin ese "peaje" o bien porque no pagarlo implica un riesgo legal trascendente que se traduce en multas costosas o inclusive prisión.
Esta afirmación general puede verificarse empíricamente a diario. Quien intente refutarla puede dar testimonio personal de ello y hacer hoy mismo el ejercicio pidiendo que le aumenten el precio de un bien y le carguen impuestos no cobrados o hasta dejando un extra, ya no como propina para el individuo que le facilita el producto, sino directamente para el Estado.
Es más, si un individuo cree tan férreamente en la bondad de los impuestos podría pedir a los gobiernos, en cualquiera de sus jurisdicciones, que le facilite un número de cuenta bancaria para depositar allí dinero propio como donación para los "loables" fines para los cuales el Estado destina el dinero.
Después de todo este individuo que defiende la idea de "conciencia tributaria" cree que lo recaudado como tributo no termina en manos del aparato político, la corrupción o el despilfarro tradicional. El recita, a viva voz, que todo eso es para la salud, la educación y la seguridad. Pues bueno, que deposite masivamente sus recursos propios allí, en vez de utilizarlo para su entretenimiento o el consumo suntuario de innecesarios bienes. La inconsistencia ideológica es tan evidente que no admite casi ningún argumento serio que pueda ser tenido en cuenta con cierta sensatez.
Si finalmente se opta por pagar impuestos, asumiéndolo como el "mal menor", si se lo hace porque no se ha encontrado un mejor modo de financiar las "supuestas" necesidades que permiten vivir en comunidad, al menos sería saludable evitarse los retorcidos planteos intelectuales que pretenden justificarlo. No es razonable intentar convertir lo malvado en bondadoso. En todo caso, un poco de resignación ciudadana, puede servir como transición, pero solo para intentar ser más creativos y seguir buscando mecanismos que permitan sustituir este atropello cotidiano por algo superador. Mientras tanto, sería muy conveniente asumir que cuando se habla de impuestos no se dispone de buenas razones que lo respalden. El desafío es pensar como se abandona el pretexto de la conciencia tributaria.

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Javier Bonilla |
Rock de Galpão, un proyecto turístico |
- “Pinta tu aldea y serás universal”, afirmaba Tolstoi, sin recordar- aunque estaba implícito- un equilibrio entre cierto lenguaje planetario junto a las más férreas raíces, dosis que los uruguayos frecuentemente no sabemos encontrar. Uniendo danza, teatro, folklore, rock e increíbles escenarios turísticos, un grupo de selectos artistas de Río Grande do Sul muestra (y con gran profesionalismo) su estado al mundo
Quizá la presencia de la impronta gauchesca en el territorio riograndense sea mayor que en Argentina o Uruguay. Tan grande como sus enormes mates, sus festivales tradicionalistas o la red internacional de Centros de Tradições Gaúchas (CTGs) desparramados por el mundo. Probablemente como una reafirmación de la identidad a veces negada, a veces ninguneada y otras veces, simplemente desconocida por el continente-Brasil.
En tal contexto era simplemente cuestión de tiempo la aparición de una expresión cultural “multimodal” vendiendo una imagen simultáneamente moderna , telúrica y atractiva de Río Grande do Sul a un mundo ávido.
Rock de Galpão (y ahora “Pulpería Roqueira”) bajo la dirección del músico y dramaturgo Hique Gómez- el de “Tangos y Tragedias” y “Tan Tango”- se desarrollan alrededor de la banda “Estado das Coisas”, luciendo algunas golillas y bombachas, con referentes tradicionalistas como Neto Fagundez, escenarios 100 % turísticos y simbólicos para sus show o dvds, como las Ruinas Jesuíticas, efectos audiovisuales y danza telúrica, a cargo del bailarín y percusionista Diablo Jr., planteando la potencialidad de un espectáculo de luz y sonido.
La misma integración del grupo- liderado por Tiago Ferraz- incluyendo , además de constantes apariciones de Gómez al violín, al acordeonista Paulinho Cardoso, usando su instrumento casi cual bandoneón (lo que nos lleva a preguntarnos como sonaría allí nuestro Primer Fuelle, Luis Di Matteo…) imprime interesantísimos aires tanguísticos a la propuesta, especialmente interpretando “Los Hermanos” de Yupanqui.
Por supuesto que Rock de Galpão/ Pulpería Roqueira , como casi todos los músicos gaúcho , ejecutan su propia versión del “himno alternativo” riograndense. Inexplicablemente y desde hace décadas, no es otro que el clásico chamamé de Sixto Ramos “Merceditas”, misteriosamente infaltable en los 4 puntos cardinales de Río Grande. Además, sus espectáculos suelen culminar con una emotiva versión heavy-pop del propio himno oficial riograndense (uno de los pocos compuestos en guerra y para la guerra, musicalizado por el director de la banda de música enemiga, durante la epopeya independentista de la República Farroupilha, entre 1835 y 1845).
Por si fuera poco, durante el show interpretan su propio arreglo del único tema de amor dedicado a las uruguayas: “Castelhana” (así nos siguen llamando , 300 años después ,a los orientales…), de Elton Saldanha, con más referencias a nuestro país implícitas en otros temas. Algo así como unir a las diversas Pampas, incluyéndolas a todas, desde el sur argentino hasta Bagé o desde la milonga al chamamé, pasando por la chamarrita o el recitado ,en horno de rock, propuestas accesibles, rigurosas y simpáticas. Uruguay, que fue vanguardia uniendo candombe y rock- con el Kinto y los Shakers antes de Tótem- o folklore y pop con la Milonga de Pelo Largo de los Moonlights (versión en la que se basaron Zitarrosa y Jaime Roos, a posteriori) el mejor tango con la World Music, en Latitud 55/Documental de Luis Di Matteo o el tecno –tango de Bajofondo ,debería estar muy atento…
Quizá mañana don Julio Bocca se inspire en un Di Matteo para crear una coreografía magistral, pensando en un Uruguay for export , no de murga y cumbia villera. Rock de Galpão/Pulpería Roqueira muestra un camino muy atendible.

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