(Río de Janeiro. Cuartel General de la Feria Militar de la Defensa, LAAD. Por Javier Bonilla)
- Parafraseando al ex presidente Mujica, ¡parece mentira que sean tan nabos! ¡Peor! Que abonen alegremente el camino del Frente Amplio hacia un horrendo cuarto gobierno que DEBE terminar mal. ¡Que se peleen como retardados por adherir a la maniobra artera del vazquizmo pasa la frontera del absurdo! ¡Y ustedes quieren gobernar...! Mientras el presidente no vacila en traicionar al ministro moribundo, ustedes quieren posar para la foto de los bobos.
No hacen otra cosa que reproducir lo que el gramscismo gana semana a semana en la cultura, la Justicia y los medios... Luchar para que los acepten los autodenominados "referentes" o "intelectuales" zurdos... Mostrarse "confiables" ante los "analistas" de cabaret!
Cabe preguntarse: ¿qué diferencia a Gavazzo -que al menos era un militar al que los políticos desataron, y no un delincuente en lo previo- de Engler, Wassen Mas Mas, Bassini, la Tronca y otros asesinos? ¿O ahora Gomensoro, cuya vida hubo que preservar, no ultimar, era Caperucita? ¿O los Tupamaros, el MRO, el OPR/PVP no eran organizaciones criminales y terroristas? Ya que ellos insisten en autoproclamarse "combatientes" (y hay militares tontos que lo consienten), en una guerra, ¿no se obtienen informaciones de forma cruel, a veces? ¿A Molaguero lo llevaron a jugar a las madres? ¿A Frick Davies no le pegaron? ¿Al embajador Jackson? ¿El PVP acaso niega que quiso volar medio Punta del Este en 1976 y no lo hizo, perjudicando a un barco en el puerto y a un matrimonio en el Arcobaleno, porque fallaron los detonadores, ante lo cual evaluaron volar el puerto montevideano? ¿Cuántos cientos hubieran muerto, angelitos?). ¡Ah, no! Estos no son asesinos, son "activistas", "militantes", "dirigentes". Y cobran "indemnizaciones".
Hay una diferencia... Nadie propone un monumento a Gavazzo o a Pajarito Silveira. Ahora, en Treinta y Tres, hay un monumento al comunismo, votado por el 99% de la Junta, y en Flores, a Sendic, votado por los blancos, dando una estatura moral a uno de los bandos que nunca tuvo y concediendo que fueran casi Boy Scouts. ¡Tan Boy Scouts, como los que quiso matar la Topolansky en la toma de Soca por tener uniforme..!
¿Medio siglo y siguen comprando buzones? ¿Realmente los quieren sacar a estos ineptos y corruptos? ¿Como cuando fraudulentamente permitieron que Sendic se fuera en silencio y no con cajas destempladas?
Ni siquiera se destacan los actos de crueldad traicionera y gratuita del presidente de la república. Todos saben que soy adversario político y de gestión del saliente ministro de Defensa, Dr. Jorge Menéndez. Sin embargo, siendo hoy un hombre gravemente enfermo que lucha por su vida, nunca lo hubiera sometido a la indignidad emanada desde Presidencia, máxime cuando esto fue una absoluta mentira de principio a fin. ¡Vergüenza y asco!
Incluso para los correligionarios. Desde Mujica, que le corta a Vázquez molesto por el despido del subsecretario Montiel, o las calabazas que le dieron, hace pocas horas, desde Azucena Berruti hasta Gonzalo Fernández, a quienes ofreció el Ministerio de Defensa. Bayardi fue un plan C, e inclusive puso exigencias, la primera de las cuales, el fin de la purga militar. A su vez, una de las principales condiciones presidenciales fue no ascender a los mayores mandos militares, a Oficiales Generales que hubieran integrado Tribunales de Honor, e inclusive producir alguna baja adicional. Por ese motivo, en otras Fuerzas, en las siguientes semanas.
Abundando, sumemos 30 años de blancos y colorados y 15 de los frenteamplistas, dos referéndums en contra. Hasta los más pintados se pisan los cordones de los zapatos. Acá hubo un estertor de la guerra fria, y nos horrorizamos de las declaraciones de Gavazzo. ¡Por favor! ¡Secreto a voces! Horrendo, pero tan horrendo como la vigilia ideológica y política de una izquierda reaccionaria que no deja sentarse a dar fin en un pacto "ni vencidos ni vencedores" a tantas décadas de mentiras.
En los hechos, a Vázquez se le fue el tema de las manos; está sometido fuertemente a presiones internas, en tanto sus opositores, atornillados a sillones, la dejan pasar. La cuestión, hoy, no es "entre la libertad y el despotismo", sino guardar silencio o correr el riesgo de perder la butaca en las próximas elecciones.

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