Edición Nro. 2079 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 10 de agosto de 2018
 
 
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TURBINAS DEL LECTOR f
Javier Bonilla
Frente Amplio - Aratiri-Gate
La sospechosa industria de los juicios internacionales 
  • Si es por burros, es una carísima, gravísima e injustificable negligencia e ineptitud. De lo contrario, los raros y evitables juicios internacionales a los que se ve sometido Uruguay (y algunos inventados) serían otra arista de corrupción lisa y llana, lo cual, actualmente, tampoco llamaría la atención. Como sea, están despilfarrando asquerosamente el dinero de toda la ciudadanía. Eso se paga...
Aún no sabemos cómo van a terminar escándalos varios ocurridos en los últimos lustros. Uno de ellos, el fraude de la regasificadora, ante el cual alguno de los contratistas o subcontratistas optó u optará por mariconear en los juzgados. En cualquier caso, no se ha aclarado el porqué de tanta plata dilapidada, sueldos faraónicos y nula actividad, a no ser de algunas explosiones con resultados ambientales dudosos para el oeste montevideano. Nada se supo, sin embargo, de los tres millones de dólares entregados por orden del entonces principal ejecutivo del grupo -y hoy procesado- José Pinheiro, como parte de las informales gestiones del exministro de Industrias de Brasil, Fernando Pimentel -hoy gobernador de Minas Gerais- ante el gobierno de José Mujica para que OAS fuera el sub constructor principal de la terminal. Aunque el corruptor dice que los recibió un cargo equivalente al de uno de los secretarios de la Presidencia uruguaya, nadie recoge el guante... Esperemos que esto no termine en estrado alguno.
Antes, por errores de redacción, seguramente soslayables (de no haber mediado soberbia e ignorancia zurdas), Uruguay fue llevado a los estrados internacionales por Phillip Morris. Si bien el juicio se ganó, el susto fue tan grande como la abultadísima cifra que hubo que pagarle al estudio jurídico extranjero elegido para defendernos, cuando simplemente las normas se pudieron redactar mejor. Hasta ahí, irresponsables malditos, frívolos y derrochadores.
Ahora, lo de Aratiri, es INMORAL, PERVERSO E IMPERDONABLE....!!!
No se precisaba ser abogado para darse cuenta que las idas y venidas, matices y claroscuros constantes en torno a este proyecto de extracción de hierro, iban a terminar en tribunales y no los más permeables del fuero local...
Las erráticas marchas y contramarchas gubernamentales al respecto daban la impresión de terminar mal... para nosotros!
En estos años, observamos la no corroboración de las inversiones reales de Zamín -Ferrous, por parte del gobierno, la designación y redesignación de zonas costeras para puerto de aguas profundas (con las consecuentes gestiones -no concluidas- de expropiación (que resultarán en otros juicios locales de fuste), la informalidad en torno a todo este tema desde su inicio, la extensión de los seguros de paros, "a lo Alas-U" e indefiniciones ambientales varias. Ello debilita sensiblemente la posición de Uruguay, aunque la pretensión del demandante sea francamente abusiva y quizá , inclusive, haya pensado en esta instancia, dada nuestra idiosincracia, desde el comienzo.
Es imprescindible preguntar enérgicamente si dentro del oficialismo nadie advirtió lo que -eventualmente- se  venía; si no hubo alertas, etc. y si nadie aconsejó blindar al Estado de alguna manera, desde el gobierno y de la oposición.
También es del caso preguntarse si siguen pululando los juicios internacionales en  contra de Uruguay, si las imprevisiones constantes son simples burradas o errores premeditados. Cualquiera sabe que si le arrima un cliente a un estudio jurídico o contable, usualmente se gana una comisión, o al menos una cortesía significativa. ¿Podemos imaginar de cuánto sería la cometa si yo gobernante me equivoqué en un párrafo, una frase un punto o una coma de un decreto, de un reglamento o de una ley para que alguien enjuicie a mi país frecuentemente?
Es solo una pregunta...
Otra pregunta.... si tan ingeniero en proyectos de MAN, de Boeing o de Airbus es Puntigliano (y no lo dudo) que cornos está haciendo aquí???
Inclusive fue designado al frente de la ANP, en 2005, como Plan B gubernamental, ya que, inicialmente el cargo pudo tocarle a otro ingeniero, también socialista, en ese momento designado al frente de una terminal privada...
Todo suena raro... Y lo de UPM también me da que pensar.....! Inclusive, porque al menos octuplica el volumen y poderío de Zamín Ferrous...
Michael S. Castleton
La misma piedra
Dicen que el humano es el único animal que tropieza con la misma piedra dos veces.
Aquí en la banda oriental parece no aplicarse esa perla de sabiduría popular, sencillamente porque los orientales tropezamos con la misma piedra infinitas veces, o así parece.
No hay mejor ejemplo de lo que digo que la actual situación de Pili, una empresa láctea fundida de Paysandú.
Los uruguayos, a mi juicio, con absoluta pero bien intencionada ignorancia cada vez que la quiebra de una empresa toma notoriedad salimos enloquecidos para buscarle "soluciones ", con la loable intención de ‘ proteger la fuente de trabajo’.
Lo que no nos percatamos es que las empresas se funden por muchos motivos pero la más común y obvia es porque ya no son viables en el contexto que están. Tampoco queda nada claro que cambiándole la forma jurídica e inyectándole plata tal o cual empresa sumida en la inviabilidad se salve.
Ejemplos de esto abundan. Uno que viene a la mente es la antigua Paylana que se fundió en manos de excelentes  y experientes empresarios como la familia Soloducho.
La empresa perdió su viabilidad. El negocio a la que estaba abocada dejó de servir. Entonces de nada sirvieron inyecciones varias de la plata de todos los orientales y cambiar su forma jurídica a una cooperativa como si solamente la voluntad de un grupo de voluntarios pudiera solucionar lo que no pudieron las familias fundadoras. Eso es muy difícil que se dé.
Lo peor es que estas supuestamente bien intencionadas iniciativas son un impedimento importante para que una economía se sane y produzca nuevas fuentes de trabajo.
En efecto, una economía es un organismo vivo poblado idealmente de trabajadores, empresarios, emprendedores e innovadores. Todos estos en conjunto y movidos las más de las veces por el afán de lucro personal son el motor de una economía. Una economía necesita sangre, la cual es el dinero. Ahora si se le quitó dinero dedicándola a empresas inviables, dando a éstas ventajas comparativas sobre otras viables, por muchos motivos, ya que generalmente nunca devuelven lo invertido en ellas, entramos en una situación de perder-perder.
No se generan empresas nuevas por falta de capital disponible ya que ésta en gran medida está dedicada a salvar empresas fundidas insalvables. Es así que en Paysandú seguramente más de un viejo operario de Paylana tuviera algún taller  en su casa o alguna idea que valía la pena explorar. Pero no, difícil para estas proto-empresas encontrar apoyo porque los tradicionales proveedores de fondos de riesgo, el estado, ya los tiene comprometidos soportando empresas que ya no tienen sentido.
Es así que tenemos Envidrio, Olmos, ahora Pili; la madre de todas las empresas inviables, Alur, y el caso de la nunca bien ponderada Pluna, entre otros.
El tema es que con estas políticas absurdas nos quedamos sin empresas nuevas, sin la vieja y fundida e igual nos quedamos sin puestos de trabajo porque cuidamos los inviables y dificultamos la creación de puestos de trabajo nuevos, útiles y viables en empresas igualmente dinámicas, innovadoras e intrínsecamente viables.
La visión asistencialista de empresas fundidas en nuestro país es herencia del estado centralista Batllista que desconfiaba ideológicamente de la capacidad de una economía sana en manos de sus verdaderos dueños, la gente, de crear sus propias fuentes de trabajo.
Una concepción dirigista y de alguna manera paternalista que realmente no ha sido exitosa en lugar alguno.
En el caso  de Pili, es importante destacar que se debe ayudar, no idefinidamente, a sus 700 y pico de empleados a pasar esta crisis. Pero no de por vida, a pasar la crisis. Es increíble cómo la ingenuidad humana se dinamiza ante la necesidad.
Debemos dejar la politíca de darle palos a los caballos muertos para que se levanten y anden. No lo harán. Démosle sí una mano, si necesitan a sus jinetes, para buscarse ellos otro caballo u otra cosa mejor. ¿Qué hubiera pasado si el gobierno de norteamérica hubiera financiado todas las empresas de carros, carritos y diligencias que se fundieron cuando Henry Ford empezó fabricar sus automóviles. Andaríamos todos a caballo y el mundo sería otro.
Si los orientales hemos de progresar económicamente en el mundo real no deberemos segir tropezando con la misma piedra.
Debemos perderle el miedo a los cambios, a la innovación, y hacer que las quiebras sean los más honestas e indoloras posibles y no dilatarlas en el tiempo.
No parece pero se lo debemos  al país de nuestros hijos y nos lo debemos a nosotros mismos.
Estar sin trabajo es bravo desde muchos aspectos. Evitemos esa triste situación para nuestra gente. Paradojalmente, conservar empresas fundidas ‘a la uruguaya’ no es la manera de hacerlo.
Periódico La Nación - CENTRO MILITAR
Peor que en las galeras
  • ESTAMOS PEOR QUE EN LAS GALERAS ROMANAS
    NO QUEREMOS SEGUIR PAGANDO PARA HUNDIRNOS
Los uruguayos estamos hundidos en el fondo del funesto pozo en el que nos ha metido el gobierno frenteamplista; un pozo del que no podremos escapar por mucho tiempo.
El Estado, —que ha dejado de cumplir sus funciones esenciales y solo es una plataforma de empleo con fines electorales y la feliz ocasión de corruptelas entre dirigentes— se encuentra fuertemente endeudado y la población debe financiarlo a como dé lugar.
Por todos los frentes nos llega la desfachatada presión impositiva que hace tiempo mató la capacidad de ahorro de los trabajadores y de los pequeños comerciantes, la pequeña y mediana clase media. Esa presión desalienta las inversiones nacionales y extranjeras, empobrece todos los meses a los jubilados con tributos inconstitucionales, destruyó el sistema de salud privado deteriorando a la vez el sistema público, y ha convertido a la educación en un fantástico terreno baldío donde se florean sindicatos y burócratas y nada bueno o útil se les da a los desdichados niños y jóvenes que les tocó la maldición de habitar y tener que estudiar en esta época oscura, donde la ideología y la inmoralidad administrativa se confabulan para diseñar el peor de los escenarios culturales de la historia nacional.
Las empresas, asfixiadas por las exigencias tributarias, la salvaje desmesura de los sindicatos y la ineficiencia de las oficinas públicas, cierran sus puertas; los inversores que no aguantan más la prepotencia sindical se van sin dejar caer ninguna lágrima, los trabajadores pierden por decenas de miles sus empleos; los que pudieron ahorrar algo y tienen hijos en edad de empezar su vida adulta sueñan con mandarlos al exterior para evitar que los maten por las calles o que vayan a engrosar la larga filas de desalentados que esperan algo del Estado, del Seguro de Paro, de algún amigo político que les dé cobijo en alguna repartición estatal con un sueldo seguro para toda la vida, pero sin posibilidad de crecer a no ser como parásito del cuerpo social.
Los uruguayos pagamos enormes impuestos para tener un Estado cuya misión esencial es proveer seguridad y justicia, y sin embargo vivimos escondidos detrás de las rejas porque todos los días los asesinos y los rapiñeros encuentran estímulos suficientes y ninguna resistencia o disuasión para llevar adelante sus crímenes. No pasa semana en la que no lamentemos el asesinato de jóvenes, de ancianos, de trabajadores, de vecinos en manos de una delincuencia que encontró formidables aliados en el Ministerio del Interior, en la Fiscalía de Corte, en el Parlamento de la República, instituciones que los dotaron del maldito Código de Proceso Penal, demostradamente hábil y muy conveniente para facilitarles la faena de delinquir sin temer por las consecuencias.
Hoy se puede cometer un crimen y sin siquiera pedir disculpas, contar con la indulgente sonrisa de la Justicia y con los siempre oportunos reproches del ministro del Interior, que acusa a los que sufren de no querer que se los robe, que se los agreda, que se les violen sus derechos. El ministro dice que las víctimas deben facilitarles la tarea a los verdugos, entregar su sueldo, dar las llaves de la casa, del auto; no irritarlos.
Y también pagamos impuestos para dotar a la educación de un presupuesto enorme, —se duplicó en los últimos cinco años— a cambio de ofrecer cada vez peores prestaciones. Los locales, los docentes, los programas, la inspección y los objetivos de la educación son un perfecto desastre; los estudiantes están desguarnecidos, desconcertados, atrapados en la mediocridad y el desinterés del costosísimo sistema que el gobierno prohíja sin mostrar ni una diminuta mota de autocrítica. Pagamos muchísimo más que antes para estar muchísimo peor.
Lo mismo ocurre con la Salud, a la que hemos convertido en una sombra de lo que era; a la que se ha vaciado de funcionalidad y hoy es solo un coto de caza para los dirigentes inmorales que desde las sectas del gobierno le sacan partido a todos los servicios con el famoso cuento de la tercerización. La técnica es muy simple: se hace colapsar un servicio público y se propone tercerizarlo; la empresa que lo terceriza es propiedad del sujeto que antes, ocupando un cargo de dirección, hizo colapsar el servicio público. Un negocio brillante inmejorablemente instrumentado en toda la República por los cuadros del Partido Comunista. Para mantener ese sistema y para sofocar al sistema privado que hasta ahora era moderadamente eficiente, es que se inventó el Fonasa, gran negocio de algunos y castigo impositivo para todos los
que tienen la desgracia de trabajar en blanco en este país.
A estas injurias agreguemos los impuestos encubiertos en las altísimas tarifas de la UTE, de la OSE, en los siderales precios del combustible y del gas, donde la mayor parte de lo que pagamos va a rentas generales; va a ese maravilloso lugar de donde se puede sacar sin medida ni pudor para seguir comprando votos y mejorando el estatus social y económico de los numerosos personeros del régimen.
Los uruguayos de hoy somos como aquellos esclavos romanos de los tiempos de Espartaco, que iban atados a los remos de las galeras y recibían latigazos para que cada vez fueran más veloces sus brazadas: según el cruel capataz que los flagelaba nunca era suficiente el esfuerzo, siempre se demandaba más y más. Así nos trata el Estado a sus contribuyentes; como a esclavos despreciables, a los que no se les debe dar otra cosa que el ultraje de exigirle mayor cooperación en la empresa ilusoria de mantener el barco del Estado a flote.
La diferencia de los ciudadanos orientales con aquellos sufridos esclavos de la vieja Roma es que los barcos efectivamente se mantenían a flote debido al indecible sacrificio que se aplicaba; pero aquí, en el triste y desprolijo Uruguay del Frente Amplio, todo el esfuerzo que hacemos para mantener a flote la nave del Estado no sirve absolutamente de nada. Los gobernantes gastan mal cuando gastan por la derecha, porque son erráticos e ineficientes; y además, con finalidades subalternas, demagógicas y en todo sentido inconfesables gastan sin medida por debajo de la mesa, ayudando a amigos empresarios, asegurando carreras funcionales brillantes a camaradas, dispensando abundantes sueldos y regalías por montos que dan envidia a los más encumbrados tiburones de la industria o de la finanzas del primer mundo.
Los ciudadanos pagamos más de lo que tenemos y más de lo que podemos y el resultado es un alto déficit fiscal que en lugar de ser controlado se dispara todos los meses un poco más; y una deuda externa que nos enajena por al menos tres generaciones.
El Frente Amplio es la peor calamidad de la que tiene registro la Historia Nacional. Nadie nunca hizo tanto daño a tanta gente en tan poco tiempo como esta peste que se ha cebado con nuestro destino. Un gobierno más de este tipo y de seguro terminamos como Venezuela.
O peor.
Jorge Azar Gómez - Ex representante de Uruguay ante Naciones Unidas
Juicios por incompetencia gubernamental
Hoy nos enteramos, que por la impericia, o complicidad, del Gobierno, la empresa ARATIRI le inició hace meses un juicio al estado uruguayo, o sea a nosotros, por 3.536 millones de dólares..
Yo ya desconfió tanto de este corrupto gobierno, que hasta pienso que arreglaron todo para llegar al juicio, porque en el "arreglo" habrá repartija para muchos de los "peperos" y de los del 710 de la Pza. Independencia.
El Estado lleva nueve años contando cuántos juicios tiene en su contra y aún no terminó la cuenta !!!
Hace 4 años, Mujica pidió conocer esa cifra y cuánto se exponía a pagar si se pierden; pasaron los años y aún no se sabe.
El entonces presidente se mostró preocupado por los juicios, que él nos metió y que hoy enfrenta el Estado (nosotros) y en un Consejo de Ministros ordenó a las oficinas jurídicas de los organismos públicos elaborar una lista detallada de las demandas que se tramitan ante la Justicia. Sin embargo, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) creó hace nueve años una oficina para realizar esa tarea y aún no la ha finalizado.
El ex presidente pidió, en su momento, saber la cantidad exacta de juicios que enfrenta la administración (NOSOTROS), algunos de los cuales llevan varios años así como los montos que en algún momento el Estado deberá desembolsar si es condenado.
También sería oportuno que el Gobierno publique los juicios, nacionales y municipales, pendientes que tiene; quiénes los promovieron, por qué monto son, y quiénes son los abogados querellantes. Seguramente nos vamos a llevar muchas sorpresas... o quizá ya no nos sorprenda nada.



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AHORA
El Aeropuerto de Carrasco se ha visto nuevamente afectado por la falta de combustible debido a las medidas gremiales adoptadas en la planta de ANCAP. En etapa inicial está suspendida la entrega de nafta de aviación para los vuelos alternados, estimándose que de continuar el conflicto en cuestión de horas serían afectados los vuelos regulares de todas las aerolíneas que operan en el Uruguay.
Se borra con el codo lo que se escribe con la mano. El Ministerio de Turismo, en reiteración, anuncia facilidades para aumentar la conectividad con el resto del mundo, pero no le asegura a los operadores lo más importante: combustible para sus aviones.
El Ministerio de Economía, por su parte, reconoce que el Turismo deja al país importante ingreso de divisas, pero se desliga de la atención de estos conflictos.
El Ministerio de Transporte llena el ojo; convoca a frecuentes reuniones para evaluar la Aviación Comercial en el Uruguay, pero no interviene y se ve absolutamente desbordado para garantizarle a las compañías aéreas el suministro de combustible, el que además tiene el precio más alto de la región.
El gobierno, renuente a decretar la esencialidad de los servicios desde que los sindicatos de la enseñanza lo derrotaron en instancia parecida, desatiende el transporte aéreo comercial del Uruguay; abandona a su suerte a los operadores aéreos, y hasta el momento poco o mejor dicho nada ha hecho para asegurar el correcto suministro de combustible y la reclamada atención del tránsito aéreo en todas sus manifestaciones.
Se ha dicho
Alas Uruguay. ¿qué es lo que tendría que negociar alguien con un proyecto agonizante, desfinanciado y voluntarista, hijo de las locuras y despropósitos del desgobierno mujiquista, junto a las posteriores veleidades de un Lorier "apaixonado"?

Deserción estudiantil. La deserción masiva que se advierte a partir del tercer año escolar viene de perillas para confinar en la pobreza y mediocridad a la ciudadanía en general, alejando por derecha toda forma de consumismo y progreso. A través del delito, sin embargo, es posible acceder a otros niveles de vida, en donde el narcotráfico y sus actividades satelitales llevan ominosa delantera.

Políticas sociales fracasadas. El asistencialismo en los barrios peligrosos no influye en la contención del delito ni en la integración social de los jóvenes proclives a la delincuencia. La Enseñanza no retiene a esos jóvenes porque la deserción va en aumento. Ese es el panorama que el ex Presidente Mujica sabe que existe y que resume en esa sentencia de que “las políticas sociales han fracasado”.

Narcotráfico total. Entorpecer, amojonar, obstruir la gestión de las universidades privadas, acelerando etapas del vacío educativo que se viene observando y acentuando desde que el Frente Amplio gobierna en el país, es un eslabón más de la cadena que alienta la ignorancia, sin que a nadie se le oculte que en los barrios periféricos de las capitales departamentales, en franca contraposición, anida y se desarrolla el narcotráfico en todas sus manifestaciones.

La rata Cristina. ¡Cómo será la cosa que Jhon Jairo Velásquez Vásquez, (Popeye) sicario privilegiado de Pablo Escobar, supuestamente arrepentido luego de purgar una condena superior a los veinte años en cárceles de máxima seguridad de Colombia, y quien ha confesado ser el autor individual de más de 300 asesinatos directos, acusa y desnuda hoy el Cártel de los Kirchner y de “la rata Cristina”, (textual), desde las redes sociales y medios de comunicación. Alerta al mundo lo que sucede en la Argentina, con obvias e incontenibles ramificaciones a sus vecinos circundantes, léase Uruguay!

Espionaje al ciudadano. Para quienes no le perdemos pisada a lo que están haciendo, (refiere al gobierno), la verdad de la milanesa es que hay sectores del partido de gobierno que de cualquier manera pretenden interferir en la vida ciudadana: espían las cuentas bancarias; están en condiciones de espiar todas las llamadas telefónicas; espían los gastos con tarjeta de las familias uruguayas; espían los ingresos y egresos de la población; están en condiciones de hurgar en si se gasta tanto y cuánto en los supermercados y otras empresas, y de igual manera cómo se acompasa el gasto consecuente en función de los ingresos, sueldos y pasividades, etcétera, etcétera.

Cuento chino. La decepción alcanza al Soberano, en contraposición al optimismo desbordante, alocado y sin asidero del presidente Vázquez, que hasta llegó a convocar a los ex presidentes de la República a reunión para encaminar acciones ante la "inminencia" del descubrimiento de petróleo en el Uruguay. Inminencia que no fue tal, como lo anticipó y puso de relevancia enfoques en varios artículos y editoriales publicados al respecto en lo que va de este siglo, -y anteriormente con autoría y firma del periodista Ricardo Garzón en el diario EL PAIS-, tanto en páginas informativas como en artículos de opinión que avivaron el interés político, periodístico y empresarial en torno a la búsqueda de hidrocarburos en el Uruguay.

Rossi partió al desierto. El ministro de Transporte, en rigor el competente en transporte aéreo, la vio venir y partió al desierto. Consciente de sus limitaciones, bastante barullo tiene con las vías férreas, carreteras y rutas nacionales, deshechas e intransitables en todo el país,  para comedirse en alentar a los directivos de Azul para que se radiquen como compañía aérea en el Uruguay.

Manda el sindicato. El sindicato del Ferrocarril ha impedido en todos los tiempos el gobierno del ente por el poder político. Lo ha enfrentado, y lo ha vencido. Una vez, dos veces, cien. La Unión Ferroviaria, aunque suene ridículo, es tan fuerte como la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO, según sus siglas en inglés), entidad sindical que alberga a 12 millones de trabajadores en los Estados Unidos.

 










 














 

 

 
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