Incluido entre los eventos que según las autoridades que entienden en la materia atraerá turismo hacia nuestra ciudad, no deberían cabernos dudas de que este show colmaría las instalaciones de los hoteles montevideanos en pleno febrero. Seguramente los hermanos argentinos, no conformes con las fechas del domingo 7, miércoles 10 y sábado 13 ni con las instalaciones del estadio Ciudad de La Plata, vendrán desaforados a colmar las gradas del estadio Centenario de la ciudad de Montevideo el día 16, pagando entradas más caras que en su país. Ante este acontecimiento nos pusimos al habla en persona con los operadores turísticos de la ciudad de Buenos Aires –no sea cosa que el alud de fans nos tome desprevenidos- para ponernos al tanto de las últimas novedades en cuanto a la venta de entradas y paquetes turísticos. Nos dijeron que nadie había consultado nada, y que en cambio estaban recibiendo pedidos de agencias de viajes uruguayas para paquetes con entrada incluida (más barata ) y alojamiento en Buenos Aires. Esto confirma lo que ya sabíamos, es decir, que ninguna operadora había realizado bloqueos de alojamiento anticipados en Montevideo por previsión de venta. Ni siquiera ayudó la exoneración del IVA para hacer más accesible el costo de las entradas frente a la competencia de la vecina orilla. Muchas voces se levantaron indignadas por esto, pero se comprende: ningún músico uruguayo puntea la guitarra al nivel de Keith Richards –lo cual es lógico, 50 años tocando los mismos acordes es tiempo suficiente para aprender a hacerlo bien- ni tampoco compatriota alguno posee una fortuna personal calculada en más de 300 millones de dólares como Mik Jagger, quien, paradójicamente, no paga impuestos por sus propiedades en Inglaterra (incluyendo su confortable residencia en el exclusivo barrio de Chelsea) debido a que están a nombre de una compañía basada en las Islas Vírgenes. Razones suficientes, en su conjunto, como para concederles la exoneración del IVA por hacernos el enorme favor de traer su show al Uruguay. Volviendo al tema del fenómeno turístico, quizás captemos a los brasileros ansiosos que no puedan esperar al 20 de febrero en Maracaná y vengan aquí el 16, o a los paulistas que no conformes con su Morumbí para las fechas del 24 y 27, lleguen aquí a disfrutar del show en el Centenario. Más cerca están los qaúchos, que seguramente no se comerán las uñas hasta el 2 de marzo, y los veremos llegar en caravana al Monumento al Fútbol Mundial, rimbombante denominación para un estadio cuyo estado, lamentablemente, deja mucho que desear.
Sammy Arlin

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