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Rachetti Jr. |
- Antes que usar el prestigioso apellido de su nuevo candidato capitalino, sacado de una desprolija galera luego del impresentable Gabriel Gurméndez (finalmente, todos nos escondíamos, no fuera que nos propusieran….!), el Partido Colorado debería abandonar la cobardía, y homenajear a su tío, Oscar Víctor Rachetti, uno de los mejores intendentes de Montevideo, cuya desaparición en 2013 ominosamente ignoró…
Con su agenda y sus “culpas”, prácticamente marcadas por la izquierda, desde hace décadas, el Partido Colorado fue egoísta con algunos de sus referentes en los últimos 45 años. Así, al Gral. Oscar Gestido, pionero aeronáutico, eficaz e insigne administrador de verdaderos agujeros negros como Pluna o AFE, y luego Presidente que, silenciosamente, seguía viviendo en su casa y donaba TODO su sueldo hasta dejar la vida en el cargo, muy poco se lo nombra. Talvez porque era militar, quizá porque era de la 14, o, porque dijo cosas incómodas y premonitorias, como aquello de que “los uruguayos nos íbamos a devorar los unos a los otros…”
Si a Gestido apenas lo recuerdan, ¡ni hablemos de Jorge Pacheco Areco!
La izquierda busca-cucos lo pintó –de prepo- con cuernos y cola, porque pocos de sus correligionarios se animaron a defenderlo…
Ni siquiera importó al FA que durante la gestión municipal de Tabaré, frecuentemente votos que faltaban para obtener determinadas mayorías en la Junta, fueran gestionados por el Bocha…
No comulgamos con el estatismo casi socializante de buena parte de su política económica, que, en 1969, era la tónica imperante. Casi nadie se atrevía, entonces, a emprender otros rumbos. Muy probablemente tampoco, el ex presidente Jorge Batlle, un liberal.
Sin embargo, como Batlle, Pacheco -pese a haber enfrentado duramente al terrorismo tupamaro, irracional, estúpido e injustificado, junto a la salvaje conflictividad sindical estimulada y admitida por el mismo PCU- cumplió la Constitución y facilitó, superando esas tensiones, el desarrolló normal de las elecciones de 1971, sin tentaciones extremistas. Quizá no siempre rodeado de gente a la altura del grave momento histórico que protagonizaba…
Asimismo (vieja costumbre zurda…) se satanizó su imagen como “represor”, un papel que, seguramente, no le hacía mucha gracia. Inclusive se mentía sobre su cultura general, pintándolo falsamente como un boxeador ignorante, cuando en realidad se trataba de un profesor de Literatura que manejó, cada vez que pudo, nuestra lengua con enorme solvencia desde la dirección de El Día (al cual luego batllistas más “socialdemócratas” fundirían, frivolidades mediante…) que abandonó cuando discrepó con el colegialismo.
Ciertamente, nunca lo hubiéramos imaginado diciendo disparates y mal vestido representando al país, como el pan nuestro de cada día que soportamos hoy…
Además, y ante el nerviosismo provocado en la diplomacia anglo -norteamericana y brasileña ante los numerosos secuestros de funcionarios extranjeros (el 99% con fines económicos), Pacheco mostró gran pulso y cintura, evitando intervencionismos afrentosos, aunque hoy se evite reconocerlo.…
Le gustaban las mujeres...!! Hoy es casi obligatorio que no te gusten o que sean impresentables, y si es posible, que exhiban, bien a la vista, antecedentes criminales…
La cuestión es que, desde 1986, una vez que Sanguinetti mandó a Pacheco a Paraguay, ese Partido Colorado jamás lo apoyó. Sí dependió, en 1985 y en 1994, de sus muchos o pocos votos para llegar al gobierno. Luego, si te he visto, no me acuerdo…
También recordamos cuando Carlos Pirán, un referente pachequista, abandonó el gabinete debido a un aumento de combustible, que consideró injustificado e inflacionario. Tiempos lejanos!!!
Pacheco desaparecía en 1998. Luego, a sucesivos actos recordatorios, su partido concurriría cada vez menos…
¿Qué decir entonces de don Oscar Víctor Rachetti?
Ex jerarca del BROU e Intendente desde 1969, asumió como suplente, cortando un período de administraciones ineptas y fraudulentas (para acabar con las cuales, -quede claro-, no precisábamos terrorismo…).
Durante 14 años administró rigurosa y concienzudamente el erario montevideano. El contribuyente, en privado, así lo reconoce. Por ello lo reeligió – inequívoca y ampliamente- en 1971.
Si permaneció después del golpe (como los demás intendentes, excepto el wilsonista Mario Amaral, en Rocha) también es verdad que mantuvo bastante independencia de criterios. Privatizó la insoportable Amdet, -pese a la contra militar- dividiéndola en cooperativas cuyos titulares eran, notoriamente opositores, lo cual le costó duros reproches castrenses…
Como Intendente, en ese difícil período, ni aplaudió persecuciones ni se dejó imponer militares o allegados en cargos claves. Renunció en 1983 tras soportar presiones para ello, y hasta llegó a aportar fondos de su gestión superavitaria al ya tambaleante gobierno nacional.
Casi finalizando su gestión, inició negociaciones para solucionar la mayor parte de los problemas de saneamiento. Prolegómeno de la firma con el BID del préstamo para financiar la obra de Disposición Final de Aguas Residuales...
Simultáneamente, ensanchó Avenida Italia (aún con ese cantero central que quisiéramos ver como ciclovía o Tren de la Costa, y que ladren o se asocien los empresarios omnibuseros…); reformó buenos tramos de la rambla, embelleciendo especialmente el entorno del puerto del Buceo; culminó el entonces necesario viaducto sobre Agraciada, el puente sobre la calle Sarmiento, el estadio Charrúa, y concluyó el horrendo y staliniano Palacio Municipal..
Inclusive, quizá dribleando la censura imperante en 1974, ante los modestísimos recursos que manejaba la entonces Comisión Municipal de Fiestas, entregó el Carnaval a Daecpu, con lo cual, pese a todo y a todos, salvó su realización…
Talvez fue el primero en llevar a la Sinfónica o a la Comedia Nacional -cuando no grupos instrumentales como “Tres para el Jazz” entre otros-, por los barrios, sin tanta cobertura mediática, aunque eficazmente.
Dejó la IMM con reservas abundantes para que la mayoría de sus sucesores la dilapidaran….
Hoy, la deuda municipal orilla los 500 millones de dólares…!
Cuando falleció en 2013, un "gramscianamente" acobardado Partido Colorado resuelve no publicar comunicados ni concurrir oficialmente a su sepelio “por no tratarse de un político vigente”…
El FA marcando la agenda, y otros aceptando. Los blancos, siquiera y por lo menos, no traicionaron a Chiruchi…
Hoy, después de una obscena danza de nombres y más nombres, alegrando las jornadas de la futura führer montevideana, Lucía Topolansky, -quien se apresta a pulverizar nuestros bolsillos y a acomodar a sus ineptos con ayuda -juntando votos- de Daniel Martínez-, un desesperado, confundido, mal asesorado y localmente peor dirigido Partido Colorado, saca el nombre de Ricardo Rachetti desde el forro de la galera. Sí, de la chistera de los siete reflejos.
¡Que tenga suerte!
Si la tiene, serán méritos propios, no de sus irresponsables y “amados” correligionarios departamentales…
Javier Bonilla |
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