Edición Nro. 2263 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 10 de junio de 2022
 
 
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Javier Bonilla
¿Despreciando a los
que nos cuidan?
  • Desde hace dos semanas estamos observando diferentes grados de negligencia, a veces manoseo, a veces ineptitud, y a veces no sé como llamarlo, respecto a nuestras Fuerzas Armadas y Policiales 

Primero, el Poder Ejecutivo mira para otro lado cuando, en una medida delirante, el Comandante en Jefe de la Armada. arresta a rigor a 15 días y a 200 kilómetros de Montevideo al contralmirante Otto Gossweiller, -que había formulado sendas denuncias sobre conductas fraudulentas varias en su nueva labor al frente de Material Naval, especialmente diques y astilleros- primero, acusándolo sin pruebas de filtrar datos de investigaciones a la prensa ("la prensa" somos nosotros; Búsqueda y el resto copian) , cuando cualquier retirado reciente o proveedor mal descartado es fuente mil veces mejor que un mariscal de campo. Luego la sanción, en sus delirios, tipo parrillada de bondiola regada a bebida bagayeada, sería: "por desprestigiar a la Armada". Yo creía que la Armada era la que se desprestigiaba sola mandándose una burrada distinta día por medio.
Peor aún..., en lugar de hacer lugar a las investigaciones como solicitaba el denunciante, deciden sacar a las citadas instalaciones de su órbita y ponerlas bajo la del Comandante en Jefe hasta que éste decida qué hacer. Una tapa grande como la de un contenedor... De postre, algunas de las pocas firmas que se presentaron a la convocatoria, por la compra directa asesorada (la más importante de la historia naval uruguaya) de dos navíos OPV por varias decenas de millones de dólares -escandalosamente declarada secreta por el Ministerio de Defensa... ¿aconsejado por el enemigo?- han reclamado jurídicamente del absoluto sesgo pro-chino del tribunal pre adjudicador, que opinó hasta en ítems no incluidos en los pliegos...

Sublime obsesión
Título de una película de los años 60 que nos trajo recuerdos... (Sin patas a la sota)
Ahora bien; no sólo en la Armada se cuecen habas. Resulta que en su obsesión por el pasado (hablamos de 25 individuos buscados en 180.000 kilómetros cuadrados) la diputada comunista Micaela Melgar -la Barbie roja que, al igual que la impresentable chilena Camila Vallejos espera entregarnos pronto a las fauces rojas bolivarianas- y el diputado Carlos Rodríguez, haciéndose eco de un planteo de la carísima y prescindible Institución Nacional de Derechos Humanos, piden y obtienen del Ministerio de Defensa el relevamiento del suelo uruguayo mediante un dispositivo llamado Lidar/ Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging, para relevar terrenos mediante un scaner láser aero-transportado, en búsqueda de remociones de tierra atípicas, etc.
El tema no es lo encomiable de querer encontrar los restos de alguien (y así nos dejamos de hablar del pasado!!), sino que, por ejemplo, se proceda ante toda y cualquier apariencia de movimiento y se termine perforando casi medio país, sin garantía de resultados y con los trastornos imaginables. El dispositivo  se puede operar mediante drones; la Utec habría donado uno para usar con la FAU, o, mejor aún, se monta en un avión Cessna 206 acondicionado, y de paso los oficiales entrenan, que ni para combustible hay...
Y eso es lo jodido del tema...Que no haya casi ni para combustible y aparezca cuando viene algún trabajo "extra". Además, donde se fracase utilizando esta tecnología, y, no obstante, se causen contratiempos a usuarios de tierras ajenos a estas situaciones, el palo en imagen se lo lleva la Fuerza Aérea...
En fín, ojalá aparezca algo y se cierre esa manía de hablar de lo que pasó hace chiquicientos años!! 

Y la Policía, como anda...?
Bueno... por un lado, dándonos da razón, indirectamente, en el tema helicópteros. Años que venimos diciendo que fue una pésima decisión (autocrática y del can Vázquez en sus tiempos) el haber elegido los más que controvertidos helicópteros Robinson para dotar de vectores aéreos a la Policía, debido a su amplio historial de accidentes e incidentes. En un principio, el gobierno se había negado a revisar esta adquisición y la tecnología involucrada en la misma. Con el tiempo se buscó cambiar paulatinamente los pistoneros Robinson -44 por algún Robinson 66, turbohélice y algo más potente e igual al último que trajo el gobierno anterior. Finalmente, ahora se decide incorporar un turbohélice de mejor performance y nivel técnico. ¿No hubiera sido mejor hacerlo desde el vamos??? ¿Por qué no se escucha cuando se debe?
Ahora, en medio de rumores de grandes pérdidas de base de datos -por falta de mantenimiento- en la Policía Científica y otras yerbas preocupantes, ¿resulta que también se negocian intentos de relajar la disciplina policial nuevamente, gremios mediante??? Pues sí...! Esta manía de autodenominarse "trabajadores policiales" los lleva por mal camino.
Efectivamente, dirigentes sindicales policiales están negociando con la asesoría letrada del Ministerio del Interior que no puedan ser sancionados los efectivos a no ser por el jefe de la dependencia, no por el superior de turno. O sea, las observaciones deben ser elevadas al jefe de la dependencia o sección para que éste avale o no una sanción. Y lo peor... si esto se reglamenta, se instrumentaría la posibilidad de recurrir y reclamar las sanciones impuestas en los últimos seis meses, con las consecuentes exigencias pecuniarias o de carrera, que pagaremos todos...
¿¿¿¿No hay nadie que diga basta a tanto mimo idiota???? Maldito el momento que se dejó sindicalizar -otra herencia frenteamplista- a los policías... que por otra parte, el 90% del PIT-CNT no ve con buenos ojos... ¡por no ser suficientemente zurdos...!

Ni que hablar del Ejército o Prefectura, obligados prácticamente a cazar viejas bagayeras (y festejarlo en comunicados penosos) en lugar de cazar mafiosos!
Y las autoridades... ¿seguirán, como en los últimos 16 años mirando para otro lado ante las necesidades de las Fuerzas de Defensa y Seguridad, sin pestañear???
Como en el resto de la sociedad, ¿estamos al imperio de los caprichos, sean de un comandante, de una entidad o de un gremio?
¿No será ésta una manera de descuidar, de menospreciar al que nos cuida, y que la cuerda, si hay problemas, se siga cortando por el lado más fino?
En este estado de cosas, y lejos de las normas que en 1972 facilitaron su accionar y éxito, amén de un Poder Judicial hostil, también estamos lejos -ni soñemos con recuperar aquel ordenamiento jurídico con estas blandas  cabecitas políticas multipartidarias....- de ver, por ejemplo, grupos de elite policiales y Fuerzas Armadas en las calles sin que los delincuentes salgan en dos horas de juzgado alguno. Ni hablar de endurecer la vigilancia costera y portuaria.
Mientras, hacemos como que somos "de verdad"... En un país en serio, el celo y la vocación se premian!

Otros tiempos...

 

Rafael Rubio
Educar pensando en... ¿qué?

La respuesta instintiva, clavada, debe ser: “en el futuro de nuestros hijos”.
Es, obviamente, lo que piensa un padre o madre normal; ¿Qué deseo para nuestros hijos?
¡Qué sean felices!
Entonces vamos a educarlos para que sean felices!
“La felicidad es un deber moral, porque si no la asumimos como tal, tenemos mil excusas para no alcanzarla y aferrarnos a lo que nos aflige. Las personas felices tienen problemas como todas, pero son las que deciden levantarse todos los días con una sonrisa en los labios, aún con una pena gigante en el alma. Esto refleja más una actitud que una realidad concreta. Elegir disfrutar el presente es la única conciencia de felicidad que puedo alcanzar. No puedo controlar nada más. Cuando todo el mundo siente que tiene la obligación de dar lo mejor de sí, construye una mejor sociedad”.

i.    Política y felicidad
A lo largo de la historia, numerosos pensadores, profetas y gente común, definieron a la felicidad como el bien supremo. Epicuro, uno de los primeros filósofos de la antigua Grecia, afirmó que la felicidad es el único propósito de la vida. Antiguamente dicha posición era muy rechazada, hoy no lo es.
Para Epicuro, la búsqueda de la felicidad es un objetivo personal, en la modernidad se la ve como un proyecto colectivo.
En 1776, los Padres Fundadores de E.E.U.U. establecieron el derecho a la búsqueda de la felicidad como uno de los tres mayores derechos, junto al derecho a la vida y el derecho a la libertad.
Sin planificación gubernamental, recursos económicos e investigación científica, los individuos no llegarán muy lejos en su búsqueda de felicidad. Sin embargo, a pesar de la mayor prosperidad, confort y seguridad, la tasa de suicidios en el mundo desarrollado es mucho más elevada que en las sociedades subdesarrolladas. Ya lo había dicho Epicuro, “para ser feliz hay que trabajar con ahínco, los logros materiales no satisfacen durante mucho tiempo, más bien su búsqueda ciega nos hace más desdichados”.
El 2 de junio de 1974, en su discurso de coronación del Reino de Bután, Jigme Singye Wangchuck dijo: "La felicidad interior bruta es mucho más importante que el producto interior bruto". Tenía 18 años y se convertía, tras la repentina muerte de su padre, en el monarca más joven del mundo.
Bután fue el primer país del mundo en cambiar la tradicional medición del Producto Interno Bruto (PIB) por el de Felicidad Nacional Bruta (FNB), innovador concepto que actualmente tiene al país como el más feliz de Asia y que incluso la agenda de la ONU tomó como la nueva fórmula para medir el bienestar de los pueblos.
Para calcular la FNB, el gobierno de Bután creó una medición basada en cuatro pilares y nueve áreas que se evalúan cada dos años en una encuesta que busca medir la felicidad: "aquello que permite un desarrollo que balancee las necesidades del cuerpo con las necesidades de la mente"- de sus habitantes. El primer sondeo fue realizado en 2007 y registró datos sobre bienestar psicológico, uso del tiempo, vitalidad de la comunidad, cultura, salud, educación, diversidad medioambiental, nivel de vida y gobierno.
Pero eso no es todo. Según los resultados de esa medición el gobierno ajusta sus políticas públicas. A modo de ejemplo, como la encuesta registró el deseo de una gran cantidad de habitantes de tener una vida mentalmente más relajada, tras realizar diversos estudios se convencieron que la meditación podría ser un gran factor protector de la salud mental de las personas. Por eso Bután la incorporó dentro de su malla curricular escolar como una forma de hacer frente al estrés y la depresión. En Uruguay que, “la tasa de suicidio duplica el promedio mundial y es la más alta de las Américas”, es una medida que las autoridades uruguayas deben considerar.

i.i. Los cuatro pilares del nuevo paradigma son:
•    La conservación del medio ambiente
•    El desarrollo socioeconómico sustentable y equitativo
•    La preservación y promoción de la cultura
•    El buen gobierno
En base a estos pilares se definen ciertos indicadores, como el uso del tiempo para el trabajo, la familia y los amigos. La vitalidad comunitaria, que comprende lazos significativos, como por ejemplo con los vecinos. La cultura y la resiliencia, que incluye el respeto y promoción de las tradiciones y pueblos originarios. Un buen gobierno, con participación de la sociedad civil y transparencia. Y, por último, la felicidad individual.

i.ii. El mundo sigue a Bután
La apuesta de Bután ha tenido un fuerte impacto en importantes instituciones como la ONU, que inspirada en su ejemplo lanzó por primera vez el año 2012, en Nueva York,  el “World Happiness Report” mencionando a Bután como un caso de estudio a tener en cuenta para los países del mundo. En aquella cita estuvieron presentes expertos de todo el mundo y los representantes de Bután que tuvieron un rol protagónico y entregaron como conclusión la necesidad de una nueva economía y de un nuevo paradigma, sosteniendo que el basado en el PIB, no es suficiente y que el desarrollo también debe necesariamente significar felicidad.
Desde el año 2013, las Naciones Unidas celebran el 20 de marzo el Día Internacional de la Felicidad. Dicho festejo se realiza  como reconocimiento del importante papel que desempeña la felicidad en la vida de las personas de todo el mundo.
En 2015, las Naciones Unidas lanzaron los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible que pretenden poner fin a la pobreza, reducir la desigualdad y proteger nuestro planeta —tres aspectos primordiales que contribuyen a garantizar el bienestar y la felicidad—.
La felicidad se basa en “una variedad de medidas de bienestar subjetivo”. Para este año se puso hincapié en aspectos como el cambio en la felicidad en los últimos 12 años, y cómo la tecnología de la información, el gobierno y las normas sociales influyen en las comunidades.
También se tienen en cuenta otras variables tangibles como los niveles de educación, el apoyo social, la eficiencia de los gobiernos, la expectativa de vida y la corrupción.
¿Podemos medir la cantidad de felicidad que llegamos a sentir en un instante, o bien a lo largo de toda una vida? ¿Cuáles son los indicadores de la felicidad? Más noticias
Cada vez más, la felicidad se considera una medida que cuantifica el progreso social y que los gobiernos utilizan, mediante datos e investigaciones sobre ella, para arrojar políticas que puedan permitir a la gente vivir una vida mejor. Pero,  ¿es esto posible?
Los últimos hallazgos descubiertos en una interesante línea de investigación neurocientífica por parte de Richard Davidson (Universidad de Michigan, USA), experto en neurociencia afectiva, mostraron los factores psicológicos directos responsables de nuestro mayor bienestar y, por tanto, de la felicidad. Estos son: “la resiliencia, el “saborear” o mantener las emociones positivas, la atención refinada y la rumiación mental, la generosidad, la empatía, el altruismo y el cuidado de los demás”. El neurocientífico galés Dean  Burnett,  en su libro El cerebro feliz (Burnett, Dean. 2018. El cerebro feliz. Paidos. Argentina) brinda la explicación científica de dónde se origina la felicidad y el porqué de la misma. Coincidentemente con R. Davison, sostiene que  “la felicidad son las otras personas”, como uno de sus principales factores. La Psic. Sonja Lyubomirsky, Profesorara de la Universidad de California, presentó un método científico probado para conseguir la felicidad (Lyubomirsky, Sonja. 2008. La ciencia de la felicidad. Ediciones Urano S. A.).
Por anterior se concluye que la felicidad es una “actitud asentada en firmes valores y creencias (cognitivas), que las emociones las amplifican al ser llevarlas a  la práctica en hábitos cotidianos que,  cuanto más se refuerzan, inciden directamente en nuestro bienestar, y más felices somos”.
De acuerdo con esto:
-    Un pueblo feliz, vive y practica la democracia como  su bien más caro y  supremo de convivencia.
-    Transparencia y participación de todos los habitantes o sus representantes (parlamento) en  temas que a todos les atañen y que inciden en sus vidas fuertemente y por muchos años.
-    Un pueblo feliz rechaza la discriminación y las injusticias, expresa gratitud, practica la amabilidad y cultiva las relaciones.
-    Un pueblo feliz saborea las alegrías de la vida, se ocupa de su cuerpo y protege nuestro planeta.  
La ONU pidió elaborar un nuevo programa de desarrollo mundial –ahora bautizada como "Felicidad: hacia un modelo holístico de desarrollo" que propone un modelo donde la visión de felicidad colectiva es vista como la clave para mejorar la calidad de vida y hace un llamado concreto a los gobiernos del mundo a poner en el centro de sus políticas públicas la felicidad de sus habitantes.
Las sociedades que esperan su felicidad de la mano de sus gobiernos, esperan una cosa que es contraria a su naturaleza. 
Si deseamos ser felices, debemos educar a los jóvenes para que lo sean. Se verá cómo lo hacemos.

Otros tiempos...




ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



Surrealismo y postverdad
(Por Julio María Sanguinetti) La sesión del Senado pedida por el Frente Amplio sobre política de seguridad es una expresión acabada de su manejo -bastante eficaz normalmente- de lo que suele llamarse postverdad, porque sin decir algo claramente falso, se esconde todo lo molesto y machaconamente se instala en un territorio de ficción para construir un "relato" imaginario.

Pedía un plan para la lucha contra el narcotráfico y se le informó en la sesión del martes, en forma pública y aun secreta, de las líneas de acción policial, hasta en sus mayores detalles. Igualmente, se salió de la sesión repitiendo que no había "plan". Cualquiera creería que, bueno o malo, ellos tuvieron un gran plan y resulta que el Fiscal Jorge Díaz, en 2019 (Diario "El País", 22 de agosto), rotundamente afirmó que hacía una década que no había plan alguno.
El debate entonces se desplaza hacia ese otro lado, plan sí, plan no. Simplemente para que no se centre en lo que no pueden explicar: que entregaron el país en medio de una crisis de seguridad nunca vista, con 15 años en que invariablemente creció, en cada período, el número de delitos. Lo hemos dicho y repetimos: arrancaron con 7 mil rapiñas y terminaron con 30 mil. Ahora son 24 mil. Son muchas, pero incuestionablemente menos. O sea que se ha mejorado claramente en el delito más lesivo para la población. Llevamos dos años seguidos de baja, luego de 15 en crecimiento constante. Lo mismo ocurre con el hurto (19, 9 % menos), el abigeato (36, 4 %) y hasta los homicidios, que son naturalmente impredecibles y responden a realidades complejas. Aun allí también los hechos son claros: 393 en 2019, 300 el año pasado, o sea un 23% menos.
Ante la imposibilidad de discutir los grandes números, objetivos y concluyentes, se intenta trasladar entonces todo a un momento fugaz, episódico, sin perspectiva, que es el primer trimestre del año. Siguieron bajando el hurto y la rapiña. Desgraciadamente creció el homicidio: 92, cuando en 2019 habían sido 72. Pero si vamos para atrás, el primer trimestre de 2020, ultimo del gobierno frentista antes de entregar, se registró la misma cifra. El mes de mayo, invocado con dramática voz ahuecada, fueron 37, un mal resultado sin duda pero igual al de mayo de 2019. ¿Donde está la escalada entonces? La postverdad apela entonces a la emoción, "estamos en un momento crítico"...
Cuando se explica que los homicidios están referidos al mundo del delito, que de esos 101 solo 4 fueron personas sin antecedentes, se salta entonces al reproche retrospectivo: "es la misma explicación que daba el gobierno anterior y ahora la usa el actual...". Nada que ver: hoy se describe una realidad incuestionable, nadie se refugia en la idea de que los muertos del narcotráfico son muertos de segunda, como ocurría entonces, y por supuesto se está luchando contra un flagelo que dejaron crecer por no enfrentarlo con rigor cuando era un fenómeno incipiente. Ese es el gran tema: entregaron el país en manos del narcotráfico y con Uruguay marcado en el mapa mundial del crimen organizado.
Es más, en el curso del debate, no pudieron explicar porqué suprimieron las brigadas especiales de combate al narcotráfico de Montevideo y Canelones, donde se centra la mayoría de los homicidios. Esa es prueba concluyente de que enfocaron mal el tema, porque su teoría era que no había que perseguir las bocas chicas sino los grandes distribuidores y al final resultó que no pudieron ni con unas ni con los otros. Fueron víctimas de sus propias teorías, dogmáticas, que hacían de delincuente una víctima de la sociedad capitalista, responsable de todos lo males, y del narco de barrio un muchacho pobre caído en desgracia.
Quien con un mínimo de serenidad siguió la Comisión General no puede sino concluir que los fracasados del régimen anterior montaron un escenario teatral para intentar exorcizar su desastre, apelando a imágenes surrealistas. Esas del mundo de los sueños de Dalí, en que los objetos se instalan en una realidad transfigurada. Los propios responsables de la debacle, los mismos, hablaban como si fueran expertos y, en el colmo de la comedia, ofrecían colaboración técnica. Hasta Jorge Vázquez, el hermano ex tupamaro del fallecido Presidente, salió de su silencio para dar clase en la televisión, como si fuera parte de un éxito y no uno de los capitanes de la debacle.
Revertir la situación es muy difícil. La población vinculada al delito es demasiada y la mayoría no conoció nunca la vida del trabajo. Si al término de este periodo de gobierno, se logró detener el avance que año a año mostró el delito en los últimos 15, iniciándose por lo menos un proceso de reducción; y si el narcotráfico internacional se ha acotado en lo interno y desplazado en lo internacional, habrá que reconocer el mérito alcanzado. Esa es la meta razonable que calificaría un éxito. Con la misma claridad con que el fracaso de la gestión frentista fue parte fundamental de su derrota electoral y es lo que ahora, con estos montajes publicitarios, se quiere esconder.
Los delitos han bajado y si todos empujamos parejo, alentando a la policía y no desmoralizándola, bajarán aun más. (Nota que se comparte con Correo de los Viernes)



 



 

 
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