Edición Nro. 2137 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 24 de octubre de 2019
 
 
Inicio Contáctenos Ediciones_anteriores Agregar_a_Favoritos
VERSION PARA MOVILES
Todas_las Secciones AVIACIÓN_COMERCIAL_-_TURBINAS_ENCENDIDAS AVIACIÓN_COMERCIAL_-_TURBINAS_PERIODÍSTICAS PLUMAS_ILUSTRADAS TURBINAS_ARGENTINAS_-_ENFOQUES_COMPARTIDOS
TURBINAS ARGENTINAS - ENFOQUES COMPARTIDOS f
Enrique Guillermo Avogadro
Tres días
  • “A pesar de todo irás adelante. ¡La fe en el camino será tu constante!"
    Eladia Blázquez
Faltan tres días para que decidamos nuestro futuro y, también, el de toda la región. A pesar de nuestra decadencia infinita, un milagro hace que aún América Latina nos preste atención; si optáramos por continuar suicidándonos en cuotas, como hemos hecho durante un siglo, el clepto-populismo regresará por sus fueros –nunca mejor aplicado- a uno de los considerados como principales países del sub-continente.
Festejarán, entonces, Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil, Rafael Correa desde Bruselas, Raúl Castro y Miguel Díaz-Canel en Cuba, Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua, Andrés Manuel López Obrador en México, José “Pepe” Mugica en Uruguay y, por supuesto, por Nicolás Maduro y Diosdado Cabello en Venezuela. Todos ellos tienen enormes coincidencias por haber integrado el Foro de São Paulo y la UNASUR; algunos, además, son violadores seriales de los derechos humanos y aliados incondicionales –y socios comerciales- de Cristina Elisabet Fernández. Seguramente, se sumarán también a la fiesta Vladimir Putin en Moscú y Hasán Rohani en Teherán, siempre ansiosos de poner sus pies en la región, que comparten “virtudes” con los líderes mencionados.
El colmo en esa materia se produjo el jueves, cuando nada menos que el régimen asesino de Maduro fue elegido, con el voto decisivo del Movimiento de Países no Alineados, para integrar el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas. Que esa notable aberración, ya que el mismo organismo produjo recientemente un terrible informe sobre los asesinatos, torturas y desapariciones de miles de venezolanos, sucediera el mismo día en que un notorio opositor apareciera muerto a tiros y calcinado, no hizo más que poner la frutilla del inmundo e injustificable postre.
El mismo día, el peronismo reunido festejó en La Pampa su emblemático Día de la Lealtad; es importante, porque la historia nos ha demostrado que en el famoso movimiento los demás son de traición. En el acto estaba la “galería de los ases del choreo”, como diría Edmundo Rivero: los candidatos y la mafia de los gobernadores y sindicalistas (los mismos a los que Cristina mandó recientemente a suturarse un esfínter), que llenaron el aeropuerto con una flota de aviones, privados y públicos. Hablaron el mandatario local y los integrantes de la fórmula del Frente para Todos, y cada uno produjo frases que deberían ser desopilantes, si no resultaran tan trágicas.
Carlos Verna, muy suelto de cuerpo, reconoció que los dirigentes de ese espacio, aunque debían tragarse sapos, siempre caen parados y encuentran un palenque para rascarse y obtener algún cargo. La arquitecta egipcia, replicando cuanto había dicho en el Calafate al regresar de Cuba, se mostró como verdaderamente es: histriónicamente, abundó en sus ataques a la prensa independiente y en sus propuestas de establecer un nuevo “contrato social” y una CONADEP para la prensa. ¡Tenía razón cuando dijo que había que tenerle miedo!
Pero quien se llevó el Oscar a la mejor actuación fue el candidato a Presidente. Ese caradura describió la unidad peronista como el instrumento que les permite recuperar el poder cada vez que “ellos” (sic) logran arrebatárselo. Confesó así que, en realidad, cuanto se veía en el escenario era el directorio del PJ S.A., una empresa dedicada a acceder al gobierno para, desde allí, robar sin medida; por supuesto, se cuidó muy bien de recordar cuántos años gobernaron desde 1946 a la fecha -Juan Domingo Perón (tres veces), Héctor Cámpora, Isabelita Martínez, Carlos Menem (dos), Eduardo Duhalde, Néstor Kirchner y su viuda (dos)- y el profundo daño que siempre infligieron sus exponentes a los argentinos. Ayer, además, escribió para el futuro: “Cristina y yo somos lo mismo”.
Estuvo también presente la candidata a Vicegobernadora de la Provincia de Buenos Aires, Verónica Magario, actual Intendente de La Matanza. Que esta señora -que integra el equipo que gobierna el distrito desde 1983 y que hoy es el más afectado por las inundaciones, porque ella no aceptó las obras hídricas que pretendía encarar allí María Eugenia Vidal, que ya evitan esas catástrofes en Luján o en La Plata- esté a un paso de ganar las elecciones, no hace más que confirmar que un grave síndrome de Estocolmo afecta a los más pobres de nuestros ciudadanos.
Hoy, a partir de las 17:00 horas, seremos protagonistas de un hecho histórico: la más que masiva concentración que se hará, sin colectivos ni choripanes, en el Obelisco porteño y en muchísimos lugares de todo el país, para demostrar que somos muchos quienes no queremos más corrupción, más populismo, más violaciones a la Constitución y a las leyes, más tentativas de sometimiento del Poder Judicial, más ataques a la libertad de prensa, y reconocer que hemos recorrido un gran trecho, con múltiples errores, en el camino hacia un país normal, y que no estamos dispuestos a desperdiciarlo para que unos pocos –o muchos- se vuelvan a enriquecer a nuestra costa. 
Y mañana asistiremos al segundo debate entre los candidatos presidenciales. Espero que, esta vez, el Presidente Macri se ponga los pantalones y salte al cuello de Alberto Fernández, para enrostrarle las mismas cosas que, en materia de corrupción y complicidad con el crimen, éste dijo desde que dejó de ser ministro Néstor Kirchner y que ahora, cuando la real jefa lo designó a dedo, desmiente sin vergüenza alguna.
Los días que faltan para las elecciones nos harán vivir, como dice la maldición china, tiempos interesantes. Si logramos entrar al ballotage, y estoy seguro de que así será, se extenderán, como mínimo, hasta el 24 de noviembre. Habrá que tener coraje, porque seguramente lloverán piedras.



ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



Crónica de otros tiempos

Imbecilidades burguesas

Decíamos ayer que las batallas de Las Piedras, Rincón y Sarandí no existen en la agenda gubernamental, paulatinamente olvidadas en estos ya largos y prostituidos años de gobierno frenteamplista. Tampoco la de Ituzaingó, en tanto la Jura de la Constitución constituye, para estos alumnos mal aplicados e insurrectos del Foro de San Pablo, y peor intencionados del Grupo de Puebla, una imbecilidad burguesa.
El Desembarco de los Treinta y Tres Orientales en la Playa de la Agraciada, para esta ruindad latinoamericana encaminada a incendiar el continente para acabar con el Grupo de Lima y gobiernos neoliberales, constituye una guasada que solamente sirvió de inspiración poética a Juan Zorrilla de San Martín.
De pacientes plumazos, reiterados y a sabiendas, el gobierno del Frente Amplio avanza como zorro en gallinero para ir eliminando aviesamente cualquier vestigio de los episodios independentistas que se  sucedieron a lo largo de la primera mitad del siglo XIX, y la veintena de movimientos revolucionarios que cimentaron el concepto de patria entre 1842 y primeros años del siglo XX.
La sostenida pauperización de las Fuerzas Armadas, y el silencio cómplice de una oposición lechuguina, acomodadiza y siempre vacilante, facilita la incursión cada vez más pronunciada del repudiable elenco instalado por el voto en la sociedad uruguaya, a la que engañó vilmente prometiendo maravillas que jamás se dieron.
Constituidos en una máquina de delinquir y de proteger la impunidad de los suyos, basados en la infraestructura electoral que tiene sustento en la ignorancia popular que se acentúa a pasos agigantados, guardan silencio cómplice de los actos de corrupción ya evidentes que involucran y abarcan sin excepción a todo el sistema político uruguayo. Calladitos la boca, siniestros y perversos, captan masivamente votos ciudadanos, travestidos en ovejas mansas con piel de lobo.
So pretexto de la seguridad, han instalado miles de cámaras fisgonas de la vida ciudadana, de las que no se sirve adecuadamente el Poder Judicial. Presuntas pruebas han sido obviadas por magistrados agobiados de expedientes, excedidos en tolerancia infinita con el delincuente. En tanto, el crimen prosigue su carrera avasallante sin contención posible, delitos traducidos con liviandad e irresponsabilidad en reiterados “ajustes de cuentas”, justificación inaceptable del Ministro del Interior.
La deserción estudiantil a partir del tercer año escolar, y la ausencia de trabajo remunerativo medianamente aceptable alienta el delito y la profusión de asentamientos urbanos y suburbanos en todo el país, arrojando al ciudadano empobrecido y desposeído a las fauces siempre abiertas del narcotráfico.
Uruguay transita estos rumbos preelectorales de la mano de un poder político carenciado y competitivo en la palabra, que promete cualquier cosa, hasta lo más inverosímil, en tanto los tiempos consolidan la fractura de la sociedad; quebranto solapado y sin pausa, impulsado y propiciado, además, por la fatiga de un sistema agotado.
Con Vázquez y Mujica a la cabeza ha desaparecido el concepto de patria bajo la batuta empecinada del Partido Comunista, sobre cuya legalidad electoral -siendo enemigo declarado de la democracia republicana- habría que debatir.
Un millón de ciudadanos en tres, se alimenta como puede y mal. Muy mal. Otro millón debe acudir para su sustento a un doble empleo, en tanto se destruye sin posibilidad de enmienda la clase media.
El odio de clases se fomenta a todo nivel; sueldos y pasividades se vinieron abajo; se multiplican los impuestos y las facturas enloquecidas de las tarifas públicas, en un país electorero que pese al empeño interesado de punteros políticos y candidatos ya está en el sálvese quien pueda.
Gobierno frenteamplista y partidos tradicionales responsables del desquicio, trajeron estos lodos que nos embarran de pies a cabeza.
En el plano regional, América Latina sucumbe con el dictador venezolano y las asonadas compañeras del Ecuador, Chile y Bolivia. Argentina, expectante de su resultado electoral, tiene su cuerpo sedicioso pronto para actuar, gane quien gane. Sólo falta encender la mecha y se incendia Buenos Aires. Tierra arrasada al enemigo, tal como aprendieron desde los tiempos del éxodo jujeño.
Los aires montevideanos presagian la tormenta; hay mar de fondo. La batalla se juega en las urnas el domingo. ¿Y después? ¡Qué importa del después…!
Desde el principio de la historia rescatamos el mensaje: “La cuestión es sólo entre la libertad y el despotismo”. Y punto.
Ricardo Garzón


 
 














 












 

 

 
Inicio Contáctenos Ediciones_anteriores Agregar_a_Favoritos
Directora: Doctora María Garzón
Administración y Redacción:
Edificio Torre de las Américas Apto.206, Calle 28 y Gorlero.
Punta del Este - Uruguay
Sitio Web optimizado para resoluciones 1024x768 y superiores.