Edición Nro. 2101 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 25 de enero de 2019
 
 
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Jorge Azar Gómez - Ex representante de Uruguay ante ONU
Mujica y Vázquez con "broncemia severa"

Según los últimos diagnósticos médicos , Mujica y Vázquez están severamente afectados de "broncemia", cuya principal causa es la elevación progresiva del nivel de bronce en la sangre del individuo que la padece,
La enfermedad pasa por dos etapas, claramente diferenciadas, aunque igualmente significativas. La primera es la «importantitis». El afectado, en uno y otro sentido, se cree tan importante que merecería todos los honores y todas las distinciones habidas y por haber. La segunda es la «inmortalitis», que consiste en la convicción de que merece que su memoria se perpetúe a través del tiempo. La humanidad se debería sentir dichosa y orgullosa de su paso por la tierra. Es muy lógico que su efigie se exhiba en estatuas de bronce que canten su inmortalidad.
La enfermedad se puede desarrollar en cualquier lugar, pero, que crece, con especial virulencia, en aquellos lugares que se encuentran más próximos a los centros de poder político.
Los síntomas del broncémico son, entre otros, la soberbia y la afectada solemnidad de su comportamiento. Al parecer, es una enfermedad algo tardía, ya que no suele presentarse (hay casos que lo desmienten, desde luego) antes de los cuarenta o cuarenta y cinco años y los más severos aparecen a partir de los sesenta y los setenta..
Cuando el broncémico avanzado habla, lo hace erguido, como si estuviese haciéndolo desde un púlpito. Esta forma de hablar viene acompañada de una sordera interlocutoria que le impide escuchar a los demás.
Otros síntomas importantes de la enfermedad son los siguientes: en primer lugar una diarrea mental incontenible. El broncémico habla sin cesar, inevitablemente de su persona y de sus éxitos.
El segundo síntoma es la sordera interlocutoria. Su marcada hipoacusia hace que el broncémico no escuche a nadie, por muy interesante que sea lo que dice.
El tercer síntoma es el reflejo cefalocaudal, que consiste en una extrema rigidez postural. El broncémico es hierático. Como el bronce se empieza a acumular en los pies, no camina, se desplaza majestuosamente.
La perdida de su capacidad de sonreír de forma natural, la sustituyen por un gesto rígido, propio de quien ha modificado la original condición física de los tejidos humanos, convirtiéndola en una más cercana a la que caracteriza a las aleaciones metálicas y, en especial, a la de cobre y estaño.
La broncemia es una enfermedad contagiosa. Estar rodeado de broncémicos encierra un peligro notable. La adulación es una de las formas más destacadas y frecuentes de contraer la enfermedad, así como la falta de autocrítica y, por supuesto, de humildad.
En su fase terminal, cuando ya se hace de todo punto incurable su mal, el broncémico cree desayunar a diario con los dioses y, solo tras hacerlo cada mañana, accede, magnánimamente, a descender al mundo de los mortales y permitirles disfrutar con su displicente presencia. He oído que el té de esos desayunos lo sirve, personalmente, Apolo.
El broncémico no se da cuenta de que su solemnidad resulta ridícula y de que su engolamiento le convierte más en objeto de risa que de admiración. No se da cuenta de que al mirar por encima del hombro a los demás, no los empequeñece sino que los distancia. Uno se pregunta por la obsesión que los broncémicos tienen de perpetuarse a través de estatuas de bronce. Todo el mundo sabe que sobre la cabeza de muchos próceres depositan las palomas sus excrementos y sobre los pies que sostienen su cuerpo inanimado orinan tranquilamente los perros.
¡Ah, la broncemia! ¡Qué enfermedad tan nefasta! Hagamos todo lo posible por mantenernos alejados de ella.
Por desgracia, para Tabaré Vázquez y José Mujica , ya es demasiado tarde...

Carlos Asecas
Maldita inclusión financiera

Este gobierno que se dedica a improvisar, cada tanto nos presenta una sorpresa. La más rechazada por la mayoría de la población se refiere a la dictatorial inclusión financiera.  No parece negativo que se promueva el uso de otros medios de pago, sino que es rechazado que esto  se aplique en forma coercitiva. Cada ciudadano tiene derecho a elegir cómo quiere utilizar su dinero, y el estado no tiene porqué obligarlo a hacer  lo que los genios del MEF consideran adecuado.  A su vez esta es una forma de controlar que hace cada uno de nosotros con su dinero, lo que considero típico de un estado totalitario. Tengo personas que trabajan en el sistema financiero y me han informado que el BROU ha retirado varios millones de pesos en billetes, de modo que hay menos circulante.
La consecuencia de esto lo sufrimos todos los días quienes mediante una tarjeta tratamos de extraer nuestro  dinero de los pocos cajeros automáticos que están en servicio y que a pesar que la demanda por su uso ha aumentado, cada vez son menos.  Tengamos en cuenta que muchos de los que han sido explotados por delincuentes, no han sido puestos nuevamente en servicio.
No sólo esta ley ilegal conspira contra la libertad de como usar nuestro dinero sino que las empresas que recargan los cajeros por un tema de costos, realizan ese trabajo  en menos oportunidades que las requeridas por las necesidades de los usuarios.
Esta situación no sólo causa problemas a los usuarios de nuestro país sino que los turistas que llegan y necesitan de sus servicios, se ven perjudicados. En estos momentos me encuentro en Piriápolis y también aquí el uso de los cajeros es un desastre.  El martes 22 todos los cajeros de BANRED estaban fuera de servicio. Si el cliente quiere utilizar un cajero de REDBOU debe abonar un costo de U$S1,50 por cada transacción, cuando quién genera ese problema es BANRED, por lo tanto ellos deberían asumir dicho costo. Al día siguiente el sistema funcionaba pero todos los cajeros estaban sin dinero. Éramos varios los perjudicados por esta situación; incluso escuché quejas de turistas argentinos al respecto. Decidí llamar a BANRED para solicitar una solución pues necesitaba el dinero. La excusa esgrimida por la persona que me atendió fue que por las vacaciones había mayor demanda. La respuesta me pareció una tomada de pelo, pues eso es obvio y en consecuencia deberían tomar las previsiones necesarias para que eso no suceda. Solicité me informaran si había algún cajero en la zona que tuviera efectivo. Me informaron que la Estación ANCAP que está pasando el Hotel Argentino tenía disponible. Concurrí al lugar y no era verdad.  Como verán cada vez que queremos acceder a nuestro dinero es toda una odisea  y una pérdida de tiempo de la cual nadie se hace responsable.  El gobierno nos obliga a utilizar nuestro dinero como  ellos quieren, pero quienes deben prestar un servicio por el cual estamos pagando, hacen lo más le conviene a sus intereses económicos sin que el gobierno los presione en absoluto. Esto que está sucediendo es una vergüenza y el responsable de todo estos es el genio de Martín Vallcorba que diseñó este mamarracho que funciona en países que juegan en primera división pues hacen las cosas con seriedad y no experimentando.




ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



Merecen el ostracismo, frenteamplistas
Se cae la dictadura en Venezuela. Y todos sus cómplices en Uruguay también van a caer. Yo me acuerdo de quiénes son: los vi cantar loas a la revolución bolivariana. Los vi llenarse los bolsillos a expensas de la libertad y el hambre de los venezolanos. Ustedes negaron asesinatos, presos, torturados, desaparecidos y exiliados para hacer gárgaras propagandísticas con su puta patria grande. Ahora mirarán para el costado y dirán que ustedes no fueron, que no sabían, que ignoraban lo que hace una década unos pocos -cada vez más- venimos denunciando. Ustedes eran muchos -cada vez menos- y cargarán el tiempo que les queda con el peso de haber sido el soporte ideológico de este experimento genocida. Cómplices de asesinos y mafiosos, eso son; en Venezuela y Uruguay, en Argentina y Brasil, en Cuba y Nicaragua. Con perder las elecciones y tener unos cuantos presos por corrupción (que es lo que va a pasar) con eso no basta. Ustedes merecen el ostracismo, frenteamplistas: desaparecer de la vida política de este país, y de cualquier lugar del mundo, para siempre.
Federico Leicht

 


















 












 

 

 
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