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| Javier Bonilla |
¡No sueño más!
Brasil... ¿a morir con los ojos abiertos? |
Cuando veo que gente que hipotecó su supuesta independencia apoyando al ex presidiario Lula en la segunda vuelta de las elecciones, ya sea la diputada socialista Tabata Amaral, el supuestamente liberal y ahora sancionado por su propio partido (el Novo), João Amoedo, por haberse inclinado a favor del des-condenado, la economista y columnista Ana Carla Abrao Costa, o el también economista Armínio Fraga, ex asesor de Soros y ex presidente del Banco Central en tiempos de Fernando Henrique Cardoso, se empieza a arrepentir de lo que votó y reconoce sentir temor por lo que se viene, yo también me asusto bastante.
Casi más que cuando veo periodistas ser apartados, en las últimas semanas, de las pocas redes independientes que aún quedan...
Cuando constatamos que nadie le pone límites al draculesco jerarca del Supremo Tribunal Electoral y del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, y que este remedo de juez ya plantea la posibilidad de acusar y proscribir electoralmente al propio Bolsonaro, a sus principales legisladores y a su candidato a vice, el general Braga, sin que nadie se escandalice, o que el propio De Moraes, a las carcajadas, dice, después de haber detenido a 100 manifestantes, bloqueando sus cuentas, bienes, etc., que aún "hay mucha gente para detener, embargar y multar, directamente, me alarma...! Lo mismo cuando el designado ministro de Justicia y Seguridad, el maoista Flavio Dino anuncia que va a procesar a cualquiera que acuse a su líder de "ladrón" o "corrupto.
Cuando observamos la pléyade de ex procesados designados ministros y otros cargos jerárquicos, y se elimina la exigencia de entre ejercer actividad político partidaria y dirigir organismos públicos, dejar pasar un período de tres años, ni hablemos.
Cuando marginales infiltran las manifestaciones en Brasilia para incendiar cuanto pueden a los gritos de "Fuera Bolsonaro" y la mayoría de los medios finge ignorar esto último, las alertas están al máximo. Lo mismo al ver gran parte del gabinete designado por Lula, del que hasta el momento, parece salvarse el Dr. Mucio, próximo Ministro de Defensa.
Ahora, cambiar a Paulo Guedes (el economista que todos querían en su cuadro!!) por el impresentable, en materia de Hacienda, Fernando Haddad, ahí ya entramos en el mundo del surrealismo nada mágico. Y los mercados, a los que Lula desdeña, lo resienten de forma evidente... O amenazar con juicios electorales falsos al senador Sergio Moro y al gobernador electo paulista, el destacado ex ministro de Infraestructura Tarcísio De Freitas, conducta que se arrima no solo a la ilegalidad más absoluta de la dictadura judicial que desde hace dos años asola a los brasileños, sino a la misma locura.
Bueno, las febriles gestiones que el PT y buena parte de la izquierda brasileña está realizando frente al actual gobierno para que dejen entrar a sórdidos personajes, como Maduro u Ortega, para el espectáculo circense del 1o.. de enero, animado después por unos cuantos artistas mimados por subsidios durante décadas de gobiernos zurdos, hoy muy felices por la designación de su camarada, la cantante Margareth Menezes como futura ministra de Cultura, pinta un cuadro bastante exacto de lo que parece venir a arrastrar al fango bolivariano a Brasil y al resto de Sudamérica.
Así como la feroz y mentirosa campaña, que pretende convencer a Brasil y al mundo que el feroz Bolsonaro dejó tierra arrasada! ¿Cómo? ¿No era que ministros como Tarcísio, Guedes o Pontes eran una unanimidad nacional y todo el espectro político aspiraba a reclutarlos? ¿Ahora se transformaron en ogros? ¿También quieren instalar el relato de una Amazonia y de un Pantanal devastado, pese a que el vicepresidente Mourão destinó recursos satelitales inéditos y unió los esfuerzos policiales, ambientales y militares para lograr un record de detenciones, multas, requisa de maquinarias, herramientas y más de 110 aeronaves en trabajos clandestinos y hasta en narcotráfico o trata de personas?
La pregunta es si la parte aún sana, ya no de los brasileños, sino de nuestro continente, se resignará a cruzar los brazos; si la frontera de la nación bolivariana llega al Chuy o a Foz de Iguazú. Lamentablemente, aunque no quisiera que el Brasil actual terminara en el caos como el Chile de Piñera al ser entregado al siquiátrico Boric, creo que es una pregunta retórica... Por el momento, no sueño más! |
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| Rafael Rubio |
| Catastrofización |
- “Se debe aprender de la experiencia de los demás. Aprender solamente de la experiencia propia resulta muy costoso y casi siempre llega tarde”. Winston Churchill
Nuestros antepasados que vivían en cavernas, desarrollaron estrategias vitales para enfrentarse a las diferentes amenazas. De esta necesidad surgen respuestas automáticas, que ocurren sin pensar: atacar o huir. Estas conductas se fueron formando en base de otras más primitivas y así sucesivamente. Después de miles de años, el mecanismo se mantiene intacto. De eso se trata el miedo, respuesta biológica al peligro que busca asegurar nuestra supervivencia a través de la opción lucha/huida.
La versión más evolucionada del miedo es la ansiedad, que no corresponde a un riesgo presente, se trata de una emoción orientada al futuro. Se trata de una respuesta básica ante acontecimientos futuros que se perciben como negativos y sobre los cuales no se tiene control. La ansiedad indica estar alerta y por tanto reducir funciones corporales y psicológicas actuales para focalizar la atención en fuentes de amenaza futuras.
También existen situaciones ambiguas y para eso usamos atajos, que nos ayudan a anticiparnos a potenciales peligros. Los atajos, conocidos como sesgos cognitivos, dan comienzo a cambios corporales que son síntomas de miedo o ansiedad. Todo el organismo se prepara para defenderse (atacar o correr) y el resto de las actividades se descuidan, ya que lo más importante es la supervivencia.
A los síntomas fisiológicos y las conductas defensivas, se les suman como otros dos componentes pensamientos e imágenes orientadas al peligro y la activación de los sesgos cognitivos.
i. “Donde está tu miedo, ahí está tu tarea”. Carl Jung
No podemos hacer mucho más cuando nuestro cerebro detecta peligro que rendirnos a los mecanismos biológicos que gobiernan nuestra mente y cuerpo de manera automática. Ahí se tiene la sensación de “pérdida de control”, se olvidan los detalles o se realizan acciones estereotipadas. Por último, se llega a un mecanismo llamado “pensamiento elaborado”. En esta actividad de reflexión, también intervienen los sesgos, que están activos desde el comienzo del miedo, un sesgo cognitivo es una fórmula que sintetiza varias operaciones mentales o pensamientos encadenados. Uno de estos atajos mentales ligados al miedo y la ansiedad se conoce como “catastrofización” (Manes, Facundo y Niro, Mateo. 2018. El cerebro del futuro. Grupo Editorial Planeta S.A.I.C. Pág. 420). Es una operación mental rápida que ante una situación ambigua tiende a asumir la opción negativa. El pensamiento elaborado al ser influenciado por las experiencias y aprendizajes, está plagado de errores no intencionados. Si los sesgos catastrofizan, es posible se activen sistemas de peligro que terminen siendo confirmados como tales por el pensamiento elaborado.
La catastrofización, como otros sesgos cognitivos, pueden ser responsables de cómo se sobrellevan los mecanismos innatos (respuesta de lucha/huida) para la supervivencia y la seguridad. A su vez, pueden no adaptarse a situaciones nuevas y llevar a desarrollar malos hábitos de cuidado y seguridad.
ii. Situación nueva y catastrofización
El FA perdió las elecciones nacionales, algo que remotamente no pasaba por la mente del común de sus militantes y que por tanto no es aceptado.
Entonces:
- La LUC tenía poca calidad democrática.
- Se viene el gatillo fácil.
- El “desalojo express”.
- Se privatizaba la educación.
- La reforma de la seguridad social la pagan los trabajadores (¿?).
- El Proyecto Neptuno “no” fue discutido por la población (¿?).
- “Algo huele feo” en el caso Astesiano…
Para el caso Astesiano que es sumamente serio y preocupante, se debe tener cuidado de no caer en una distorsión de la percepción conocida como “proyección”. Ocurre cuando una persona atribuye sus propios sentimientos o actitudes a otra. Por tanto la proyección es un mecanismo de defensa para echar la culpa a otra persona o para protegerse contra sus propios sentimientos inaceptables, que son influenciadas, por el miedo, el odio y la inseguridad.
Personalmente, el caso Astesiano me recuerda a los “topos cubanos”, usados para robar información al enemigo y también por qué no, hacerse de unos “dinerillos”. |
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| Carlos Asecas |
| La corrupción es una pandemia en Latinoamérica |
Lamentablemente la corrupción es un grave problema a nivel mundial, pero en los países latinoamericanos, los responsables raramente cumplen una condena. Lo fundamental para que esto no ocurriera, sería que este delito sea considerado imprescriptible por todos los países. Se puede asimilar a un crimen de lesa humanidad, porque las consecuencias que estos malandras generan en sus países, son catrastróficas. Esto difícilmente se consiga porque estos delincuentes pagan fortunas (con plata robada) a reconocidos bufetes de abogados, que presentando infinidad de apelaciones, estiran los juicios por años. Si esto no surte efecto, porque la justicia actúa con más celeridad, siempre van a conseguir algún país amigo que les brinde asilo, porque saben que estos delincuentes vienen acompañados de una millonaria fortuna que se introduce en esa plaza y les permite vivir como reyes por el resto de sus días. Estos países son cómplices de estos corruptos que con su actitud criminal, empobrecen a sus habitantes, generando infinidad de problemas. La más grande trama de corrupción se canalizó a través de Odebrecht, que comenzó en Brasil y repartió metástasis a casi todos los países latinoamericanos. Si observamos los involucrados en estos delitos a nivel latinoamericano, encontramos que la mayoría son íntimos con el Frente Amplio. Esto nos recuerda la frase de un corrupto uruguayo que decía: “si es corrupto no es de izquierda; si es de izquierda, no es corrupto”. Típico verso para que se lo crean los ignorantes y después es tan caradura, que renuncia por motivos personales.
Refresquemos la memoria:
Lula Da Silva en Brasil, condenado a doce años de cárcel por la Operación Lavajato, de los cuales sólo cumplió 19 meses y fue liberado porque fue juzgado por un un tribunal que no tenía competencia, no porque se consideró que era inocente.
Rafael Correa en Ecuador, condenado a ocho años de cárcel por sobornos recibidos entre 2012 y 2016. Nunca cumplió su condena porque con su amiguita belga se exilió en Bélgica y cambia constantemente de domicilio para que no lo pueda ubicar la justicia ecuatoriana. Viaja sólo a países amigos (Cuba, Venezuela, Argentina).
Cristina Kirchner en Argentina, condenada a seis años de prisión por administración fraudulenta en la obra pública entre 2003 y 2015 junto a su marido e inhabilitada de por vida a ocupar cargos públicos.
Puede presentar infinidad de apelaciones, lo cual puede durar años.
Flia. Castro en Cuba, en obra del puerto de Mariel por parte de Odebrecht con préstamos de bancos estatales brasileños apoyados por Lula Da Silva. Se desconoce el monto de los sobornos por el hermetismo de un gobierno dictatorial. Sin juicio porque la justicia no existe en una dictadura.
Chavez, Maduro, Diosdado Cabello en Venezuela, sobornos en obra pública que sería alrededor de U$S98.000.000 otorgados por Odebrecht. Sin juicio porque la justica no existe en una dictadura.
Se calcula que Odebrecht entre 2001 y 2006 pagó sobornos por U$S788.000.000.
Como podemos ver la izquierda, que maneja siempre el verso de que son un grupo intachable, están salpicados por este virus y a pesar de las pruebas presentadas, sus cómplices en países afines a su ideología los defienden, generando mantos de duda sobre la justicia que actuó de acuerdo a derecho.
Esta es la verdadera izquierda que también soportamos en Uruguay y de la cual Fernando Pereyra la define como un partido honesto, solidario y responsable. Es un caradura. Te va a crecer la nariz. |
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Crónica de estos tiempos
Se Dice
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Que la masiva instalación de radares en las calles capitalinas y rutas nacionales augura una recaudación excepcional para las intendencias municipales de todo el país, habida cuenta de las multas leoninas, exorbitantes y descomunales que se han establecido para los infractores.
Que se instalarán también radares móviles para multar a quienes sortearon los puestos fijos, con vehículos de control de las comunas y policía caminera lanzadas a proteger a los inspectores de tránsito y sancionar a todo aquel que circule por encima de los parámetros matemáticos establecidos, con carácter general entre 45 y 60 quilómetros por hora.
Que con el país distraído en cuestiones "personales" que atañen con toda prioridad al sistema político uruguayo, llegamos a fin de año con la historieta de Astesiano y Marset, de Maciel y de Ache, y de Suárez y Cavani, mientras la mayoría de los uruguayos desespera por una mejoría sustancial de sus ingresos, afectados diariamente por la disparada semanal de los productos de primera necesidad.
Que escapa a todo raciocinio advertir la preocupación del sistema político uruguayo por el porvenir de la seguridad social en las próximas décadas, cuando en el presente más de un millón y medio de habitantes cobra sueldos, jubilaciones y pensiones en el orden de los 18 mil pesos mensuales y menos, sin que ningún partido político se refiera seriamente al respecto.
Que se mantiene en todo su esplendor el impuesto a las pasividades, (IASS), cuya derogación fue caballito de batalla de los partidos políticos en la campaña electoral.
Que desde tiempo inmemorial los controladores aéreos uruguayos ponen en jaque al país, y a la industria turística en particular, -amenazando con paros y huelgas en los albores de la temporada-, justo cuando se producen a nivel universal desplazamientos humanos con motivo de celebrarse en el mundo entero las fiestas navideñas y de fin de año.
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