|
Carlos Asecas |
El progresismo corrupto y permisivo |
Antes de la llegada del progresismo al gobierno de nuestro país, nos sentíamos orgullosos de los valores que nos diferenciaban del resto del mundo. Lamentablemente eso ha cambiado, a tal punto que individuos que se alzaron en armas contra la democracia y mataron a otros por diferencias ideológicas, mediante el voto popular han llegado incluso a la presidencia de la república. Es difícil de entender cómo las nuevas generaciones se han dejado engañar por las mentiras que la izquierda les ha inculcado, lo que demuestra la ignorancia de estos con respecto a lo sucedido en nuestro país. Incluso los innumerables actos de corrupción que en estos quince años han sucedido, parecen no afectar la simpatía hacia la izquierda. Hay que reconocer que son unos genios mintiendo. Tenemos a los corruptos amigos del gobierno que con su apadrinamiento hicieron cuantiosas ganancias en los negocios con Venezuela, parte de las cuales deben haber colaborado en la campaña electoral del Frente Amplio. Ni hablar de los innumerables casos de corrupción que se destaparon en ASSE en distintos hospitales de todo el país donde los directores estaban involucrados en jodas de todo tipo con la anuencia de las autoridades superiores que alguna ventaja se llevarían. La frutilla de la torta se dio cuando el vicepresidente Sendic renunció acorralado al ser procesado por peculado y abuso de funciones. Eso sin considerar las otras jodas que se destaparon con la investigación como la fastuosa fiesta de U$S350.000, el remolcador que nunca navegó, el negocio con Trafigura, etc.
Estos corruptos son protegidos por dos tipos de personas: aquellos que sacan tajada y participan en el negocio y los que los apoyan y los votan y demuestran tener dos neuronas las cuales no les permiten razonar que el dinero que se apropian es de la gente.
La pérdida de valores la vemos en varios niveles. En la enseñanza quienes están al frente de la misma son agredidos tanto por alumnos como por familiares de estos y las autoridades no ponen sanciones; la autoridad policial es insultada y agredida y cuando esta reacciona desde dentro del gobierno los catalogan como represores; los funcionarios de la salud tanto en los centros hospitalarios como cuando concurren a los domicilios son agredidos y en algunos casos rapiñados; en las cárceles no existe la autoridad a tal punto que los presos dirimen sus diferencias en peleas a muerte y siguen consumiendo droga y dirigiendo bandas externas mediante celulares. Estamos viviendo un estado de anarquía total debido a la permisividad y falta de autoridad por parte del gobierno. A esto tenemos que sumarle declaraciones insólitas del Inspector Layera el cual afirma que la población vive con tranquilidad en su barrio. Hace unos meses nos decía que seguiríamos el camino de El Salvador o Guatemala. Parece que algún puestito le ofrecieron. Debería escuchar los noticieros más seguido y ver a ciudadanos en distintos barrios que declaran que tienen miedo de salir pues son asaltados en forma reiterada. No tiene en cuenta el alarmante aumento en asesinatos, rapiñas y robos que demuestran falta de capacidad por parte de quienes dirigen, teniendo en cuenta que la policía tiene más equipamiento tecnológico y armamento. En relación a la población tenemos más policías que grandes ciudades como México y Nueva York.
Dejemos de lado los fanatismos y no permita que lo engañen nuevamente. Lo que prometieron hacer en quince años no lo van a hacer en cinco. Quienes se postulan por el oficialismo son los mismos que apoyaron ese fracaso y ahora se hacen los distraídos. No se resigne a seguir este camino, dele su voto a la oposición y tenga esperanza por un país mejor sin hipócritas, corruptos e incapaces. Recuerde que la izquierda es el cáncer de la política y eso lo vemos en Cuba y Venezuela, campos de concentración que este gobierno defiende a pesar de informes negativos de Michelle Bachelet. Mintiendo quieren mantenerse en el poder para agrandar su patrimonio y acomodar a sus parientes y amigos.

|
|
AGREGAR A FAVORITOS
A+ / A-
IMPRIMIR
VOLVER AL INICIO
|
|
Michael S. Castleton |
¿Cuál debate?
|
A esta altura los uruguayos o muchos de nosotros estamos cansados de escuchar supuestamente sesudos comentarios sobre algo que no fue.
Es bien sencillo, lo que muchos perdieron tiempo esperando, un encuentro dialéctico vigoroso entre los dos candidatos principales a la presidencia de nuestra república, no fue más que una pérdida de tiempo porque debate, lo que se dice debate, no hubo.
Es más, las repercusiones de la justa intelectual durarán lo que la manteca en el hocico de un perro. Se derretirán y desaparecerán rápidamente.
Lo que vimos los orientales fue un intercambio de ideas y alguna recriminación entre dos políticos profesionales cuyo mayor interés parece ser que no se mueva el barco. No vimos sangre, no vimos nervio, no vimos garra. Vimos una cosa, un intercambio de ideas entre dos hombres encorsetados por reglas y acuerdos, cuidados y maquillados al extremo.
Hay algunos que se felicitan porque el intercambio fue cordial. Pamplinas ! Se enfrentan dos modelos diametralmente opuestos de país . No hay lugar, preceptivamente, a cordialidad. Civilidad sin duda pero la cordialidad es absolutamente irrelevante en estas cuestiones . Hay demasiado en juego.
Objetivamente en el intercambio de ideas que se produjo no hay duda que el candidato nacionalista se desempeñó mejor. Más claridad de ideas, mejores propuestas aunque pocas, mejor expresadas tanto verbalmente como semioticamente.
Lacalle Pou logró representar lo que es , un viento nuevo de gente nueva que viene a sacudir nuestra modorra pueblerina exacerbada por tres lustros de desgobierno de la izquierda vernácula.
Martinez en cambio, en definitiva parecía tener como oferta para los votantes nada más que más de lo mismo, y, tiempo para hacerlo. Magra oferta para un candidato en una elección general. Más en una elección que representa un punto de inflexión en el proceso histórico del crecimiento político de nuestra nación.
Un punto de inflexíon que significa el cambio de derrotero político de nuestro país. Un cambio de derrotero desde el populismo neo-marxista tan nefasto en nuestro continente hacia una sociedad liberal, libre , próspera, donde cada uno si bien responsable hacia la comunidad es también único responsable de su destino.
Un punto de inflexión que marque un rumbo que saque a todos los orietales de la noria de incapacidad, desidia, arrogancia estatal y corrupción en que nos encontramos.
El enfrentamiento de modelos políticos no quedó claro en el supuesto debate. Aunque esto si subyace los comicios que se aproximan.
Políticamente con este ‘debate’ es probable que el que más ganó fue el Gral. Manini Rios Stratta, su familia y su grupo político. Los ‘debatistas’marcaron espacios políticos pero por las propias condiciones acordadas abrieron espacios en la telararaña de nuestra vida política que ninguno pudo llenar. A río revuelto ganancia de pescadores. Cabildo Abierto y todo lo que representa ha aumentado su espacio electoral con este debate que no fue. A eso justamente , a ese vacío, apela Manini y los que lo rodean.
Es posible que este no debate político tenga consecuencias imprevistas. Lo que es seguro, es que debate no fue.
Esperemos que aprendamos para el futuro y aprendamos a hacer debates en serio. Sería buena cosa para el Uruguay y para los uruguayos.

|
|
AGREGAR A FAVORITOS
A+ / A-
IMPRIMIR
VOLVER AL INICIO
|
|