Edición Nro. 2321 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 11 de agosto de 2023
 
 
Inicio Contáctenos Ediciones_anteriores Agregar_a_Favoritos
VERSION PARA MOVILES
Todas_las Secciones AEROPUERTOS,_AVIACIÓN_COMERCIAL_Y_TURISMO PLUMAS_ILUSTRADAS UN_ARGENTINO_ORIENTAL_OPINA_-_ENFOQUES_COMPARTIDOS
UN ARGENTINO ORIENTAL OPINA - ENFOQUES COMPARTIDOS f
Enrique Guillermo Avogadro
Dura Campaña
  • “La historia a menudo es producto de la irreflexión. Es una hija bastarda de la estupidez humana, el fruto de unas mentes obnubiladas, de la idiotez y de la locura”. Ryszard Kapu?ci?ski
He firmado un manifiesto público pero ignoraba que se haría público bajo el título “La Cultura apoya a Patricia Bullrich”; siendo mi hijo homónimo Ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, se ha generado una enojosa confusión de identidades (https://tinyurl.com/3r28sv2a) que me resulta imprescindible aclarar.
Debe ser complicado para el Aceitoso, en su triple rol de fracasado Ministro de Economía, de Presidente de facto y de pre-candidato presidencial hacer campaña electoral, en especial si, después de tantos años de populista y suicida congelamiento, sube brutalmente las tarifas a días de las PASO. Quien se ha hecho con el poder absoluto por la defección de Alberto Fernández y por el prudente silencio de la Vicepresidente y, con esas decisivas armas, ha logrado triplicar la inflación anual, impulsar la cotización del dólar de $ 290 a $ 570, llevar la pobreza al 42%, más que duplicar la deuda pública, y pulverizar el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, todo ello en sólo un año de gestión, no puede soñar con triunfar en las elecciones de octubre. Y qué decir de la enorme corrupción que ha organizado para enriquecerse aún más. Imaginemos cuánto más daño podría hacer si la ciudadanía le concediera otros cuatro años al frente del país.
Ella está demasiado ocupada con su propia situación penal como para estar en el día a día de la contienda política (algo que hasta Sergio Massa agradece). Esta semana, soportó una nueva prueba de su pérdida de poder cuando intentó, infructuosamente, reunir al Senado para designar casi setenta magistrados en múltiples fueros y jurisdicciones, además de la prórroga por cinco años en el ejercicio de su cargo (integrante de la Cámara Federal de Casación Penal, que preside) para Ana María Figueroa; de todas maneras, volverá a intentarlo a partir del lunes. Cristina Fernández ha puesto el acento sobre esta última pretensión, pero la está usando como cañita voladora, para que nos distraigamos mirándola volar mientras logra su principal objetivo: modificar la integración del Consejo de la Magistratura, el organismo que designa y destituye a los jueces.
Mientras tanto, la brutal impericia de Massa y la presión del kirchnerismo para que acentúe -pese al pobre resultado que obtuvo el “plan platita” en el 2021- el reparto indiscriminado de dinero y bienes (y también drogas) para intentar mejorar la performance electoral de Unión por la Patria, han llevado a la economía al borde de un nuevo precipicio. Los argentinos hemos sobrevivido a una infinita sucesión de graves crisis pero, con cada una de ellas, hemos descendido un escalón y, a veces, varios de golpe, tal como prueba nuestra decadencia de los últimos ochenta años.
Con el préstamo (un salvavidas de último momento, después de mendigarlos por el mundo entero) de US$ 775 millones de Qatar, otro de US$ 1000 millones de la Corporación Andina de Fomento, los últimos mendrugos del swap chino y algunas (no confirmadas) maniobras con las reservas de oro, el Aceitoso logró pagar, ya al borde del KO, al FMI las cuotas adeudadas. Con relación a los US$ 7500 millones en DEG prometidos por el staff del FMI habrá que ver qué sucede en el board del organismo, donde Alemania y Japón se opondrán frontalmente a ese desembolso, por más que esa cifra sólo sirva para devolver estos préstamos de cortísimo plazo y pagar las cuotas que vencerán antes de las elecciones nacionales. Pero, así como es casi seguro que tendrá esos fondos, no conseguirá dólares frescos para intervenir en el mercado de cambios y evitar que se desmadre todavía más, algo que siempre sucede en los períodos preelectorales.
Si Juan Grabois redujera el voto al Aceitoso al 20%, ¿Cristina Fernández y su hijo, el jefe nominal de La Cámpora, ¿se pondrían tristes o contentos? La pregunta suena razonable porque ella, a quien nadie puede tomar por imbécil, sabe que si Massa alcanzara la Presidencia, lo primero que hará será acuchillarla por la espalda, como hacen todos los herederos del mundo con los líderes que les traspasaron el mando. Así como las PASO traen una enorme carga de incógnitas, dado el enorme porcentaje de ausentismo y la falta de certezas acerca del comportamiento de los más jóvenes, la verdadera elección de octubre aporta las suyas. Si la oposición no logra hacerse con quórum propio en el H° Aguantadero, la gobernabilidad y la posibilidad de ejecutar los cambios indispensables estarán en serios problemas. Y qué decir si Unión por la Patria consigue la reelección del carísimo Axel Kiciloff en la Provincia de Buenos Aires, ya que la convertirá en el bunker para la resistencia final.
Con el férreo cepo implantado para frenar importaciones (salvo para los “expertos en mercados regulados”, claro) la profundización de la recesión está cantada y con la enormidad de pesos que el Banco Central está poniendo en la calle, cualquier cálculo que se realice sobre la inflación resultará optimista. Así, la pobreza seguirá aumentando y encenderá nuevas luces rojas en el tablero socio-económico del país. Esas alertas llevan a preguntarse no sólo qué pasará en la semana que se inicia, la última antes de las PASO, sino qué sucederá en los escenarios posibles hasta octubre. Si las cifras del lunes 14 auguraran una inevitable derrota en las elecciones nacionales, ¿continuará Massa en el Ministerio?; y si así fuera, ¿qué estará dispuesto a hacer el kirchnerismo después de haber anunciado, a través de Axel Kiciloff, el Cuervo Larroque y otros energúmenos, que habrá violencia y sangre en las calles si Juntos por el Cambio gana?. ¿Resultará posible tomar el té y negociar con quienes ahora quieren destruir la democracia desde adentro, rechazando resultados adversos?



ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



SE DICE  

(Columna de Ricardo Garzón)

Que cabe preguntarse dónde aterrizó el concepto presidencial de "libertad responsable" que concitó el apoyo prácticamente unánime  de la ciudadanía de todo el país en tiempos de pandemia, cuando se tupen de radares para el "control" de la velocidad automotora las rutas nacionales, convirtiendo al automovilista en un integrante más de una caravana de zombis aterrados que circulan masivamente entre los 30 y 45 kilómetros por hora sin más despertador que los alertas del Waze.

Que en medio de la polémica por la instalación de radares, la coalición multicolor aprobó en la Comisión de Presupuestos integrada con Hacienda de la cámara baja que el tope de la multa por exceso de velocidad pase de 15 a 5 unidades reajustables (UR); es decir, que aquel que infrinja por encima del doble permitido la norma pague unos 7.988 pesos al valor actual.

Que lo que se busca es poner un freno a los abusos reiterados y constantes de las intendencias, dado que lo que se vote en el Legislativo los jefes comunales tendrán que respetarlo.
 

Que los directores de Tránsito de Maldonado y Canelones cuestionan los topes a las multas, y discrepan con la iniciativa del diputado Álvaro Perrone -que acompaña la legislatura-, de establecer sanciones económicas acordes con las posibilidades de pago de la mayoría absoluta de la ciudadanía.

Que la puñalada bajo el poncho de este proyecto de decreto denunciado en forma unánime por la prensa nacional y el sistema político, y que falleció antes de nacer, -a todas luces confiscatorio, recaudador, leonino-, (aunque se diga que no), nos retrotrae a la década de los años 50, cuando con nuestros abuelos los límites de circulación estaban determinados por la prudencia individual en 75 y 90 quilómetros por hora.

Que un accidente sin lesionados se registró cerca del acceso a Termas de Guaviyú donde desde este martes está operativo uno de los 100 radares presentados por  el titular de Transporte, José Luis Falero.

Que de acuerdo con lo publicado en la red social Twitter, el automovilista que se desplazaba a 110 kilómetros por hora por la ruta 3 hacia el sur, clavó los frenos al reparar en un cartel indicador de la velocidad (45 Km/hora), previo al radar, oportunidad en que fue embestido por un camión que circulaba detrás en el trayecto de Guaviyú a Quebracho.

Que el ministro de Transporte amenazó con que “acá el que no respeta los límites de velocidad, sea senador o sea el que sea, va a tener que cumplirlos”, intimidación al colectivo, y de paso cañazo, en respuesta a los dichos del senador da Silva quien se opuso a la "moda de los radares", porque lisa y llanamente los incumple.

Que el Frente Amplio la goza de parado con los múltiples errores que cometen a diario los jerarcas de los organismos gubernamentales, -el último referido sin ton ni son a la instalación de radares de control de la velocidad en las rutas-, la mayoría de las cuales no son más que caminos ancestrales transformados por el bitumen en carreteras de diario deterioro.

Que el viaje en COT, desde y hacia Montevideo, (desde Punta del Este) insume hoy más de tres horas.

Que un experto en siniestralidad vial opinó que no se puede tener en 10 kilómetros cuatro tipos de velocidades distintas porque el conductor viene nervioso; en vez de venir mirando el escenario que tiene adelante viene tratando de ver cuáles son las señales", explicó.

Que para el experto la velocidad no debe reducirse nunca a menos de 60 km. por hora, dado que la temática de la velocidad en pueblos en crecimiento es el cruce del peatón, razón por la cual hay que buscar una opción más inteligente y no pasar a una velocidad de 45 km/h pues eso va a traer una reacción contraria al efecto que se pretende.

Que la seguridad en el tránsito abarca múltiples observaciones vigentes desde principios del siglo pasado, colocadas al borde de los caminos y rutas, de todo tipo y tamaño, a centímetros de las vías de rodamiento, con los consiguientes riesgos de impacto para el desafortunado conductor en casos de despiste.

Que el ciudadano no entiende y rechaza vivamente la política de llenar de radares toda la república, pese a saberse integrante de un colectivo adornado con la pasividad enervante de un pueblo sufrido y manso.

Que a la luz del derrotero de consolidar un Cártel Uruguay en la región, se impone disponer que el Ejército Nacional asuma funciones de presencia y contralor en los barrios urbanos y suburbanos más conflictivos, del mismo modo que asumió competencias policiales en las fronteras secas de la patria y en países africanos y asiáticos por mandato de las Naciones Unidas.

Que en el marco de la presentación de un proyecto de ley para “reivindicar una garantía constitucional que el nuevo Código del Proceso Penal destruyó”, -relacionado a la prisión preventiva-, los diputados Gustavo Zubía y Eduardo Lust se declararon a favor de que el Ejército Nacional se encargue de funciones que competen a la Policía en los barrios más conflictivos de Montevideo.

Que con cifras en mano, el presidente de la Asociación de Profesores Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (APUCV) José Afonso,  explicó que un profesor a dedicación exclusiva, lo que implica poseer cuatro trabajos de ascenso, obras publicadas, pregrado y postgrado, gana a la fecha el equivalente a 18 dólares mensuales (salario tabla), mientras que un profesor al comienzo de su carrera recibe el equivalente a 11 dólares.

 

Estaré muerto...
Por Julio María Sanguinetti. "Cuando usted lea este artículo yo estaré muerto". Así comienza un dramático artículo de Carlos Alberto Montaner, el escritor y heroico activista democrático cubano, exiliado desde los 17 años, cuando huyó de la prisión que estrenaba la revolución cubana en su periplo hacia el totalitarismo.

Cuenta en esa columna que dejaba Miami para ir a morir en España, donde vivió 40 años. "Este artículo -prosigue- lo comencé a escribir en Miami a inicios de 2022 y lo concluyo dictándolo, ya que actualmente tengo grandes dificultades para escribir. En ese momento, antes de que se me informara de un diagnóstico más severo aún, llegué a la conclusión de que no permitiría que el Parkinson que padecía desde hacia unos años me arrebatara más facultades. Para entonces, ya me había quitado la capacidad de improvisar oralmente, pero no la de escribir. Parece que el cerebro aloja las dos facultades en diferentes sitios. En cualquier caso, todo iría empeorando". "El propósito de este artículo -razonaba- es estimular el debate sobre la eutanasia: mi posición es apoyarla siempre que sea una elección voluntaria".
Amparado en la actual ley española, realizó el procedimiento previsto y el 3 de junio de este año 2023, a los 80, cumplió su "deseo" de morir en Madrid, junto a Linda, su " adorada mujer en las duras y en las maduras".
Traigo este testimonio a colación del debate abierto en nuestro país a raíz de una iniciativa del diputado Ope Pasquet, que desde hace años viene planteando el tema y que, en esta ocasión, encontró no sólo el apoyo de diputados de diversos partidos, sino de la propia Cámara. El proyecto fue votado por 57 a 39 diputados y ahora está en el Senado.
Por supuesto que se trata de una ley muy garantista, que exige la evidencia fehaciente de la voluntad del paciente y de los sufrimientos insoportables, así como toda una tramitación en que intervienen dos médicos alternativamente.
Recordemos que en nuestro país ya el Código Penal autorizaba al juez a "exonerar de castigo" al homicidio cometido por "móviles de piedad mediante súplica reiterada de la víctima". Razón por la cual no se nos vino encima sorpresivamente un terremoto posmodernista. Es una cuestión ya considerada en nuestra legislación y de larga historia en el mundo, porque hasta Sócrates y Platón lo consideraban un derecho.
En lo personal encaramos el tema, como en todos los debates de esta naturaleza, desde el ángulo filosófico de la libertad, que no debe restringirse por la imposición de un criterio moral que choca con el de otros sectores de la sociedad.
Ante todo, hay que discutir con respeto para todas las posiciones o sentimientos. No es un tema de mayorías o minorías, como a veces se plantea. Ni de encuestas favorables o desfavorables, aun cuando en el caso parezcan ser afirmativas. Ni siquiera se trata de estar a favor o en contra de la eutanasia, porque bien puedo yo no aceptarla para mí pero no por eso creo adecuado que la ley se lo prohíba a quien no ve otra respuesta digna a su penosa situación.
El núcleo del razonamiento es que nada se le impone a quien, por razones religiosas o filosóficas no acepta la eutanasia. De parecido modo que la ley de divorcio no obliga a quien por razones religiosas cree que lo que Dios unió no hay voluntad humana que pueda desatarlo.
La real cuestión es por qué en nombre de una concepción contraria, se castiga con una prohibición a quien piense distinto. ¿Por qué se niega ese derecho a alguien que quiere poner un final de dignidad a su muerte y evitarse padecimientos que siente insoportables?
Las leyes que en el mundo democrático han autorizado la eutanasia, no obligan a nadie. No hay autoritarismo ni intervención del Estado ni de autoridad alguna. Estamos ante un ser humano que, como Montaner, siente profundamente que solo tiene por delante padecimientos progresivos, físicos y morales, y que, en ejercicio pleno de su voluntad, desea poner punto final a una penuria insoportable.
Suelen conceptualmente oponerse a la eutanasia los llamados "cuidados paliativos", procedimientos médicos destinados a aliviar los sufrimientos. Bienvenidos son, por cierto, pero cuando ellos no son suficientes a juicio de quien padece, ¿por qué entones la draconiana prohibición?
Añado algo que puede chocar, de buena fe, a algunos espíritus sensibles ante el fenómeno tan solemne de la muerte. Y es la hipocresía que también ronda en este tema, como en otros parecidos en la bioética. Todos sabemos que el famoso "cóctel terminal" es una práctica largamente extendida. Hace algunos años era algo de una asombrosa habitualidad, aun en la conversación. Quizás en los últimos tiempos algunos cuestionamentos religiosos lo han acotado, pero, lejos de desaparecer, oímos con frecuencia el relato de su uso.
Libertad o dogma, esta es "la cuestión". Respetamos todas las creencias y opiniones que sobre tema tan profundo existen. No invocamos el monopolio de la verdad, porque no estamos discutiendo en ese terreno del razonamiento. No es un asunto en que haya más razones para asumir esa libertad como para no desearla. Cada cual con su sentimiento, con su actitud ante la vida y la muerte, con su creencia o su agnosticismo ante el más allá.
Como sociedad, el desafío es que no se nos imponga lo que a nadie queremos imponer, ni que se nos prohíba lo que no pretendemos prohibir a los demás. (Nota que se comparte con Correo de los Viernes)

/



 

 
Inicio Contáctenos Ediciones_anteriores Agregar_a_Favoritos
Directora: Doctora María Garzón
Administración y Redacción:
Edificio Torre de las Américas Apto.206, Calle 28 y Gorlero.
Punta del Este - Uruguay
Sitio Web optimizado para resoluciones 1024x768 y superiores.