• A nivel del Turismo, con mayúscula, todo parece indicar que avanzamos para consolidar lo que sería una verdadera estafa al turista que creyó en los descuentos propalados por el Ministerio de Turismo a cuatro vientos. Previo a la temporada, para fomentar el arribo de visitantes, la secretaría de Estado anunció que se devolvería al turista el equivalente al 10.5% del monto del alquiler concretado mediante la utilización de tarjetas de crédito. 

Con un reconocimiento y aceptación internacional como jamás tuvo ninguno de los presidentes que se sucedieron en la historia de la república, José Mujica avanza sobre sus dos últimos años de gobierno, fuertemente cuestionado y acosado por la oposición, y en el medio de una feroz interna frenteamplista que solamente la aceptación de Vázquez a la candidatura podrá moderar.
Con las luces de bengala bien dispuestas entregadas al Vicepresidente Astori para representar al Uruguay en la entronización del nuevo Papa, Mujica logró diferir la tormenta política que desde todos los ángulos afecta al país y a su persona, y concretar una pausa en el tsunami sindical que está apunto de hervor en las empresas públicas y privadas de todo el país.
En tanto, un Astori copado de pies a cabeza por la emoción de saludar al Pontífice con una exagerada reverencia de corte medieval y posterior agite frenético de las dos manos del Papa, dijo desde Roma, a todo el “urbi et orbi”, que Su Santidad enviaba “muchos saludos al Presidente Mujica y a Lucía…”

Sin embargo, tanto oropel no alcanza para cubrir la alfombra debajo de la cual se amontona desordenado el resultado nefasto de la incompetencia gubernamental.
En materia educativa vamos de mal en peor, con docentes que a nivel escolar y secundario quedaron fuera del proceso cuando Internet y la computadora le ganaron el partido a la máquina de escribir, de la misma manera que las viejas calderas se fueron a baraja cuando la jarra térmica las desplazó de un plumazo de los hogares urbanos y campesinos de todo el país.
Abundar al respecto resulta innecesario, sin perjuicio de denunciar una vez más que no corresponde advertir cómo, los sindicatos de la enseñanza se introdujeron en la Administración Nacional de Educación Pública y en los consejos desconcentrados, con voz y voto para orientar y establecer políticas educativas para las cuales carecen en absoluto de preparación académica.

A nivel del Turismo, con mayúscula, todo parece indicar que avanzamos para consolidar lo que sería una verdadera estafa al turista que creyó en los descuentos propalados por el Ministerio de Turismo a cuatro vientos. Previo a la temporada, para fomentar el arribo de visitantes, la secretaría de Estado anunció que se devolvería al turista el equivalente al 10.5% del monto del alquiler concretado mediante la utilización de tarjetas de crédito.
Finalizado el verano, con los turistas vueltos a sus casas, nadie sabe nada, en tanto se multiplican los llamados telefónicos de los turistas que solicitan información respecto de ese 10.5% de bonificación prometida, la que no se ha visto materializada en los resúmenes de sus tarjetas de crédito. El tema es motivo de preocupación entre los empresarios inmobiliarios de los distintos polos turísticos del país, que no pueden satisfacer la ola de reclamaciones provenientes, sobre todo, de Brasil y Argentina.
A propósito, y en lo que respecta a las empresas inmobiliarias, éstas han sido objeto de un descuento del 10.5% adicional al normal que corresponde al servicio que presta la tarjeta, por concepto de devolución de IVA, Ley 17.934. Supuestamente, estos montos que se acumularán en las sucesivas liquidaciones, quedan como crédito en la DGI a cuenta de pago de futuros impuestos.
Al mismo tiempo las empresas deben hacer frente a sus obligaciones tributarias al vencimiento establecido, el cual no coincide con la fecha en que las tarjetas vuelcan esos importes en la DGI, produciéndose un desfasaje en perjuicio directo de las inmobiliarias, ya que han generado un crédito que no pueden utilizar a su conveniencia.

Conclusión: si a los turistas no se les bonifica con ese 10.5% como ha sucedido hasta ahora, ¿para quién va? ¿Con qué finalidad se hace esa deducción obligando a las empresas a pagar por adelantado impuestos que aún no han generado?
La Ley 17.934 prevé igualmente el descuento de 9 puntos de IVA en las consumiciones de los restaurantes, situación que aparece ya establecida, deducido el monto correspondiente, en el tiquete que recibe el cliente al pagar con tarjeta.
¿Por qué no es igual en el caso de los arrendamientos de fincas de veraneo si la situación está contemplada en la misma ley?

Otro aspecto fundamental a tener en cuenta, es que el cepo cambiario vigente en la Argentina no ha sido el factor principal y determinante de la disminución en el número de turistas argentinos que registra el país, ya que está comprobado que esos mismos turistas viajaron masivamente al exterior, en su mayor parte a los Estados Unidos.
La gritería de los trescientos gansos de Darío no alcanza a tapar, como lo sostuvimos en editorial anterior, que el país está incendiado en precios por los cuatro costados. Estamos un 50% arriba de Argentina y Brasil, con un dólar que se desploma diariamente en perjuicio directo de la principal fuente de ingresos nacionales.
No obstante, ahora existe fundamentado temor en las agencias de viaje de la vecina orilla de que puedan terminar como las agencias de cambio, condenadas a la extinción por el cepo cambiario a partir de las medidas anunciadas el 18 de marzo, por las cuales la AFIP aumentó un 5% el recargo a las compras al exterior con tarjetas de crédito y débito, y la extensión de ese impuesto a la adquisición de paquetes turísticos y vuelos.

Un par de párrafos finales para mencionar que los montevideanos podrán apagar la luz de la ciudad a partir del sábado.
Hoteles y medios de transporte saturados, adelantan invasión extraordinaria de uruguayos a la ciudad de Buenos Aires, polo turístico por demás atractivo en precios, en donde almorzar o cenar por doce dólares, con mantel, en un shopping de la Recoleta, constituye generalidad, y no una excepción.
Ricardo Garzón