Edición Nro. 2222 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 6 de agosto de 2021
 
 
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AVIACIÓN COMERCIAL - TIEMPOS DE PANDEMIA f
EEUU exigiría una prueba de vacunación para el ingreso de turistas al país

En una medida que era esperada, y que tiende a aliviar las restricciones de acceso al territorio, la administración Biden impulsaría un cambio en las políticas de admisión para incluir como requisito que, salvo algunas excepciones puntuales, quien quiera ingresar a Estados Unidos deba presentar prueba de vacunación.
Todavía no se determinó cómo y cuándo se implementará la medida, pero fuentes cercanas al gobierno estadounidense indicaron que tras la decisión se espera que todos los ciudadanos extranjeros que ingresen al país, con algunas excepciones limitadas y a definirse, deban vacunarse contra el COVID-19 para ingresar a los Estados Unidos.
Hasta ahora, los viajeros a los EE.UU. deben presentar una prueba de COVID-19 con resultado negativo tomado dentro de los tres días anteriores al viaje, independientemente del estado de vacunación.
Según las reglamentación vigente, los residentes no estadounidenses que hayan estado en China, el área europea Schengen, el Reino Unido, Irlanda, Brasil, Sudáfrica e India en los 14 días previos tienen prohibido ingresar al país.
En los últimos meses, ante las demoras en los programas de vacunación observadas en  distintos países de la región, la demanda por viajes relámpago a territorio estadounidense creció de forma exponencial. Si bien el llamado «turismo de vacunas» se encuentra ya en una fase descendente, en parte por las medidas tomadas por los gobiernos para mejorar el flujo de vacunas y en parte porque las restricciones de ingreso de los países de origen se incrementaron, esta medida bloquearía el ingreso a aquellos que buscan vacunarse en Estados Unidos.
La medida, de implementarse, permitirá el ingreso de pasajeros con prueba de vacunación. No se ha informado hasta ahora cuál será el documento a presentar que represente prueba suficiente, y -si bien se descuenta que será un requisito ineludible- el calendario deberá estar completo y con un margen de 15 días a partir de la fecha de la última dosis recibida.

Aerolíneas Argentinas y Austral perdieron más de 59 mil millones de pesos 
Aerolíneas Argentinas y Austral perdieron en su conjunto más de 59 mil millones de pesos argentinos durante 2020, resultados que son atribuidos a las restricciones y confinamiento del gobierno argentino para contener la pandemia covid-19.
De acuerdo con su reporte financiero, Austral reportó una pérdida neta de 8.5 mil millones de pesos argentinos, mientras que Aerolíneas Argentinas perdió más de 50.4 mil millones de pesos argentinos.
Ambas compañías informaron que el año pasado Argentina experimentó una reducción del 77% en sus mercados domésticos e internacionales, pasando de transportar 30 millones de pasajeros a solo siete millones.
Austral transportó 796 mil 625 pasajeros, mientras que en 2019 superó los tres millones 500 mil usuarios. Por su parte, Aerolíneas Argentinas llevó a más de 2.3 millones de viajeros en 2020, cerca de siete millones menos en comparación con el año anterior cuando trasladó más de 9.6 millones.
“Esta situación local y global desencadenó la mayor caída de ingresos en la historia. Luego de las normas de restricción y aislamiento, nos vimos en la necesidad de suspender las operaciones regulares limitándonos a realizar solo vuelos especiales validados por la Autoridad”, señaló Austral en su reporte.
Debido a las restricciones por la pandemia, Aerolíneas introdujo políticas de flexibilidad en términos de reacomodo o cambio de boletos. Asimismo informó que de marzo a octubre de 2020 realizó 223 vuelos de repatriación para 56 mil 404 usuarios, y para finales de año fueron designados como la aerolínea transportadora de vacunas contra el covid-19.
AEROPUERTOS
"Silvio Pettirossi" centro de conexión de carga en América
El pasado 28 de julio, el Presidente de la Dirección de Aeronáutica Civil (DINAC) Félix Kanazawa, recibió al Presidente del Grupo Amaszonas, Sergio De Urioste y al Vicepresidente de Amaszonas para el Paraguay y Uruguay, Sergio León.

En dicho encuentro, las autoridades acordaron trabajar en un proyecto de operador carguero con base en Paraguay de manera que el país se convierta en un hub de carga vía aérea llegando a todos los destinos de Sudamérica a través del Aeropuerto Internacional Silvio Pettirossi como centro de conexión.
“El Presidente de la DINAC ha recibido muy bien la idea, nos ha asegurado todo el apoyo del Paraguay. Estamos contentos con las posibilidades y los nuevos retos que se vienen a partir de ahora”, mencionó el Vicepresidente de Amaszonas, Sergio León.
Al finalizar el encuentro, el titular de la DINAC agradeció el interés del Grupo Amaszonas y reiteró el compromiso de fortalecer la conectividad aérea y continuar estrechando los lazos que favorezcan a Paraguay.
Repatriación y taxis aéreos, negocio que levanta vuelo
  • Para los pasajeros que no pueden regresar al país, una solución es tratar de llegar lo más cerca posible y desde allí volver en vuelos privados. Asunción, Montevideo y Santiago de Chile son los aeropuertos más utilizados.

Pandemia de Covid-19; curvas de contagios; cierre de fronteras; fuertes restricciones a las aerolíneas; limitaciones a la entrada de pasajeros del exterior; autorizaciones de la administración de aviación civil (Anac) en cuentagotas, y solo tres aeropuertos operativos. En síntesis: la tormenta perfecta. Pero, como se dijo, “en toda crisis hay una oportunidad” y esa parece ser la realidad de las empresas que se dedican a los vuelos privados, taxis aéreos o chárteres, que están ‘haciendo su agosto’.
Para conocer los detalles sobre esta propuesta, PERFIL CÓRDOBA consultó al comandante Claudio Somoza, piloto con 40 años de trayectoria en la aviación comercial y que tiene una escuela de vuelo (flyone.com.ar).
“Con la cancelación de los vuelos de líneas áreas directos a Buenos Aires y otros aeropuertos del país, como Córdoba, creció mucho la demanda de los vuelos privados que son los que hacen aquellas empresas que son taxis aéreos y que cuentan con la certificación 135 de la Administración Nacional de Aviación Civil (Anac), que los habilita a transportar pasajeros”, explicó.
Esa habilitación les permite traer los pasajeros que están en tránsito en los aeropuertos de Asunción, Montevideo y Santiago de Chile. “Es un mercado que ha crecido mucho en los últimos tiempos y son algunas pocas empresas a las que les está yendo bien en el país, con esta situación de pandemia”, indicó.
También aclaró que los más utilizados “son aviones del tipo Lear 35 o 60 que son a reacción, tienen mayor autonomía y vuelan a 900 km/h, o el Piper PA-31 Navajo, con dos motores a pistón con menos radio de acción, y que cuentan con seis, siete u ocho plazas. También hay algunos vuelos que los están haciendo con Metro II, que es un avión turbohélice con capacidad para 19 pasajeros y que generalmente los contratan familias”.
En cuanto a las tarifas, se cobran según el tipo de aeronave, la autonomía y el confort, pero rondan los US$ 3,6 a US$ 4,2 por kilómetro. Lo más común es que se contrate un vuelo salvo que se junten dos familias, por ejemplo, y contraten un avión por asientos, que les va a salir más económico. Distinto es el caso si viaja un solo pasajero, cuando lo que se contrata es el vuelo.
“Un vuelo desde Asunción a Buenos Aires puede estar rondando los US$ 5.000 y desde Montevideo, alrededor de US$ 3.000 / US$ 3.500. Ese es el costo del avión, pero hay que agregar los gastos de FBO, que son los servicios que se prestan en un aeropuerto, como tasas de aterrizaje, despachante de aeronaves, y que suman unos US$ 800. Eso lo paga el contratante del vuelo pero no forma parte de la tarifa”, agregó.

De un vuelo sanitario a taxi aéreo
Mauro Signore, creador de la aplicación Ikonfly, una especie de bróker de vuelos privados, relató cómo comenzó el negocio: “Por una casualidad, en pandemia, cuando estaban cerrados todos los vuelos, a una amiga se le desprendió la retina y tuvo que volar de Bariloche a Buenos Aires. La obra social solo le cubría ese tramo del viaje y lo que hice fue vender los asientos que sobraban para que pudiera viajar de vuelta a Bariloche sin tener que pagar por el avión completo y viajar ella sola”.

“A partir de eso –explicó– empecé a volar un avión en pandemia con vuelos cerrados, en la ruta Bariloche - Buenos Aires; hice alrededor de 60 vuelos y me di cuenta que había una demanda no satisfecha, porque me empezaron a llamar para vuelos chárter de San Martín de los Andes y otras ciudades de la zona”.
Experto en desarrollo de software, creó una plataforma para esos fines. “Pero, en realidad, hoy no la estoy usando porque me manejo directamente por WhatsApp, con los vuelos de repatriación, que son un poquito más complicados”.
“Con Santiago de Chile se complica, porque no podemos viajar a Mendoza, sino al aeropuerto de San Fernando (Buenos Aires), y con Montevideo también porque tiene la restricción que solo se puede hacer la operación cuando el tránsito de los pasajeros es de pocas horas, es decir, si llegan los pasajeros y justo yo tengo el avión ahí, se suben al chárter y viajan a Argentina”, aclaró.
Por esas limitaciones, lo que están haciendo es mandar los pasajeros a Asunción donde, con otro operador, tienen un vuelo diario y van llenando los lugares. “Es bastante complejo, porque tiene que coincidir la llegada de los pasajeros a Asunción y que justo ‘calce’ que tenemos un avión, para que no permanezcan muchas horas ahí antes de abordar el chárter hacia Buenos Aires”, afirmó.
“Ahora estoy por traer unos pasajeros de Brasil a quienes estafaron, les cobraron el viaje y no los trajeron. En ese caso perdieron la plata, porque ya pagaron, el avión no salió, no les devolvieron el dinero y ahora tienen que pagar de nuevo para poder viajar”, relató.

–¿Cuáles son los destinos de mayor demanda?
–Ahora es todo por repatriación y los tres principales destinos son Asunción, Montevideo y Santiago de Chile. Otra ruta que es bastante solicitada es Miami, que en estos momentos no la estoy cubriendo porque el volumen de gente no lo justifica, como sí ocurre con Asunción, a donde llegan de Europa y de Norteamérica y es más fácil completar un vuelo. En Miami cuesta más llenar un avión y el precio es mucho más alto. Un viaje desde Miami –que se cobra ida y vuelta– puede salir unos US$ 72.500. En los vuelos desde Asunción o Montevideo, por ejemplo, el costo por asiento es de entre US$ 1.700 a US$ 2.000. Eso también es variable, porque puede ser una familia completa que calza justo en un vuelo con el avión completo y terminan pagando algo menos.

–Antes de la pandemia y de las restricciones, ¿los vuelos privados tenían un mercado importante?
–En Argentina hay unos 4.000 vuelos privados por año y con la pandemia ese número ha crecido en un 20/25%, pero hay un mercado que no está desarrollado y que puede crecer, sobre todo con lo que son los vuelos compartidos y empezar a trabajar más con rutas ‘calientes’ hacia distintos destinos. Por eso desarrollamos la plataforma Ikonfly para que sea más fácil para la gente y no tenga que estar comunicándose por teléfono o WhatsApp para preguntar por el precio de un avión privado.

–¿A Córdoba no pueden traer vuelos de repatriación?
–No, a Córdoba no, por dos motivos: primero que no tendríamos la demanda como para justificar los vuelos y por otro lado que los dos únicos aeropuertos autorizados para vuelos internacionales privados son los de San Fernando y Aeroparque. (Fuente: Perfil Córdoba)

Walsh de IATA sentenció: Chile sigue dando qué hablar
Las nuevas medidas adoptadas por el gobierno de Chile para detener el avance de la pandemia y evitar el ingreso de nuevas variantes continúan dando de qué hablar.
En entrevista con El Mercurio, el director general de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), Willie Walsh,se refirió a la situación que atraviesa la industria en el país frente a estas nuevas medidas que rigen desde el pasado 26 de julio.
“Chile lo ha hecho extremadamente bien con la vacuna contra el covid-19, pero todavía tiene probablemente una de las medidas gubernamentales más restrictivas para la aviación y eso está teniendo un mayor impacto en la industria chilena, retrasando significativamente la recuperación. Además, hay un impacto en la economía al prohibir cualquier forma de turismo en otros países”, señaló el ejecutivo, y agregó que “las aerolíneas en Chile están claramente sufriendo porque no están haciendo vuelos y no han tenido el mismo nivel de apoyo gubernamental que ha habido en otros países; así que creo que eso generará un impacto de más largo plazo en la recuperación”.
Cabe recordar que el nuevo plan del gobierno contempla mayores “libertades” a las personas que cuenten con su plan de vacunación completo. El nuevo plan “Fronteras protegidas” permite la salida al extranjero a quienes ya tengan su pase de movilidad habilitado, sin embargo, también establece una cuarentena obligatoria de 10 días al regreso del viaje. Uno de los puntos más criticados, es que el plan también señala que las personas con pase de movilidad que no tengan un domicilio a declarar al que puedan llegar en menos de 5 horas y en transporte privado, deberán realizar la cuarentena en hoteles de tránsito, cuyo costo deberá ser asumido por los pasajeros.
Ante este punto, Walsh señaló que “viendo el mapa de Chile, 5 horas no te llevan muy lejos, esto es extremadamente restrictivo e implica que la gente no va a querer volar” y agregó que “algunos destinos tendrán menores frecuencias y creo que ese es el riesgo que está corriendo Chile, que venía con un significativo crecimiento en conectividad doméstica e internacional en los últimos diez años. Creo que algunas de las aerolíneas que recientemente lanzaron vuelos de larga distancia hacia Chile se demorarán más en restablecer esas rutas”.
Ante este panorama, el director de IATA llamó al gobierno a revisar las nuevas medidas establecidas en el plan “Fronteras protegidas”, reiterando que la información científica disponible demuestra que la vacuna disminuye el riesgo de contagio del virus y la posibilidad de que un contagiado termine internado, destacó el medio. “Si estas medidas siguen estando durante este año, la industria aérea en Chile sufrirá mucho más que cualquier otra en el mundo” agregó Walsh.
Flybondi con un cuarto avión reiniciará a Brasil y Paraguay
Con la incorporación de aviones a su flota radicada en el país, Flybondi consolida su inversión en Argentina apuntando a recuperar capacidad de oferta. Por esto mismo, la compañía ya proyecta el ingreso de un cuarto avión para el último trimestre del año, momento en el que reiniciará también su operación a destinos internacionales como Brasil y Paraguay.
“Los resultados de la primera mitad del año 2021 nos permiten ser optimistas con la recuperación del sector en el mediano y largo plazo, y en esto nuestros clientes han sido una pieza fundamental. Volamos desde Aeroparque con una performance de excelencia, con puntualidad y ocupación récord en estos meses, que nos acercan a nuevas personas que se están decidiendo por volar. Por eso, seguimos firmes con nuestro plan de inversión y recuperación, incorporando ahora nuestro tercer avión y entre septiembre y octubre, el cuarto. En la medida en la que la demanda mantenga la tendencia actual, estamos convencidos de que el camino es sumar conectividad, nuevas opciones para volar en Argentina, generar empleo en este momento tan particular, y por supuesto, más libertad de volar con tarifas bajas y un servicio de calidad”, mencionó Mauricio Sana, CEO de Flybondi.
En cuanto a la temporada de invierno la compañía presenta muy buenos niveles de ocupación de sus vuelos y los destinos más elegidos para las vacaciones son Bariloche, Mendoza y Salta. Para la ruta Bariloche – Buenos Aires con la incorporación del tercer avión se incrementó sus frecuencias a 15 vuelos semanales, mientras que la ruta Mendoza – Buenos Aires tiene 5 frecuencias semanales y la ruta Salta – Buenos Aires 7. De esta manera, la compañía aumenta a 134 vuelos semanales para los 13 destinos nacionales.
Latam: acuerdo con Airbus para comprar 28 aviones si lo autoriza la Corte en los EEUU
El grupo Latam presentó para aprobación ante la Corte en Estados Unidos un acuerdo con Airbus para la compra de 28 nuevos aviones que se suman a los 42 narrow body ya pactados, como parte del plan de modernización y de eficiencia de su flota para los próximos años. Esta orden, que totaliza 70 aeronaves, mantiene la flota del grupo Latam como la mayor de América Latina, con mayor alcance y capacidad. La integración de aeronaves de la familia A320neo implica motores más eficientes, mejoras aerodinámicas y últimas tecnologías que brindan 20% más eficiencia en el consumo de combustible, por ende, menores emisiones de CO2, junto con una reducción del 50% de las emisiones de óxido de nitrógeno y del 50% de la huella acústica.
“La compra de estos aviones altamente eficientes es una señal del compromiso que hemos tomado con la transformación hacia un Latam carbono neutral en 2050. Al mismo tiempo, estos 70 aviones refuerzan la escala de conectividad de la región. Seguiremos trabajando responsablemente para salir del Capítulo 11 con una flota que acompañe los nuevos desafíos del grupo”, expresó Roberto Alvo, CEO de Latam Airlines Group.
Arturo Barreira, presidente de Airbus para América Latina y el Caribe, agregó: "La decisión del grupo Latam de continuar incorporando aviones A320neo demuestra su gran compromiso con la sostenibilidad. El A320neo cuenta con motores de última generación, sharklets, y una cabina innovadora, siendo la aeronave de pasillo único más cómoda, de bajo consumo de combustible y respetuosa con el medio ambiente del mundo".
Iberia refuerza su apuesta por Panamá como destino 
  • La aerolínea española elevó de 3 a 6 los vuelos semanales entre Madrid y Panamá

Víctor Moneo, director de ventas de la aerolínea estuvo en Panamá y habló de la estrategia que implementan para reforzar la promoción turística y reactivar a la industria de viajes. Actualmente, Iberia opera 17 frecuencias con América Central: cuatro a Guatemala-El Salvador, siete a Costa Rica y seis a Panamá.
"Hemos recuperado prácticamente toda nuestra red de destinos de América Latina: antes de la pandemia operábamos en 19 rutas y, actualmente, lo hacemos en 17, tan solo seguimos pendiente de recuperar Río de Janeiro y Caracas" precisó. "En 2021 ofrecemos en Panamá casi 76,000 asientos y unos 246,000 en América Central, lo que supone un 61% y un 66% de la capacidad con respecto 2019, respectivamente. Nos gustaría ser la aerolínea que una América Latina con Asia, colocar al hub de Madrid al nivel que otros europeos y que sea un auténtico Hub 360º". "Nuestra principal fortaleza, agregó, es que unimos América Central con 90 destinos en Europa, lo que supone una gran conectividad para la región y también ofrece grandes posibilidades para el turismo desde Europa hacia América Central y, por supuesto, los negocios entre ambas regiones".
En el momento más duro de la crisis Iberia decidió seguir operando para mantener ese puente entre Europa y América Latina, con vuelos especiales y de repatriación.
En cuanto se levantó el primer estado de alarma en España, Iberia apostó por la recuperación y por relanzar la economía y generar actividad. El programa de vuelos para este verano con 17 destinos en América Latina corrobora que siempre hemos apostado por este mercado.
Con referencia a los mercados cerrados de Argentina, Chile y Venezuela, Moneo destacó: "en el caso de Chile operamos un vuelo diario con las restricciones que nos indican, con Argentina vamos adaptando la capacidad en función de lo que nos autoriza Aviación Civil (ANAC) y, respecto a Venezuela, seguimos pendientes de la reapertura de país para recuperar nuestros vuelos regulares con Caracas".

QUÉ DICE LA PRENSA EN TIEMPOS DE PANDEMIA f
Mauricio Hdez. Cervantes - EL CONFIDENCIAL
Uruguay, el país menos corrupto de América Latina
  • Uruguay, el país menos corrupto de Latam, superará la crisis del covid antes que sus vecinos
  • Unas bases democráticas más sólidas, la menor corrupción, el mejor sistema sanitario y el menor índice de pobreza han sido los apoyos de Uruguay para combatir el coronavirus

El periodista y escritor argentino Martín Caparrós escribía hace tres años: “En Montevideo me siento tan en casa: Uruguay es Argentina sin delirios de grandeza; o sea, no es Argentina. Por eso, supongo, me siento como en casa”. Sus palabras —puestas al servicio de la crónica sobre el partido entre Uruguay y Rusia en el pasado Mundial de fútbol—, publicadas en su entonces columna de opinión en 'The New York Times', revelaban la misma impresión que tantos argentinos y uruguayos tienen sobre sí mismos y respecto al vecino del otro lado del Río de la Plata: es como estar en casa, pero —por muchas razones— no es casa.
Uruguay es diferente. Y lo es, notablemente, al resto de los países de la región. Incluso de Argentina, con quien comparte incontables elementos culturales (ser ‘hijos de los barcos’, la disputa por Carlos Gardel, el asado, la herencia culinaria italiana y la furibunda pasión por el fútbol, entre otros tantos lugares comunes). Y por supuesto, también de Brasil, un gigante ahora sumergido en una profunda crisis (pese a haber sido de los BRICS: las cinco economías emergentes más prometedoras durante la década 2000-2010). Para empezar, cuando hablamos de ‘la Suiza americana’, lo hacemos de una ‘islita’ de tres millones y medio de habitantes encerrada entre esos dos gigantes, Brasil y Argentina: con 211 millones el primero y 45 millones el segundo.
Sin duda, gestionar un país con una población 15 veces menor (comparada con la argentina) resultaría, en teoría, más sencillo. No obstante, los últimos meses han sido muy complicados para los uruguayos, debido a que han vivido el pico de la pandemia mucho más tarde que el resto. Y las recientes cifras demuestran que, pese a su robusto sistema sanitario, en este azote inesperado ningún Gobierno ha tenido una fórmula perfecta para librarse del virus (durante, por lo menos, 20 días consecutivos entre abril y mayo, tuvieron la tasa de fallecimientos per cápita más alta del mundo). Pero en el país charrúa, a diferencia de México y de Perú, el sistema de salud jamás colapsó. Y durante todo el año pasado y el primer trimestre de este 2021, estuvieron considerados como un ejemplo de prevención y gestión respecto a la emergencia sanitaria global.
¿Cómo sucedió eso? Una razón, de tantas, es que Uruguay es el país que más invierte en salud pública en la región (en el mundo, ocupa el lugar 34, de 192). Allí, el gasto por persona es de 998 euros, casi 150 más que Argentina (que gasta 849). Esa cifra, en Brasil, por ejemplo, es de 349 euros. En México, 246. Perú gasta 186. En Bolivia, 134. Y Venezuela apenas llega a los 13 euros por cada habitante.
La forma en la que Uruguay ha hecho frente a la pandemia muestra que detrás de esa política hay muchas razones estructurales que lo distinguen de sus vecinos. La confianza en las instituciones es una de ellas. ¿Y la corrupción? De acuerdo con la ONG Transparencia Internacional hay un abismo al respecto con Venezuela. Uruguay (con una calificación de 71 sobre 100 puntos en el Índice de la Percepción de la Corrupción de esa ONG) es el país menos corrupto de la región, mientras que Venezuela es el que más (con 15 puntos en ese 'ranking'). Este es uno de los puntos clave que los expertos consultados por El Confidencial consideran como determinantes durante la gestión pandémica.
Por otra parte, en lo económico, Argentina es un ejemplo de cómo una crisis política (arrastrada desde hace décadas) se puede convertir en económica. Los críticos números de la gestión de Alberto Fernández, sumados al incremento en la deuda contraído durante el final del macrismo, son escalofriantes porque exhiben que la Argentina de hoy no es tan distinta de la de hace 20 años, cuando ocurrió el ‘corralito’. La contracción económica en 2020 fue del 10%, la peor en Sudamérica junto a Perú (exceptuando a Venezuela); en 2002, cuando la economía argentina, literalmente, se cayó a pedazos, fue de un 10,9%. Allí, cada vez que se pronuncian las siglas FMI, alguien pierde la respiración. La deuda total de argentina hoy es de 358.052 millones de euros, y el miedo a la suspensión de pagos nunca termina de alejarse del todo. Argentina, desde 1980, ha caído en esa situación en cinco ocasiones, una marca inigualable.
Lo cierto es que el efecto ‘corralito’ también golpeó a Uruguay hace 20 años, pero la crisis se fue superando poco a poco y de manera sostenida desde el primer mandato de Tabaré Vázquez (el primer presidente de izquierda en el país, y el que rompió la hegemonía de décadas de los dos partidos tradicionales —Blancos y Colorados—, cuando llegó al poder, por primera vez, en 2005), y a lo largo del gobierno del popular José Mujica. Eso no sucedió en Argentina durante el kirchnerismo. Tabaré y ‘el Pepe’ fueron, incluso, reconocidos y admirados por sus rivales y detractores políticos: una situación inimaginable en el escenario político argentino.
Y es que por muy parecidos que sean ambos pueblos rioplatenses, las bases del estado uruguayo lo hacen diametralmente distinto al argentino. Uruguay se constituyó como un país liberal en un pacto entre los partidos políticos, mientras que Argentina nació de la militarización. Eso, para los charrúas, resultó en un estado pluralista, con una visión interna más integradora, y con el reconocimiento generalizado hacia las instituciones. Al otro lado del río, en Argentina, el discurso nacionalista y patriótico (desde Perón hasta Alberto Fernández, hasta los Kirchner) siempre caló más hondo: uno que hoy es, sencillamente, populismo. Y ese guion de confrontación, de ‘patriotas‘ contra ‘enemigos de la patria‘, ha fomentado el desgaste institucional, algo que sin duda ha evidenciado las grandes carencias económicas y políticas de un país que durante la primera mitad del siglo XX lo tuvo todo para erguirse como uno de los diez más ricos del mundo (y lo fue: primero en 1921, y luego en 1962 y entre 1964 y 1967).
Pero Uruguay no es como Argentina. Es tan distinto a ella como lo es a Brasil, a Bolivia, a México, y a Venezuela. A continuación, académicos, representantes de colectivos uruguayos en España, y voces de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe), nos dan las claves de por qué los uruguayos están en una situación menos vulnerable que el resto de los países de la región (la más afectada por la pandemia en el mundo), y con miras a una más pronta recuperación económica. Según la OCDE, Argentina no recuperará los niveles económicos prepandémicos hasta 2026, Brasil lo haría hacia finales del 2022 y México en 2023. Sobre Venezuela, cualquier pronóstico resulta irresponsable. ¿Y Uruguay? Las estimaciones del Fondo Monetario Internacional indican que la recuperación será gradual entre 2021 y 2022. Es decir, antes que sus vecinos. Eso sí, siempre y cuando la situación pandémica no empeore.

“Somos adversarios, no enemigos”
Son las 10:15 horas en el Café Comercial, en Madrid. Gustavo Núñez (secretario de cultura) y Juan Sotelo (presidente), del Centro Uruguayo de Madrid —el más antiguo de España, que data de 1977 (aunque consolidado como tal en 2002)—, una de las colectividades uruguayas que más gente mueve, han llegado a la cita con este diario para charlar sobre las particularidades que distinguen a su país del resto de América Latina.
El primero, historiador, tiene 71 años y llegó a Madrid en 1976; el segundo, 66 años, llegó en 1977. “La migración tiene dos grandes causas: o vienes perseguido o vienes con hambre”, dicen. Núñez salió de su natal Montevideo por “cansancio político”; Sotelo, “por… cansancio (risas)”, y después confiesa que entonces llegó a estar detenido. Aquellos años turbulentos eran los de la dictadura cívico-militar de Juan María Bordaberry (1973-1985), un episodio que —a diferencia de Argentina— no cuadraba mucho con la historia de un país pluralista y con una trayectoria de más de medio siglo de solidez democrática. “Entonces, era una situación muy difícil, era crítica”, dice Gustavo. “Llegamos a tener 10.000 presos políticos. Para ellos (el Gobierno militar) era mejor que te fueras”, relata Juan que, pese a haber vivido la mitad de su vida en España, siempre utiliza el “nosotros” para hablar de los uruguayos. Finalmente, sale el tema de la ‘Operación Cóndor’ (la campaña de represión contra la disidencia política en el Cono Sur, respaldada por Estados Unidos en la década de los setenta), y entonces todo cuadra.
Repasan la historia del país que dejaron atrás. Charlamos sobre José Batlle y Ordoñez (un prócer uruguayo, responsable de que sea un país laico y de las bases de la antes mencionada solidez democrática). Y justo después, comienza la interminable lista de diferencias entre uruguayos y argentinos en una conversación que, paradójicamente, inició con: “no somos tan distintos de ellos (los argentinos)”.
“¿Sería posible imaginar en Uruguay algo similar al momento en el que Cristina Fernández de Kirchner decidió no asistir a la entrega de la banda presidencial, en la transición de poderes, cuando Mauricio Macri ganó en 2015?”. Ambos, Juan y Gustavo, respondieron con los ojos, la cabeza, cambiando la postura, y con un “¡Nooooo, jamás! Eso no. En Uruguay decimos que somos adversarios, no enemigos”, cierran. “Nosotros somos un país pluralista e integrador”, añaden. Un paréntesis, recordemos que ese no fue el único desplante de la antigua presidenta (y hoy vicepresidenta) argentina hacia Macri: cuando éste dejó el Gobierno en 2019, ella, haciendo un esfuerzo visible, logró un gesto de innegable repulsión mientras le daba la mano. Información adicional, en la presentación de su libro ‘Sinceramente’, en La Habana, Fernández de Kirchner dijo, “No puse esa cara, me salió. Cuando él me extendió la mano, por un momento pensé en no dársela… la verdad, no se la quería dar. No me gusta fingir. No soy hipócrita. Bueno, le di la mano, mientras que la cara se me iba transformando…”, ante un público que aplaudió cada una de sus palabras. Eso, para los uruguayos, sería dantesco. Inimaginable. Contrario a toda lógica y a todo principio de unión y concordia en su país.
Y es que si algo destacan Núñez y Sotelo es la confianza de los uruguayos en sus instituciones, amén de las rivalidades políticas y partidistas, propias de una democracia. “Incluso, durante toda la pandemia”, cuenta Sotelo, y agrega, “la oposición al Gobierno de Lacalle Pou estuvo con él en todo momento desde que comenzó la emergencia sanitaria. Nunca estuvo en contra del Gobierno. Allí no se politizó la situación, como sí ocurrió acá (en España)”. Y así fue, en marzo de 2020, dos semanas después de que la OMS declarara al coronavirus una pandemia, el expresidente Tabaré Vázquez y Lacalle Pou se reunieron para unir fuerzas. De aquel encuentro en el que Vázquez (reconocido médico, además de político) presentó un documento con medidas y propuestas para contener los efectos de la crisis sanitaria y el desplome económico, el actual mandatario uruguayo declaró: “De esto salimos entre todos, así que me pareció oportuno venir a charlar con el expresidente”.
La charla continúa (corrupción, nacionalismo, etcétera) y, después de señalar que la estrecha relación entre la iglesia católica y la élite militar argentina es otra de las diferencias entre ambos pueblos, de pronto dan con la que, posiblemente, sea la piedra angular en la brecha que más los separa: la sombra de Perón en la política.
“Uruguay jamás ha tenido una sombra política como la de Perón en Argentina”, afirma Núñez. “¡Allí, todos los presidentes han sido peronistas!”, zanja.

Un problema histórico
Al teléfono está Nicolás Saldias, uruguayo-canadiense, analista de The Economist Intelligence Unit, investigador para la universidad de Toronto, y experto en las diferencias estructurales entre Uruguay y Argentina. Charla con El Confidencial y suelta una comparación sui géneris, pero al parecer bastante atinada, basada en el contraste entre lo que es un país más liberal frente a uno nacionalista: él dice que Uruguay es más parecido a Canadá, así como la Argentina lo es a Estados Unidos.
“En Uruguay no puedo imaginarme a un López Obrador. ¡O a un Juan Domingo Perón! Uruguay es una democracia liberal en un mar de nacionalistas y de autoritarios. Los uruguayos son patrióticos, por supuesto, pero no son ultra nacionalistas. Son más como los canadienses. En cambio, los argentinos sí son muy nacionalistas como lo son los estadounidenses”, dice.
Para Saldias, el gran abismo que divide a los pueblos rioplatenses nació con la composición de cada uno de los estados. “El nacimiento de Uruguay se da con la aparición de los partidos políticos, es decir, con la democracia. En Argentina fue distinto, el estado argentino lo crearon los militares y ellos tenían otra mirada. Ellos, para mantener el poder, utilizaban la fuerza y no la democracia, una situación que fomentó el clientelismo y la corrupción”, asegura.
Integrismo vs. Nacionalismo. El académico añade que en Uruguay no sucede lo que sí en Argentina, es decir, que siempre hay una batalla entre los dos grandes grupos que pretenden el gobierno, entre las dos miradas totalitarias sobre lo que consideran “la verdad”. “Ya ves el caso del kirchnerismo que es, sin duda alguna, muy autoritario y antipluralista; o estás con ellos, o estás en contra de la Argentina misma”, zanja. Y recuerda, como sus compatriotas antes entrevistados, la anécdota de la discordia, de 2015, entre Cristina Fdez. de Kirchner y Macri.
Saldias, igual que Gustavo Núñez y Juan Sotelo, considera “impensable e inaceptable” un grado de hostilidad política semejante en Uruguay. Y opina que el discurso de Alberto Fernández, exactamente igual que el del mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador, no es otro que el de la polarización. Es decir, discursos basados en el guion de 'patriotas' (aquellos afines a su Gobierno) contra 'traidores a la patria' (cualquier forma de oposición).
Y es precisamente esto lo que para el experto en la relación argentino-charrúa ha definido cómo ha sido la gestión pandémica en su país: los uruguayos confían en su Gobierno, pero, sobre todo, en sus instituciones, independientemente del Gobierno en turno. En pocas palabras, todos se saben a bordo del mismo barco. Todo lo contrario a lo que, desde su perspectiva, ocurre en Argentina, donde Fernández, igual que sus predecesores, ha hecho de la improvisación una costumbre política. Todo, evidentemente, porque las fuerzas políticas en ese país (como en la mayor parte de países en la región) no apuestan por un proyecto en común, sino por la apropiación de “la verdad” y del concepto de patria.
Con Argentina es poco indulgente. “Es un desastre. Las políticas de Alberto Fernández no sirven”, espeta. Saldias ve como inviable e ilógico el camino del actual mandatario argentino de “crear un Estado gigantesco”. Para él, las cosas en Uruguay son diferentes, y agrega: “Lacalle tiene la política de no gastar más de lo necesario. Para él es una prioridad controlar el déficit. Los uruguayos necesitan tener las cuentas fiscales ordenadas. Sin embargo, en Argentina ni siquiera piensan en eso. Ellos van al Banco Central y dicen “necesitamos más pesos”, “ah vale”, responden y es lo que hacen. Por eso su economía está en una situación tan grave”.
¿El futuro para la Argentina? Complicado, así lo augura. “Desde los años 40 están en crisis”, afirma. Y enumera cada una de las turbulencias que han tenido durante cada década. “En Uruguay, la inflación está bajando. Ahora es de un 6%. En Brasil es del 8%. Pero en Argentina es del 48%, ¡¿cómo sales de eso?!”, se pregunta. Y su respuesta no es menos dura y enseguida suelta: “No es un problema económico, únicamente. Tampoco el problema argentino es solo político. ¡Es histórico! No se trata solo de ajustar unas variables, es algo mucho más profundo. El problema es que se ha generado una cultura política de populismo de la cual no pueden salir. En la Argentina, los populistas, como Perón, tenían una política antipluralista. ¡Perón gastaba plata de donde fuese y utilizaba al Banco Central para controlarlo todo! Pero ¿qué pasó cuando se acabó el dinero…? Hiperinflación, crisis política, etcétera”.
De acuerdo con el analista, y las estimaciones de la unidad de inteligencia de 'The Economist', Uruguay tendrá una recuperación económica notable hacia finales de 2022. Sobre Argentina, declara, “nadie sabe qué va a pasar el próximo año. Se estima que no saldrán de la crisis hasta el 2026. Aunque tampoco se puede saber con exactitud, porque si llegaran a sufrir otra devaluación, entonces no me quiero ni imaginar cuál sería su perspectiva”.

La recuperación llegará antes
Uruguay vivió el azote pandémico más tarde que prácticamente todos los países del mundo. Y, paradójicamente, sucedió así cuando ya estaba echada a andar la campaña de vacunación. Resulta que la cepa brasileña se aprovechó de la desescalada y de que los uruguayos habían contenido durante un buen tiempo el número de contagios, y así la crisis sanitaria explotó hacia mediados de marzo y alcanzó su zenit entre mayo y junio. Y, de pronto, Uruguay, de haber sido un ejemplo global, se convirtió en el país con más fallecidos (per cápita —hágase hincapié en ese dato—) en el mundo. Sin embargo, el sistema sanitario nunca se colapsó, como sí sucedió en México, Brasil o Perú.
Puesto en perspectiva, el tiempo que ‘el paisito’ ha sufrido el pico de la crisis ha sido mucho menor a, por ejemplo, Argentina. O a México, donde todo, desde el inicio de la irrupción del coronavirus, han sido meras estimaciones, datos que no cuadran, realidades que rebasan a la ficción, padrones incompletos.
Lo cierto es que, a día de hoy, cerca de dos tercios de la población uruguaya ya tienen la pauta completa de vacunación (64%). Y la curva de contagios, pese a lo preocupante de los meses pasados, ya se ha aplanado, según la base de datos Covid-19 Tracker, de la agencia Reuters. Ellos vivieron en tres meses la crisis pandémica que en buena parte del mundo duró, al menos, durante todo 2020 y parte de 2021. Por el contrario, la Argentina (que, recordemos, es 15 veces más grande en población) apenas llega al 15.9% de la población vacunada por completo (con una dosis es el 56%).
De acuerdo con José Porcile, director de la oficina de la Cepal en Montevideo, la recuperación económica de Uruguay comenzó desde finales de 2020. No obstante, señala que el descontrol en los contagios durante el primer semestre de este año sí que ha impactado en la continuidad de los avances económicos. Aun así, cuenta a este diario que hay factores, como el alza de precios en abril de 2020 en los productos agrícolas, (en un país muy enfocado al comercio exterior), que han sido un importante incentivo para salir del estancamiento.
Pero hay datos y realidades que no pueden pasar desapercibidas. Uruguay sigue siendo el país más igualitario de América Latina (según el índice Gini), y el que menos gente tiene viviendo en situación de pobreza (3% en 2019, y 5% en el fatídico 2020). En pocas palabras, es uno que ha apostado —según datos del Instituto de Economía de Uruguay— por el crecimiento económico reduciendo la desigualdad (un lastre que sigue muy presente en Brasil y en Argentina, un país donde el 45% de la población ya vive en el umbral de la pobreza).

La democracia más sólida
Otra característica que destaca Saldias es la solidez democrática de Uruguay. De acuerdo al mapa de niveles democráticos de 2020 de 'The Economist', en el que solo aquellos países que reciben una puntuación entre 8 y 10 están considerados como ‘democracia plena’, hay únicamente tres países latinoamericanos: Uruguay (con una puntuación de 8,61), Chile (8,28) y Costa Rica (8,16).
Por otra parte, están los países considerados como ‘democracias imperfectas’, que obtienen entre 6 y 8 puntos. Argentina se encuentra entre ellas, pues su calificación es de 7,02. También están Brasil y Colombia, con 6,97 y 6,96 respectivamente. México, Ecuador y Paraguay, apenas pasan de los 6 puntos. Y en las antípodas del Uruguay, de nuevo, aparece Venezuela, que, igual que Nicaragua, están considerados como ‘regímenes autoritarios’. ¿Sus puntuaciones? 3,16 y 3,63.
Por lo tanto, Uruguay, el país con las bases democráticas más sólidas, el menos corrupto, el que tiene el sistema sanitario más robusto, y, el que menor índice de pobreza tiene, será el que salga antes de la crisis pospandémica: una que no ha dado tregua en la región, y que amenaza con dejar en el rezago económico a países como México, Perú y Argentina.

 

PLUMAS ILUSTRADAS f
Javier Bonilla
Sicardi, ¡quiero retruco!

Festejando cálidamente la columna semanal de don Guillermo en Búsqueda ("Media lanza por Andrade"), duplicamos su apuesta realista y desburocratizadora. Efectivamente...! Hay que meter el cuchillo dura y simultáneamente además de en las corporaciones, en TODO el sistema educativo, anestesiado, ideologizado y retardatario.
"¿Qué tal si eliminamos a los escribanos públicos del medio y los sustituimos (en el 80% de los casos) por la tecnología de blockchain1? ¿Qué tal si cerramos de una vez por todas la División Portland de Ancap y con eso abaratamos el precio del cemento? ¿Qué tal si cerramos decenas de organismos públicos, oficinas y reparticiones inútiles y bajamos los impuestos a los hierros, los ladrillos o la grifería para un hogar", dice Sicardi, antes de recordarnos que, lejos de destacarnos, cómo usualmente nos mienten, en el ranking mundial de facilidades empresariales y comerciales, nuestro puesto es un deshonroso lugar 101...
Me alegra saber que somos dos los que observamos -con todo respeto por los profesionales, aclaro- la hiperinflación notarial uruguaya (y sin quizá, contable....), siendo el casi único país del mundo cuyas universidades, incluyendo las privadas, dictan la carrera de escribano como profesión liberal, mientras en el resto del mundo rigen otras opciones.
¿Cuáles? O bien, como muchos estados de USA, da fe de la mayoría de los actos el mejor vecino, o, como en Brasil, dónde el escribano es, tras posgrados de posgrados, prácticamente un registro civil y comercial barrial, sólo pudiendo ingresar un nuevo profesional al ruedo, si se jubila el otro . El ciudadano, simplemente y por muy poco dinero, registra su firma en cuanto Cartório (escribanía) quiera. Luego, excepto compra/venta de casas, vehículos u obras de arte, o testamentos, el resto de los actos no requiere intervención directa del notario, sino acuerdos muy baratos entre dos personas con firma registrada.
En Uruguay, desde fines de los 90 se debió actuar al respecto, inclusive por advertencias de asociaciones notariales internacionales. ¿Que no es muy liberal empezar a limitar los ingresos/egresos universitarios (como en todas partes!)? Tampoco lo es financiar una carrera, la cual (incluso firma digital mediante) va rumbo inmediato a la saturación -van a matarse por un simple inventario...- y a una futura extinción, a la cual se le plantearán habituales resistencias conflictivas y dramáticas que subsidiaremos, más allá del problema que va a plantear la Caja Notarial, hoy aún bien de recursos. Algo habrá que hacer. Examen de ingreso complejo, posgrado de posgrado de una sola carrera de Derecho, limitar el número, desestimular su enseñanza privada, etc.
Bueno, en tiempos digitales y sabiendo que, con la gran cantidad histórica de egresados, la mayor parte de su labor tiene que ver con el Estado, urge redefinir la tarea de los Contadores...
Y ojo, no son las únicas profesiones saturadas. Uruguay debe ser el único país del mundo en el cual tras un curso de meses cualquiera es rematador o tasador (no se aglomeren.....!), ¿O es en el que en los 80, un grupo de contadores pedía que a los quioscos de revistas les inventaran la necesidad de tener uno. Mientras tanto, la Urssdelar, e inclusive algunas UTU siguen vomitando técnicos sin una clara finalidad a un mercado que, aún siendo nosotros liberales, sabemos que este aspecto no lo regula y, en consecuencia, pagamos todos, incluso las frustraciones de los futuros profesionales, amén del descenso en la calidad de su formación (palpable hasta en Medicina, huérfana desde hace años de genética y farmacología).
 De los egresos en Ciencias de la Comunicación, Ciencias Políticas -en Brasil se intentó, lógicamente sin suerte, que agencias y medios debieran contratar politólogos!!!- o Psicología, ni hablemos. Menos de la horrenda e ideologizada formación docente. La enseñanza aquí, no es, notoriamente, parte de la solución! Examen de ingreso, para que te quiero...
"En esta tierra de doctores/y magníficos rectores/es muy seria la comedia", cantaba Belchior.
¡Demasiado!

Javier Bonilla
AEROPUERTO CARRASCO
Aburrida tragicomedia de los radares, otro capítulo...

Es un teleteatro malo y ya lleva más de 10 años de idas y venidas. Evitables. No se trata de Covid o cosa parecida.
¿Qué tanto? Casi desde el vamos. Ya, la decisión, quizá poco informada, de no enfrentar una licitación local, usualmente dudosa, y encomendarla al organismo de la ya entonces decadente ONU especializado en Aviación Civil (OACI), era discutible.
Cuando comienzan los atrasos sucesivos, en 2012, los cambios de representante, las dilaciones en iniciar la obra civil, los rumores, las sugerencias de multa al polémico fabricante estatal italiano, se pudo parar.
Cuando tras tolerancia extrema, y el retraso insostenible, en 2014, las multas efectivas, la prisión de la jerarca italiana de Selex en Roma -la misma que tanto "sugirió" nuestro futuro radar al jefe de compras de OACI, Patrick Molinari- por corrupción, y la preocupada visita del propio Molinari al ministro Fernández Huidobro, antes que le estallase un escándalo, pudimos parar. 
El mismo visitante, nervioso, le sugirió al titular de Defensa barajar y dar de nuevo, quizá favoreciendo a otra firma que Uruguay sugiriese... ¡Pudimos parar! El Ñato no quiso porque ya habíamos pagado su comisión de 6% al organismo internacional. ¿De los 7 palos verdes que nos estaba costando, eran casi 400.000 dólares que no queríamos desperdiciar?
¿A pesar de saber que nos estaban vendiendo un modelo obsoleto, postergando la entrega y con más componentes chinos que occidentales, no quisimos parar? Esto ya nació muy mal.
Nosotros, entonces en vergonzosa soledad, nos desgastamos gritando a los cuatro vientos lo que estaba pasando, por Enfoques y en la prensa extranjera, que currículum teníamos. No nos quisieron escuchar, ni la "incisiva" gran prensa local (mayoritariamente, una murga, hoy dando pena, payando sobre el tema) ni la que era "oposición", hoy oficialismo. Si lo hubieran hecho, este mamarracho podía frenarse. No interesó. El resto paga.
Felizmente, la " desobediencia" de un funcionario de la Dinacia, que mantuvo activo casi hasta ayer, casi, el viejo radar Thompson que se debía suplantar, permitió que las varias veces que paró de funcionar el " nuevo" - sea por defectos, o por la irrupción de marginales a robar cables en el entorno mal custodiado- Carrasco y Curbelo no colapsaran.
Aclaremos que el viejo radar Thompson no es, al contrario de lo que le informaron muy mal al ministro, militar, no es 3D. Sí, es de tecnología mucho mejor, a pesar de contemporáneo, al sistema fallado, tal vez porque sus componentes y su terminación eran europeos.
Aclaremos también, que los técnicos italianos que arriban a fin de mes, no llegan graciosamente, sino cobrando unos 300.000 dólares, ciclo que para dejar al sistema a punto, debería continuar por el próximo trienio, prácticamente. Otro palito...
¿Aprenderemos esta sufrida lección? ¿O preferiremos un accidente? ¿O al menos otro fuerte papelón? ¡Me tienen harto!!!

Carlos Asecas
Si es de izquierda no es deshonesto...

... Si es deshonesto no es de izquierda

Parecería que con el tiempo, se van cayendo las caretas de aquellos que en el año 2005 se presentaban como el ejemplo a seguir en la actividad política. Se jactaban de la ética, la conducta, la transparencia, la honestidad. Cuando asumió Tabaré Vázquez en 2005, declaró que quien metiera la mano en la lata, se la iban a cortar. Fue sólo una frase de marketing, de lo contrario varios estarían usando prótesis.
 En un conocido programa televisivo se denunció que Oscar Andrade tras comprar un terreno en San Luis en el año 2011, fue la última vez que pagó la contribución del mismo por un valor de $200 por mes. Actualmente la deuda asciende a los $100.000 por un terreno que figura como baldío, cuando en realidad se construyó allí de forma clandestina una vivienda de dos plantas, sin haber pagado aportes al BPS, ni Impuesto de Primaria, como tampoco ningún tipo de arancel y/o contribución a la Intendencia de Canelones. Andrade argumenta que lo hizo con ayuda de amigos y como no tenía los planos de la misma porque estos tenían un costo de U$S2.000, no solicitó al BPS el beneficio de mano de obra benévola. Es sabido que en caso de construcción modesta, el BPS proporciona los mismos.  No resulta creíble su excusa cuando como senador de la República percibe un sueldo líquido de $200.000 y además cuando renunció a su cargo como diputado, recibió un subsidio por un valor muy elevado. Sería bueno que el intendente Orsi investigue cómo es posible que una persona tenga una deuda durante diez años y no haya sido embargado. Si eso pasó es porque alguien barrió bajo la alfombra. Para Andrade es más importante donar parte de su sueldo al PCU que cumplir con sus obligaciones tributarias. El reconoce los hechos, aunque dice que así lo hace la mayoría de la gente y que por eso la Intendencia de Canelones no se va a fundir. Estamos ante una actitud deshonesta y falta de conducta y a su vez un mal ejemplo para aquel que ganando el diez por ciento de un senador, trabaja y se sacrifica para cumplir con sus obligaciones. Lo peor de todo, es que su partido lo respalda y considera que es una persecución política por parte del periodismo. Queda demostrado que para ellos si un compañero comete evasión fiscal no es delito, lo malo es que lo descubrieron. Las malas personas son los denunciantes. Caraduras.
Esta actitud del Frente Amplio de apoyar a sus camaradas deshonestos ya lo vimos en el caso de Raúl Sendic que fue procesado por abuso de funciones y hasta el propio presidente Tabaré Vázquez lo defendía diciendo que era el mayor caso de bullying que él había visto. Recordemos otro caso de defraudación cuando el ex presidente del Sodre, Jorge Orrico debió renunciar porque cuando su secretaria se quiso jubilar después de veinte años de trabajo, no figuraba en el BPS como aportante.
El tiempo demuestra que se presentaron ante la ciudadanía como algo que no son y que durante quince años cometieron ilícitos, corrupción y despilfarro con el dinero de todos nosotros. Ahora su meta es derribar la LUC porque ven que muchos artículos allí aprobados están dando resultados y eso no les conviene para sus ansias de poder. Ya salió la primera corporación a apoyarlos (Asociación de Defensores de Oficio) haciendo una denuncia ante la Suprema Corte con críticas mentirosas contra la policía, los médicos forenses y los fiscales. Dentro de poco tendremos también al CASMU considerando que allí la izquierda ganó las elecciones. Dios los cría y ellos se juntan. Para la política enfrentar a la izquierda, es como a un cirujano combatir una metástasis, le ganas a una, pero siempre te aparece otra. Ya tenemos suficiente desgracia en Latinoamérica con las sangrientas dictaduras de Venezuela y Cuba amigos íntimos de los dirigentes frentistas. Nuestra desgracia es que no se mudan a esos paraísos.

Rafael Rubio
Clubes cannábicos
  •  “Únicamente los seres conscientes pueden ser seres libres”.
      Georg Wilhelm Friedrich Hegel
Hablando en términos futbolísticos, se percibe que el Ministerio del Interior decidió “ajustar las marcas” a los clubes cannabicos. Derivó que representantes de estos clubes,  solicitaran audiencia con el Sr. Ministro L. A. Heber. A la salida de la reunión, dichos representantes formularon declaraciones a la prensa. Por el tenor y contenido de las mismas se percibe que la preocupación del Ministerio es más que razonable (“que las fiscalizaciones pasen a manos de la Policía "es inaceptable" dado que no tienen la capacidad técnico ni las atribuciones para llevarlo adelante”.  "No estamos de acuerdo con que se acceda a las direcciones a través de este artículo que es puesto en una Rendición, lo que no corresponde", que los usuarios de los clubes son "las personas más registradas del planeta". "Que la información la repartan acá o allá es otra cosa, pero estamos súper registrados". "Para iniciar un club hay que ir con una pila de expedientes, que incluyen títulos, antecedentes, hasta certificado de vacunación". "Nosotros estamos dando la cara, nos mostramos como parte del Uruguay productivo, si se quiere. Se generan fuentes de trabajo, se saca gente del mercado ilegal, que es el objetivo de los clubes. El objetivo es sacar gente del narcotráfico”,  “la sociedad debe agradecer que gracias a nosotros se limita el narcotráfico”, etc.).
Dichas declaraciones certifican el deterioro cerebral de estos sujetos. Los que integran dichos clubes son adictos. Definimos la adicción como una enfermedad – porque el abuso de sustancias o conductas compulsivas modifica la estructura y el funcionamiento del cerebro. La adicción inhibe o reprime el funcionamiento de áreas cerebrales como el córtex frontal que se encargan de la contención, la lógica y el comportamiento consciente. Buscan el alivio a través del consumo o uso de sustancias u otras conductas similares. Concretamente en el caso de la adicción a sustancias, son los mecanismos cerebrales de recompensa, dónde los neurotransmisores como la dopamina juegan un papel importante. Un cerebro adicto no es un cerebro normal. La persona adicta exagera situaciones y usa palabras como “siempre” o “nunca” para describirse a sí mismo o a otros. La persona adicta se aprovecha de sus miedos (emocional, físico y monetario) con sus palabras y acciones, para manipular a los otros (Ver manipulación del adicto: https://adiccionesmadrid.es/identificar-la-manipulacion).
Al padecimiento de una adicción,  se debe agregar que es con marihuana que contiene sustancias químicas activas que se llaman canabinoides que causa efectos similares a los estupefacientes en todo el cuerpo, incluso en el sistema nervioso central y el sistema inmunitario.
No hay duda de que el consumo de marihuana causa adicción, por las alteraciones cerebrales que desata. “Un consumo crónico y fuerte de cannabis conduce a modificaciones en elementos moleculares de estructuras cerebrales que son responsables del estado de adicción y del síndrome de abstinencia cuando su uso es interrumpido”.
El término marihuana se refiere a las hojas secas, flores, tallos y semillas de la planta Cannabis sativa o Cannabis indica. La planta contiene tetrahidrocanabidol (THC) —una sustancia química que provoca alteraciones mentales— y otros compuestos similares.
La marihuana afecta el desarrollo del cerebro. Cuando una persona comienza a consumir marihuana en la adolescencia, la droga puede reducir la capacidad de pensar, la memoria y las funciones cognitivas (funciones de aprendizaje), y puede afectar la manera en que el cerebro establece conexiones entre las áreas que son necesarias para realizar estas funciones.
i.    Habituación y reactancia emocional
La habituación  es un proceso biológico muy potente por el cual el cerebro se concentra en cualquier cambio repentino en nuestra situación. Si el cambio permanece y no provoca ninguna consecuencia importante, el cerebro termina perdiendo interés en él. Las neuronas dejan de reaccionar a las señales y a los estímulos cuando estos ocurren de forma repetida y previsible. La monotonía y la familiaridad generan previsibilidad y reducen la novedad, lo cual reduce el placer. Por tanto el circuito mesolímbico de recompensa queda insatisfecho y la adicción se mantiene, se refuerza y el adicto busca satisfacerla donde y como sea (Burnett, Dean. 2018. El cerebro feliz. Paidos. Argentina).
Mercado “regulado” de una adicción es un oximorón.
También existe el  factor psicológico de “reactancia emocional”, ese “incontrolable e irracional deseo de hacer las cosas que te prohíben”. Basta que algo se prohíba, para que la gran mayoría, aún aquellos que nunca antes lo pensaron, sientan deseos de hacer esas cosas.
¿Qué sólo me permiten fumar x gramos de marihuana por mes?, yo deseo x + 1, después querré x + 2.

ii.    Club es un grupo
Uno de los hallazgos más sólidos de la psicología, son las diferencias de trato a los miembros del grupo y a los que no lo son. Favorecemos a los de nuestro grupo y desconfiamos de los de fuera. Esto es parte de nuestra herencia evolutiva.
Así, al interior del grupo se da el fenómeno del  “pensamiento grupal”, que  se presenta cuando los miembros evitan la evaluación crítica de alternativas, de tal manera que puedan preservar el sentimiento de unidad y consenso del grupo. El intento de lograr el consenso a cualquier precio hace que los miembros de estos grupos eviten ser  demasiado críticos al juzgar las ideas de los otros miembros.
Las “víctimas del pensamiento grupal” adquieren un sentimiento de invulnerabilidad y se sienten seguras y protegidas contra los peligros y actos ineficientes. Además, ignoran las críticas externas porque racionalizan su comportamiento y el de los otros. Los miembros tienden a creer que sus actos son inherentemente morales y éticos. Además, presionan a todos los elementos del grupo para que se ciñan a la decisión del grupo y no permiten discusión alguna sobre otras alternativas. Este tipo de pensamiento grupal se presenta con más frecuencia en grupos muy unidos cuando viven situaciones llenas de tensión, llegando a considerar a sus oponentes como seres malignos o estúpidos y por tanto no merecen credibilidad o son incompetentes  para negociar las diferentes creencias o posiciones (releer declaraciones anteriores).
Por tanto, los “clubes cannábicos” se convierten en autarquías en los cuales nada mejor que fumarse un (o dos o tres) porros, las necesidades de aceptación y de reconocimiento de sus integrantes refuerzan esas conductas, terminan pensando y comportándose de manera mucho más extrema que si estuvieran solos y esa euforia momentánea alcanzada, actúa de polo de atracción a potenciales adictos del entorno (por presentar otro trastorno mental, ciertos rasgos de personalidad, bajas habilidades sociales, conflictos interpersonales, duelo, inestabilidad emocional, experiencias traumáticas en la infancia, familia de origen disfuncional). Los clubes cannábicos son fábricas y vectores de drogadictos.

iii.    Suicidio en  cuotas
El gobierno comenzó una campaña para disminuir los suicidios. Este es un flagelo que azota principalmente la población joven del país, y que trágicamente nos coloca en primeros  lugares en el mundo. Se espera que además de los spot publicitarios y del 0800, se implanten fuertes políticas educativas en valores que orienten a la población al bienestar que brinda el poseer un sentido de propósito en la vida, un sentimiento de trascendencia,  de esperanza  y de agradecimiento.
Todas las políticas que promueven adicciones significan “suicidios en cuotas”. En primer lugar promueven el robo de la voluntad de los sujetos, y los van matando lentamente al destruirles el cerebro. Como la biología no es lineal, la habituación a las cantidades de droga, conduce a la posterior necesidad de mayor cantidad de la  misma. Estudios recientes señalan la existencia de un circuito de antirrecompensa, red de regiones  que provoca reacciones negativas a aquellas que aún disfrutamos. En esencia este sistema de antirrecompensa hace que nos sintamos muy infelices  (Burnett, Dean. 2018. El cerebro feliz. Paidos. Argentina), que también nos deja al borde del suicidio.
 Además, tanto en el humo de combustión de marihuana como en el del tabaco se producen hidrocarburos aromáticospoliciclícos (HAP), entre los que figuran benzopirenos y fenoles, que sugieren que el consumo de marihuana es asimismo, un factor de riesgo de cáncer, en especial de pulmón.
Se cae en otra gran “contradicción progresista”: “se limita el consumo de tabaco, se promueve el consumo de la marihuana”.
Menguar la contradicción de los “multicolores” en el tema exige un gran esfuerzo político, que debe vislumbrarse en  mayor presupuesto para el “Portal Amarillo”, así como el apoyo, monitoreo y control de las organizaciones privadas que trabajan en el tema, muchas de las cuales se posee información que lo hacen en forma excelente.
Un liberal sabe que la internación compulsiva en muchos casos es la única manera de devolverle  la libertad a la persona.

iv.    Comentarios finales
“De cómo un grupo de guerrilleros sesentistas, en un ambiente de jolgorio pop se fueron a Woodstock”-
Todo lo que tiene que ver con la marihuana recreativa, su venta en farmacias, los clubes cannábicos, etc., fue ideado, programado, ejecutado y evaluado (sic) por los políticos que hicieron lo propio con la “Regasificadora”.
Los mismos políticos de los temas cannábicos son los que administraron ANCAP y PLUNA e idearon y actuaron el circo del “caballero de la derecha”.
Son los mismos que promovieron el negocio de ARATIRÍ y el Puerto de Aguas Profundas. Son los que luego “prendieron velas al socialismo” con Alas U, Envidrio y los negocios con Venezuela.
¿En este tema, no se cree que el Ministerio del Interior deba ajustar las marcas, también el Ministerio de Salud Pública?
Hubo un proyecto que hicieron estos mismos políticos, que de sólo recordarlo produce vergüenza ajena y propia, por lo chanta y chabacano,  fue un proyecto compartido con un vecino que lo vuelve incestuoso: “El tren de los Pueblos Libres”.
Su nombre “cool”, progre y glamoroso, me recuerda los “Clubes cannábicos”.

 

ENFOQUES COMPARTIDOS - MÁS ALLÁ DEL RÍO DE LA PLATA f
Enrique Guillermo Avogadro
¿Están nuestras celdas preparadas?
  • "La tolerancia llegará a tal nivel que las personas pensantes
     tendrán prohibido hablar para no ofender a los imbéciles"
     Fedor Dostoviesky
Para intentar ocultar la repugnante exhibición de impunidad que significó la libertad de Amado Guita-reo Boudou, el ex Vicepresidente condenado por nada menos que 16 jueces por haber robado la imprenta de fabricar dinero (Ciccone) -todavía no comenzó el juicio por la defraudación a la Provincia de Formosa- a cárcel e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos, se ha vuelto a poner sobre el tapete la extraña discusión sobre el número de desaparecidos durante el régimen militar de 1976/1983. Como excusa, esta vez se usaron sendas participaciones de Ricardo López Murphy en televisión, en las cuales sentó su posición, que comparto plenamente.
A la ley promulgada por la entonces Gobernadora, María Eugenia Vidal, que literalmente prohíbe discutir el fantasioso número de 30.000 desaparecidos en el ámbito provincial, esta semana se sumó un proyecto presentado por el ínclito pero ignoto Senador Alfredo Luenzo, del Frente de Todos, que prevé sancionar a quien ponga en duda ese número, estableciendo penas de cárcel para los infractores.
Pero a esa dogma de cancelación que, como tal, pretende ser correcta y que no acepta impugnaciones, se contraponen hechos y cifras oficiales. Los informes de la CONADEP (1984), la Secretaría de Derechos Humanos (2006) y el Registro Único de Víctimas del Terrorismo de Estado contabilizaron menos de 9.000 desaparecidos. Las mismas certezas surgen del Parque de la Memoria, implantado en la costanera porteña, donde se colocaron 30.000 chapitas para recibir los nombres de esos teóricos argentinos faltantes; la enorme mayoría de ellas continúa en blanco pese a que, para intentar rellenarlas, se retrotrajo a 1955 el derecho a la membresía, además de incluir a quienes cayeron combatiendo o fueron asesinados por las mismas organizaciones terroristas a las que pertenecían.
Han pasado ya 38 años desde que los militares dejaron el poder, y se han pagado miles de millones de dólares en indemnizaciones a los deudos de todos ellos, tiempo suficiente y dinero más que tentador como para que los parientes de alguno de los más de 21.000 inventados casos hubieran reclamado; bastaba con arrimar el número de documento. Sin embargo, para los dueños del relato nada permite ponerlo en duda, ni siquiera los dichos del propio creador de ese número mágico (Luis Labraña, ex montonero, https://tinyurl.com/26bkxth9) que confesó que lo había hecho, ya en 1977, para suscitar la generosidad crematística de fundaciones europeas instalando la idea de un inexistente genocidio que, de todas maneras, aún no estaba tipificado como delito en la época de los hechos.
Los organismos de derechos humanos argentinos, que tanto han lucrado y robado con su discurso sesgado acompañando a Néstor Kirchner y ahora al Presidente Pinocho, se rasgaron las vestiduras ante los presuntos excesos de la represión oficial en Chile, Colombia y Bolivia, pero firmaron -con los archivados presidentes que integran el Grupo de Puebla- un claro respaldo a los regímenes asesinos de Venezuela, Nicaragua y Cuba, que tuvo una curiosa epidemia post-rebelión que, esta misma semana, mató a seis generales.
En realidad, el caso Boudou no debiera llamarnos la atención porque lo mismo ha sucedido con muchísimos políticos presos (no presos políticos, como pretende el kirchnerismo) por corrupción durante la extendida década en que los organizadores de esa asociación ilícita ocuparon la Casa Rosada; los poquísimos aún detenidos están cerca de recuperar la libertad por haber cursado Plastilina 1 y 2 u origami mientras estaban en prisión. Si a ese disparate de nuestra legislación penal se le suma que los fiscales que militan en Justicia Legítima compiten para acceder a los pedidos de estos delincuentes de guante blanco, no queda espacio para la sorpresa, pero deja claro qué sucedería si Cristina Fernández consiguiera desplazar a Eduardo Casal para nombrar un Procurador del palo.
En cambio, debiera perturbarnos si comparamos la situación de tamaños ladrones -con su procesada jefa a la cabeza- con la que sufren cientos de ancianos (militares, policías y civiles) presos en las mazmorras de esta democracia tan peculiar que transitamos o internados en el pseudo Hospital Penitenciario, que carece de infraestructura y de medicamentos adecuados para atender a gerontes. Ellos, cuyo promedio de edad es de 78 años y padecen todo tipo de enfermedades, son retenidos en las cárceles pese a la diseminación del virus, mientras que a miles de asesinos y violadores se los dejó en libertad arguyendo el peligro de contagio, muchos de los cuales han vuelto a delinquir.
La sociedad argentina, siempre hipócrita, eligió a aquellos ciudadanos para endilgarles, sin pruebas y en juicios totalmente amañados, el mote de caníbales y el Estado, desde 2003 y sin solución de continuidad, decidió comérselos; por el contrario, los terroristas que asaltaron cuarteles en democracia durante el gobierno de Juan Perón y asesinaron oficiales y conscriptos, no sólo gozan de una injustificable libertad sino que han sido indemnizados con sumas millonarias. Los sicarios togados, esos jueces que se disfrazan de machos corajudos frente a ancianos que comparecen ante los estrados extraviados, con la mente perdida y hasta en camilla por estar cuadripléjicos, a los cuales continúan repartiendo alegremente condenas a perpetuidad, son los mismos que cobardemente tiemblan ante Cristina Fernández y son vilipendiados y humillados por ésta cada vez que la habilitan a montar sus vacuos e ilícitos espectáculos públicos.
Pertenezco a una generación a la cual Montoneros y ERP amenazaron su vida; si no tuvimos miedo entonces a sus trágicos padres, resultaría ridículo que lo tuviéramos a sus farsantes y bastardos hijos, nazis de Puerto Madero. Por eso, y porque ninguna ley mordaza logrará callarnos ni hacernos huir de nuestro país, les pregunto: ¿tienen ya listas las celdas en que nos encerrarán por seguir pregonando la verdad?



ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



Tiempos de la LUC
"Velocista   digital"

Calificado por Google como "velocista digital", Uruguay se destaca en América Latina por las políticas que ha implementado en términos de conectividad, inclusión, acceso y educación


Maestros y profesores han sido correctamente apartados de la conducción de la Enseñanza. Se ha impuesto en el elenco gobernante el criterio de que los institutos de formación docente, escuelas y liceos de todo el país, enseñanza escolar, media y superior, deben reformularse a la luz de las exigencias educativas de la hora. Estos deberán encarar a profundidad, sin apocamiento, y en los lugares más recónditos del territorio la transformación digital, clave para lograr la recuperación económica, y base del sistema educativo de cara a los próximos años.
A título de antecedente, el faro que viene iluminando el país desde la reforma vareliana de 1875, potenciado en los renovados pero insuficientes proyectos educativos de los años 40 y 60.
El gobierno autoritario de Lorenzo Latorre facilitó consolidar en su tiempo un poder central que tuvo como premisa que la ilustración del pueblo debía constituir la verdadera locomotora del progreso.
La dictadura facilitó encarrilar en ese entonces el país hacia el desarrollo de una estructura educativa que se expandió, pionera, desde las escuelas ciudadanas a los puntos geográficos más apartados de los centros urbanos.  
Apenas un párrafo más para destacar que el sistema político, ausente, peleaba en las cuchillas. Se contabilizaron en ese despertar educativo de 1875, diecinueve revoluciones en cincuenta años de vida independiente.
Andando los tiempos, el gobierno de coalición que ejerce el presidente Lacalle Pou ha tenido en cuenta que la educación es necesaria para el ejercicio de la ciudadanía, y de vital importancia para aquellos pueblos que, como el nuestro, han adoptado el sistema Democrático, Republicano y Representativo de gobierno.
Entre sus anunciados cometidos, y por la vía del referéndum ahora, Uruguay tiene la posibilidad de ratificar, casi 150 años después, el concepto de Escuela Pública para transitar hacia el conocimiento de los adelantos contemporáneos, a su acceso, y a desprenderse de aquellas asignaturas cuya instrucción y dictado fue superado por los tiempos.
"Decíamos ayer...", que los docentes militantes que revistan en los consejos desconcentrados de la Educación habían sido responsables directos del desquicio generalizado e ininterrumpido que exhibe la Enseñanza a través de los tiempos, sobre todo a partir de los años 60, cuando la Gremial de Profesores, tristemente célebre desde su fundación, deja paso a la peor constituida Federación Nacional de Profesores, Fenapes. “¡Obreros y Estudiantes, unidos adelante!”
Un poco de historia para recordar al voleo que esa década constituyó el puntapié inicial de la labor devastadora de la Gremial de Profesores, corporación desgraciada que cobijó a socialistas, comunistas y tupamaros, quienes fomentaron durante toda la segunda mitad del Siglo XX las ocupaciones de los establecimientos docentes, las revueltas y las marchas callejeras de protesta estudiantil y resistencia sindical.
Al día de hoy, suman centenares de miles los estudiantes desertores de todos los grados, en situación consolidada de pobreza, -sobre todo escolares y liceales de hogares carenciados-, a la luz también del desempleo creciente, violencia territorial, falta de oportunidades y tentación de plata fácil obtenida del narcotráfico.
Es tal el desquicio, que una muy mal aplicada autonomía, desvirtuada en el universo estudiantil, político, docente y sindical constituye el fracaso, medido en décadas perdidas, a nivel de la Enseñanza Primaria, Secundaria, Universidad del Trabajo del Uruguay y Universidad de la República.
Resulta saludable advertir que el sistema político de la coalición haya puesto sus ojos sobre la Educación en todos sus niveles, aguardándose que la población, a través del referéndum, consolide la decisión del gobierno.
Veremos, entonces, si la anunciada resistencia sindical a los vientos de reforma logra doblar por segunda vez la mano de un primer mandatario. En primera oportunidad, la de Tabaré Vázquez, desconocido de la noche a la mañana por los docentes cuando pretendió aplicar la esencialidad a un paro en la enseñanza. Hoy, la de Lacalle Pou, defensor a ultranza de la Ley de Urgente Consideración.
Calificado por Google como "velocista digital", Uruguay se ha destacado en América Latina por las políticas que ha implementado en términos de conectividad, inclusión, acceso y educación. Por si fuese poco, en el mundo se lo considera una economía emergente que tiene el potencial para avanzar y acelerar su desarrollo económico de la mano de la digitalización.
Ricardo Garzón

 









 








 


 
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