Edición Nro. 2377 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 4 de octubre de 2024
 
 
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Aerolíneas Argentinas
Veinte años de pérdidas: un millón de dólares al día
  • Desde 2008 a hoy se ha dejado la increíble cifra de 6.540 millones de dólares

Argentina periódicamente se sume en un aquelarre caótico respecto de su aerolínea pública, Aerolíneas Argentinas. Ahora, con Javier Milei, vuelve el lío. El Gobierno quiere deshacerse de la compañía, una máquina de generar pérdidas, controlada por el partido peronista.
Por eso ahora se estudia en el Congreso una posible privatización y se han difundido los datos de pérdidas, absolutamente increíbles. Probablemente la peor aerolínea del mundo en lo financiero.
Según los datos difundidos, desde 2008 a hoy, Aerolíneas perdió 6.540 millones de dólares (para tener una referencia, Iberia iba a pagar mil millones por Air Europa). Esto equivale a unos 400 millones anuales, con años mejores (los de la presidencia de Macri, cuando se llegó a 150 millones de pérdidas) y otros peores (cuando se superaron los 600 millones).
En esos años, cada mes Aerolíneas pierde 34 millones, y al día desde 2008 pierde 1.135.416 dólares.
Ahora, el Congreso estudia –o más bien debate a los gritos e insultos— si la privatiza, aunque tampoco hay candidatos a comprarla. Toda la aerolínea está controlada por sindicalistas vinculados directamente a La Cámpora, el movimiento más radicalmente peronista, lo cual no es exactamente lo que busca un inversor a la hora de comprar una compañía aérea.
En Argentina, país en el que la indigencia alcanzó este año los 8 millones de ciudadanos, aún se debate si la aerolínea debe seguir siendo estatal. (Fuente Preferente)

El caso de Aerolíneas es distinto
Varig y Pluna dejaron
de existir y no pasó nada
  • El gobierno de Milei, si se decide a avanzar, deberá prepararse para un largo conflicto.

La crisis reciente de Aerolíneas Argentinas, desatada por un conflicto salarial en el que tres de sus cinco gremios decidieron no cerrar su paritaria, puede ser una oportunidad para que el gobierno profundice la batalla cultural y derribe la idea indiscutible de que Aerolíneas debe ser estatal. Es posible que los sindicatos se hayan equivocado en su demostración de fuerzas. Si el gobierno de Javier Milei percibe en esta crisis, generada por los sindicatos al rechazar la paritaria, una oportunidad para ir a fondo con el tema, es probable que los gremios se enfrenten por primera vez a lo desconocido, que es perder la batalla. O quizás la guerra. Mi hoja de ruta para este artículo es la siguiente:

1. Aerolíneas Argentinas regalada es cara, pero puede y debe ser rentable.
2. En Brasil y Uruguay sus gobiernos mandaron a la quiebra y cerraron Varig y Pluna, sus aerolíneas de bandera. Y no pasó nada ni se desconectó a nadie.
3. El camino a su privatización o disolución no será sin conflicto.


Aerolíneas es una compañía de transporte aéreo, tanto como lo son American, FlyBondi o la chilena Sky. Las cuentas no se pagan con amor, dice (casi) El Salmón: los aviones de Aerolíneas no vuelan con amor, vuelan con mantenimiento, con jet fuel JP-1 y tripulantes que quieren cobrar, descansar y necesitan estar capacitados y haber pasado por los controles habituales. Todo eso cuesta plata. En Aerolíneas como en cualquier otra compañía aérea. Eso, en mi modesta opinión, debería bastar para desarmar el discurso según el cual Aerolíneas debe tener criterios distintos al resto de las compañías del planeta.
Dicen que Sir Richard Branson, creador de Virgin Atlantic, dijo en una conferencia de la industria que the easiest way to get rich es primero ser multimillonario y después comprarse una aerolínea: entonces te volvés sólo millonario. Desde hace un par de décadas esta realidad cambió y las compañías aprendieron a ser rentables y saludables. Pero como dijo el mejor CEO de la región, el panameño Pedro Heilbron, de Copa Airlines: la industria aerocomercial es una industria de centavos.
Resta entonces, ahora sí, dejar planteada la pregunta cuya respuesta esperamos con ansias: ¿está  el Gobierno decidido a resolver el problemas de Aerolíneas Argentinas? Esa es la única pregunta que importa conocer su respuesta. No la sé, y creo que nadie la sabe. Posiblemente ni el propio Gobierno, que va avanzando como mejor puede.
Resta entonces, ahora sí, dejar planteada la pregunta cuya respuesta esperamos con ansias: ¿está  el Gobierno decidido a resolver el problemas de Aerolíneas Argentinas?
Hace un tiempo le escuché contar lo siguiente al querido doctor Juan Carlos De Pablo: antes de iniciar el proceso de privatización de las empresas públicas el ex presidente Carlos Menem reunió a los sindicalistas y les dijo: “Muchachos, voy a privatizar todas las empresas públicas. Con ustedes o sin ustedes”. Los gordos respondieron: ¡con nosotros, presidente! Demosle crédito a la anécdota al menos en el sentido que aquella reforma del Estado se hizo sin un solo paro.
Quizás el pecado que cometió el ex presidente Macri fue no tener una idea clara, primero endurecer una postura y después ablandarse demasiado hasta conceder la continuidad de la posición monopólica del servicio de rampa (Intercargo) y también, ya que estamos, de los aeropuertos (discusión que algún gobierno deberá dar alguna vez). O poner CEOs de Aerolíneas que por su desconocimiento de la industria en la primera reunión con los sindicatos Pablo Biró en media hora los daba vuelta como una media.
La situación ahora no es muy diferente. Conduce un gerente general y presidente, Fabián Lombardo, que durante más de una década sostuvo que Aerolíneas debía ser cualquier cosa menos rentable, siempre con el versito de que los destinos que no cubre la línea de bandera serían pueblos que desaparecerían. Con ese nivel de dramatismo se extorsiona a la opinión pública, en muchos casos desde la más absoluta ignorancia. En el caso de los gremios, con perversión.

Rutas rentables
Agarro, por ejemplo, el caso más importante de este relato. No existe en la industria aerocomercial, desde hace más de dos décadas, el concepto de destino rentable o no rentable en términos absolutos. Todos los destinos son eventualmente rentables o no rentables. Depende de qué aviones se usen, qué cantidad de asientos se oferten en relación a la demanda para una ruta determinada, cuánto puedo cobrar por kilómetro recorrido y cuanto me va a costar hacerlo.
Voy a ser todavía más específico. Si Aerolíneas, que es el único prestador para volar la ruta Buenos Aires-Catamarca-Buenos Aires, hace el estudio correspondiente, que se hace en cinco minutos y con precisión asombrosa, y encuentra que esa ruta tiene una demanda constante (digamos, por caso, de 80 asientos diarios) y, en lugar de volar esa ruta con un Embraer de 90 asientos lo hace con un Airbus A330 de 250 asientos, está condenando a esa ruta a la pérdida irremediable. Aún cobrando carísimo el ticket, aprovechando de tener una posición monopólica. Hablar de destinos no rentables es de ignorante o de malintencionado. Es cargar de contenido político-ideológico a algo que es matemático y económico y que tiene que ver con criterios de un manejo eficiente de recursos y de costos inferiores que los ingresos.
Desde luego que hay ejemplos exitosos de compañías de bandera y estatales, que son cosas distintas: British Airways es de bandera pero es privada, al igual que Lufthansa. Pero son los menos. En estos días en el debate en comisión un diputado argumentó la necesidad de una aerolínea estatal y comparó a Aerolíneas con Turkish Airlines. Solo diré que mientras Aerolíneas tiene 142 empleados por avión, Turkish tiene 108. Pero además que su modelo de negocio es tan exitoso que entre 2008 y 2023, los años que Aerolíneas Argentinas lleva bajo control estatal, la compañía turca, que tiene management privado y profesional, ganó plata todos los años salvo dos, 2016 y 2020, el año de la pandemia. Todos los demás fueron rentables. Aerolíneas fue más regular, es cierto: perdió dinero todos los años, sin excepción, de 2008 a 2023.
Según los balances presentados al 31 de diciembre de 2023, Aerolíneas tiene un patrimonio neto negativo superior a los 200 millones de dólares. Es una sociedad anónimo en estado de quiebra técnica. Se mantiene viva sólo gracias a las transferencias del Tesoro argentino, que igualan la pérdida declarada por la empresa desde que fue intervenida y luego expropiada por el Estado Argentino. Es decir, el dinero ha sido fundamentalmente para financiar su déficit crónico, lo que nos devuelve al principio, corresponde a una situación estructural muy concreta y fácil de entender. Por kilometro recorrido, Aerolíneas (este número es simplemente a los efectos de graficar) tiene un costo de 10 dólares y le ingresan ocho.

Prédica guitarrera
Otro problema de esta conversación es que tiene demasiados voceros que no son especialistas. Se presenta a cualquier piloto, el ejemplo más conocido es Enrique Piñeyro, como si su opinión fuera axiomática. Olvidémonos por un segundo de Aerolíneas Argentinas, la prensa que incurre en esta falacia pasa por alto que por definición pilotos y management representan intereses distintos y muchas veces contrapuestos, pero sobre todo y más importante, tienen conocimientos bien diferentes. Una cosa es volar y otra, gestionar una compañía.
Buena parte de la historia de los conflictos aeronáuticos a lo largo de la historia se resume en peleas de estos intereses enfrentados. Mientras la formación y el trabajo del piloto es volar con seguridad y pericia, el de los gestores de una compañía es cómo hacer para que los costos estén siempre por debajo de los ingresos. Todo el resto de la prédica que escuchamos siempre sobre el conflicto aeronáutico es política, ideológica y guitarrera.
El piloto, por definición, quiere ganar buenos sueldos, volar tanto como le guste, que la empresa lo programe en los aviones más lindos, ir a buenos hoteles, que no le revisen en Ezeiza la valija, etcétera. El presidente de una compañía, que no sea la Aerolíneas Argentinas expropiada, quiere tener bajos costos e ingresos altos y que al final el resultado anualizado de cada ruta sea positivo: es decir, que cobró más dólares por kilómetro recorrido de los que le costó transportar al pasajero. Este criterio es universal en la industria, lo que varía es la estrategia o el modelo y el plan de negocios para lograrlo. En el World Aviation Summit de 2017, el entonces CEO del grupo IAG, William Walsh, que tiene entre otras compañías a British Airways, dijo: “No puedo aceptar que me paguen para perder plata”.
Si un privado, Piñeyro por ejemplo, decide tener una compañía aérea o, como es su caso, un solo Boeing 787, y desea usarlo para pasear, para llevar refugiados o ayuda humanitaria, es perfectamente válido.
Por lo tanto, esta frase de Piñeyro con la que titula La Nación es sólo la expresión de un piloto: “El error de Milei es creer que Aerolíneas Argentinas tiene que ser rentable”. Y está técnicamente mal, puesto que es exactamente al revés. Aerolíneas Argentinas puede y debe ser rentable. Todavía más mientras esté bajo control estatal. La razón es muy sencilla. Si un privado, Enrique por ejemplo, decide tener una compañía aérea o, como es su caso, un solo Boeing 787, y desea usarlo para pasear, para llevar refugiados o ayuda humanitaria, perdiendo miles o millones de dólares por esas operaciones, es perfectamente válido. Y un acto que en ese sentido lo ennoblece. Es dueño de perder su dinero todo lo que quiera.  Pero el déficit de una empresa pública de transporte aéreo (lo que finalmente Aerolíneas Argentinas es), lamentablemente es financiado por todos los contribuyentes del país. Vuelen o no en la compañía de bandera.

Varig y Pluna
No es imposible reclamarle a la aerolínea estatal que gane plata. Como tampoco es imposible cerrarla si no lo consigue. Tanto en 2006 como en 2012, entendiendo que la aerolíonea estatal brasileña Varig y la aerolínea estatal uruguaya Pluna eran empresas con objetivos, realidades y proporciones bien distintas, dos gobiernos progresistas, los de Lula da Silva y Pepe Mugica, dejaron que Varig y Pluna dejaran de existir. Y no hubo ningún escándalo, no pasó nada. Es más, pasaron buenas cosas, sobre todo en Brasil el mercado es totalmente privado y creció exponencialmente la cantidad de aviones y pasajeros. Uruguay, que no es Singapur, sobrevive perfectamente con lo que abastece el mercado latinoamericano. Nadie se quedó sin volar, ninguna ciudad quedó desconectada: más bien al contrario, hay cada vez más uruguayos volando. El caso de Brasil es todavía más apabullante: la cantidad de pasajeros se multiplicó por tres en los primeros 15 años después de la desregulación.

Varig, que siempre fue mucho más grande que Aerolíneas Argentinas, empezó a padecer su final cuando en los ‘90 el gobierno federal comenzó  a desregular el sistema aeronáutico habilitando y a desmonopolizar a la línea de bandera, al autorizar a VASP y TransBrasil a competir en destinos internacionales. De ahí en adelante Varig atravesó distintos procesos de transformación y reestructuración pero sin éxito para sanear sus cuentas, siempre gastando más de lo que le ingresaba y metiéndose en operaciones muy arriesgadas como la compra del 49% de las acciones de Pluna en 1995. En 2005, en el primer gobierno de Lula, comenzó su proceso de disolución, que culminó en su división en dos compañías, la vieja y la nueva Varig. La vieja Varig no existe más y la nueva fue absorbida por GOL Linhas Aéreas, que se convirtió, ya hace varios años, en la low cost más grande de América Latina.
Hace unos años, la reestructuración de Qantas, la aerolínea de bandera australiana, supuso varias semanas de toda su flota en tierra. La de Avianca, en Colombia: 51 días de huelga de pilotos. Así muchos casos. El cruce del charco hacia el ordenamiento de Aerolíneas no será sin mojarse las patas. Ahí está el gran interrogante que se plantea a Milei y al gobierno: si está dispuesto a enfrentar el conflicto que supone resolver de fondo el problema, con cualquiera de las variantes que ya están sobre la mesa de la opinión pública y alguna otra que todavía no. O si está dispuesto a ponerla. Si aparece la de Biró seguramente sea el propio secretario general de APLA el que se abrace a la necesidad de eficientizar, bajar costos y posiblemente hasta milite la privatización de Aerolíneas, después de su reestructuración. Como acertadamente recordó Piñeyro (en esta sí) en su reciente rotation televisivo y radial, durante la era Recalde, en el gobierno de la señora de Kirchner, el camporista cerraba rutas de Aerolíneas como hizo Qantas y los sindicatos silbaban bajito y miraban para otro lado. (Fuente: Seúl)

Traniela Campolieto
Piloto trans que comanda el avión más grande
de Aerolíneas Argentinas
  • La comandante de Aerolíneas Argentinas habló con LA NACION de su vida personal, su proceso de transición y presentó un plan para que la línea aérea estatal no genere más déficit
Traniela Campolieto, piloto trans de Aerolíneas Argentinas. Son las 15 del último lunes de septiembre y Traniela Campolieto ingresa al hall del Aeroparque Jorge Newbery. Rubia, con su alianza en el dedo anular, luce el uniforme de piloto, un maquillaje simple, su nariz ancha, los músculos que se notan pese al saco, la espalda ancha, sus más de 1,65 metros de altura y unas botas con plataforma con las que parece que en cualquier momento podría perder el equilibrio. Busca un reflejo en una pared de los ascensores para peinarse con un cepillo rosa y luego retoma su caminata.

En unas horas la piloto se subirá a un Airbus A330; sus destinos más concurridos son Miami, Roma, Madrid, Cancún y Punta Cana. “Todos se bajan con una sonrisa de mis vuelos”, dice la primera comandante trans de la historia de la Argentina y de América Latina, de 48 años, que trabaja en Aerolíneas Argentinas hace 25. En diálogo con LA NACION, Traniela, que además es competidora fitness, personal trainer (cuenta con casi 130 mil seguidores en Instagram), tiene tres hijas y está casada.
Dice que se dio cuenta de que quería ser piloto a los 10 años, cuando soñaba con manejar un Jumbo, el Boeing 747 de cuatro motores y dos pisos; es por eso que cursó en una secundaria con orientación en aviación civil. También estuvo en las Fuerzas Armadas, donde manejaba aviones militares, y llegó a ser subteniente. Transportaba carga y a miembros del Ejército; hasta que ingresó en 1999 a Aerolíneas Argentinas como Carlos Daniel Campolieto.
En 2023 decidió dejar de vestirse con ropa femenina solo en privado -algo que hacía desde los cinco años- y mostrarse así en su vida familiar y profesional. “Yo hacía actividades de hombre y las disfrutaba. Pero dije, ‘¿no será que me estoy perdiendo de algo por no estar aceptarme en la vida pública? Ahí empecé con el proceso. Me tenía que visibilizar”, indica la piloto.
En un lapso de 40 días -durante unas vacaciones- ingresó al Registro Civil para tramitar una partida de nacimiento rectificada con su cambio de sexo, hizo la documentación para volar como mujer, su visa de Estados Unidos y envió un mail a Aerolíneas anunciando que cuando volviera a la empresa, iba a ser como Traniela Campolieto. El 23 de mayo de 2023 fue el día de su primer vuelo después del anuncio.

-¿Cómo reaccionó tu familia?
-Hubo distintas reacciones por parte de cada una de mis hijas. Somos cuatro en casa, mi mujer tomó un poco de distancia al principio. Después fue entendiendo. Es un camino de aceptación. Hoy seguimos juntos. Por otro lado, mi padre falleció hace 10 años. Y con mi madre me fue bien, traté de contarle que soy mujer trans de manera natural. Le mostraba imágenes de drag queens para que más o menos entendiera. Esto fue hace dos años. Rechazo no tuve. Fue un camino de aceptación de otras personas. Algunos se adaptaron rápidamente, a otros les lleva tiempo, pero nadie me rechazó.

-¿Y en la empresa?
-Avisé por WhatsApp a un par de compañeros. No me podían creer porque yo era súper masculino. Aparte se confundían con ser gay. Ser trans y gay son dos cosas completamente distintas. También le avisé a mi jefatura que cuando retomara el trabajo tras las vacaciones iba a estar en mi género femenino. No hubo contestación rápida pero a la semana me mandaron un mail de recibimiento y de apoyo.

Su rutina como piloto
Traniela siempre llega una hora antes de sus tres a cinco vuelos programados al mes, el arribo en remís al Aeropuerto Internacional de Ezeiza es al mismo tiempo que el resto de los pilotos que integrarán el cockpit [cabina de mando].
Cuando se sube al imponente A330-200 -el más grande de la flota y de largo alcance, con capacidad de hasta 335 pasajeros- comienzan los chequeos de los sistemas, los switches, las baterías y la cantidad de oxígeno disponible. Luego, la tripulación prepara la cabina, se carga la ruta, pide el permiso de tránsito a la torre, y se asigna una pista. “Puertas en armado y crosscheck”, es el pedido habitual antes de tener luz verde para salir. Sentados los pasajeros, ingresa el papeleo final, se firma, se cierra la puerta y arranca la salida. Pide autorización para poner en marcha, remolca el avión hacia atrás, se pone en funcionamiento un motor, después el otro, se verifica el flap [lo que le da el sustento al avión], las velocidades, se autoriza el despegue y minutos después ya están en el aire.
Ingresó a Aerolíneas cuando era privada y estaba bajo el control del grupo español Marsans, fue testigo de la estatización de 2008, el ingreso de nuevos aviones, la falta de llegada de otros, y ahora es testigo de un conflicto salarial y sindical que mantiene la línea aérea con el gobierno de Javier Milei, que busca privatizar la firma.

-¿Cómo viviste los distintos gobiernos dentro de la compañía?
-Siempre sufriendo. Sin entrar en tendencias políticas, que yo no tengo ninguna. Quiero algo totalmente distinto. Porque en los 40 años de democracia lo único que hicimos fue vender el país a los extranjeros. Sabiendo eso, el único presidente con el que estuvimos caminando en terreno firme fue en los primeros dos años del gobierno de Néstor Kirchner. En ese momento se estaba intentando estatizar. Y había que rescatarla porque se iba al cierre. Su desguace fue tan grande que terminó casi al punto del cierre. Esta lucha por permanecer en Aerolíneas Argentinas la tengo desde que entré. Yo rendí un examen súper exigente, a un nivel altísimo. Me tuve que preparar mañana, tarde y noche durante un año. Y cuando entré tenía que ir a la Plaza de Mayo a defender el trabajo.

-¿Cómo fue la estatización de la empresa en 2008?
-La viví con mucha alegría, yo soy una persona que tiene un pensamiento más nacionalista, patriota. Pretender que lo estatal se haga privado termina en una venta de esos activos al extranjero. O sea, estamos extranjerizando la Argentina. Y a partir de la estatización hubo un plan, un proyecto, vinieron aviones y se aceleró mi carrera. Hasta ese momento yo era copiloto internacional. Rápidamente me convertí en comandante de cabotaje. Estuve cuatro años allí y ascendí muy joven a comandante internacional. A los 38 años volaba de piloto de Airbus 340. Todavía era bastante joven, en general se llega a los 50.

El conflicto con los pilotos
La Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), comandada por Pablo Biró, está en plena puja con el gobierno libertario por un conflicto salarial que derivó en varias medidas de fuerza que afectaron a miles de pasajeros. Traniela asegura que es un gremio “muy unido” e insiste en una recomposición salarial para destrabar el conflicto.

-¿Es obligatorio afiliarse al sindicato de APLA cuando uno entra en ese convenio?
-Estoy afiliada, no es obligatorio. Juega un papel muy importante en la vida de los tripulantes porque tiene que ver con la seguridad. Nuestras asociaciones sindicales son profesionales que nos dan consejos a los tripulantes y recomendaciones a la compañía. Las empresas vienen del mundo financiero, entonces no entienden bien que se puede hacer un ajuste hasta un punto. Son 12 horas de vuelo en las que el cuerpo sufre falta de humedad, hinchazón, falta de atención. Todo eso lo sabe la asociación. Entonces le dicen a la compañía ‘mirá, esta tabla es la que vamos a respetar y nos tenemos que poner de acuerdo en esto’.

-¿Conocés a Pablo Biró?
-Sí, por supuesto. Me llevo muy bien. Es una relación de compañero de trabajo. Lo veo cada tanto porque él también es comandante, no trabajo con él. Lo veo cada vez que voy a una asamblea. Tenemos esa relación en la cual él es secretario general y yo soy una afiliada, no soy amiga de él. Cada tanto algún mensaje, pero no hay amistad.

-¿Y qué pensás de los paros aeronáuticos?
-Ahí ya entramos en estrategias sindicales de las que yo no participo. Entonces lo que te voy a decir es muy personal. La huelga es un derecho que tenemos los trabajadores. No hay que demonizarla. Todas las líneas aéreas del mundo hacen paro. Hace poco vine con un vuelo desde Miami, no estaba tan lleno. Y después se completó y quedaron pasajeros abajo. Había una huelga de American Airlines por falta de mantenimiento, porque encontraron los aviones muy rotos, y vinieron a Aerolíneas para volver a la Argentina. La gente cree que nos pasan cosas acá, pero afuera pasan cosas mucho más terribles también.

-¿Cómo se vive entre los pilotos este tema del conflicto salarial?
-Con mucha preocupación por el estado de la empresa y que se acabe el trabajo. Mis compañeros con los que vuelo, que son los copilotos, hace mucho tiempo que vienen con salarios bajos y ahora es peor. Por eso no entiendo bien, y es una incógnita con la que vivo hace años, cómo puede ser que Aerolíneas dé pérdida. Entiendo que en cierta temporada puede ser que sí, pero todo el tiempo es pérdida. ¿Cómo que nunca dio plata? ¿Qué hiciste con la plata? Esa es mi pregunta. Yo trabajé y cumplí con el trabajo. ¿Dónde quedó toda esa producción?

-¿Qué pasa si un piloto no quiere hacer paro? ¿No puede trabajar?
-Eso prácticamente hoy no existe. Somos un gremio muy unido, más allá de estar de acuerdo o no. Cuando el sindicato decide que va a hacer un paro, todos lo cumplimos.

-¿Y qué se les dice a los pasajeros?
-Hay un ambiente tenso con la sociedad, pero no encuentro ninguna persona que se haya bajado mal de nuestros vuelos. Una vez que cumplo con mi actividad, voy a despedir a los pasajeros y todos se bajan con una sonrisa y con un amor a la compañía que no te puedo explicar. Todo estos agravios que recibimos es de un relato y desde la parte de la sociedad que no está volando. Pero si esas personas, cualquiera de ellas, se toma un avión, ya le cambia completamente el humor.

Condiciones laborales
Durante estas semanas las normas del convenio de trabajo de los pilotos de Aerolíneas fueron foco de la conversación pública. El portavoz del Gobierno, Manuel Adorni, enumeró en reiteradas ocasiones ciertas compensaciones de los que gozan los empleados. “Ganan entre 10 y 20 millones de pesos por mes, el día de su cumpleaños no trabajan, tienen un remís a disposición incluso para ir al simulador, y eso ya se computa como tiempo de servicio, vuelan una cantidad de horas menores que el resto en la región, algunos tienen tres vuelos por mes, los días fuera de la programación inicial no quieren volar y se les entrega el uniforme”, enumeró el vocero.
Sin embargo, Traniela asegura que “ningún piloto gana $10 millones”, ni siquiera ella, que tiene más de 20 años de antigüedad, maneja el avión más grande de la flota y realiza las rutas más largas. “En un avión chico, el Embraer 190, un piloto gana entre $1,5 y $2 millones neto. Yo tengo un sueldo un poco mejor, un comandante del A330 percibe entre $4,5 y $5 millones. Nadie gana $10 millones como se está diciendo” indica.

-Hablemos de las condiciones laborales que están en el convenio de trabajo.
-Con respecto al remís, tiene que ver con que todos los tripulantes debemos llegar al horario para que no se nos arme una bola de nieve con la demora. Puede ser compartido, pero no podemos ir por nuestros propios medios. Además, la compañía de remises tiene un sistema de seguimiento, entonces están permanentemente localizando dónde está el conductor. No es un beneficio, es parte de la operación de todos los vuelos y las grandes compañías del mundo la tienen.

-¿Cuántas veces volás por mes y cuánto tiempo te quedás en el extranjero?
-De tres a cinco veces. Cada vuelo significa ida y vuelta. Me quedo habitualmente 24 horas. Pero a veces uno se queda un día más porque hay que esperar a que el avión venga porque no hay frecuencias todos los días. Entonces hay destinos, por ejemplo, que un día no tiene frecuencia. Si justo te tocó la posta, ese día vas a tener que esperar dos días a que el avión llegue. No es que nos quedamos porque queremos.

-¿En qué consisten los pasajes a los que tienen acceso los pilotos?
-Podemos optar por tres grupos de pasajes. El más relevante es el pasaje con plaza confirmada que tenemos los pilotos en business, uno por año para el grupo familiar básico, que está compuesto de el titular, el conviviente y los hijos. Ese pasaje es para que nos vayamos de vacaciones a cualquier destino de la compañía. Si el avión ya está todo vendido, no me deja sacar. Tengo que buscar otro día. Es un pasaje que yo no puedo elegir el asiento porque tiene la prioridad el pasajero. No se baja nunca un pasajero para que vaya un tripulante. Eso no existe, es un delito. Tenemos este beneficio porque se cambió por aumento salarial. En vez de darnos recomposición, nos dieron este beneficio. Además, la segunda opción de poder viajar es el pasaje Sublo. Eso significa ‘subject to load’ [sujeto a la carga] es un sistema para todos los empleados. La compañía vende un lugar que no existe, se compra a un valor menor. Si hay lugar, estamos, y si no, no. Encima como al exterior van re llenos y no tiene fecha, quizás cuando llego al aeropuerto tengo una fila de 30 Sublos. No importa si soy comandante, capaz llego al aeropuerto y no puedo volar. Después, el tercer grupo se llama Interlineal, en donde se viaja a un destino que no va a la compañía. Entonces se saca un pasaje que va haciendo distintos tramos con distintas compañías. Todas las líneas aéreas tienen estos pasajes que estoy nombrando.

-¿No se trabaja el día del cumpleaños?
-No. Nosotros tenemos 10 días libres al mes por reglamentación. Lo que sucede en el mes del cumpleaños es que de esos 10 días se puede pedir que uno de ellos caiga en el cumpleaños. Es todo. Es la posibilidad de mover los días libres a ese día. Pero si justo toca volar, no se compensa con otro día.

“Rechazo contundente” a la privatización
Esta semana el Presidente firmó un decreto para declarar a Aerolíneas Argentinas sujeta a privatización, si bien esa reforma debe pasar por el Congreso. Traniela no está de acuerdo con que el sector privado se haga cargo de la empresa. Dice que el Gobierno está muy “obsesionado” con la privatización cuando debería realizar “un proyecto de superación” de la línea aérea. “Siguen sin estar las condiciones para la privatización, a diferencia de los 90. Viene alguien y hace lo que quiere. Entonces, desconecta el país en detrimento de la Nación y empieza a vaciar la compañía y se corta el profesionalismo legendario que tiene Aerolíneas con 74 años”, expresa la piloto.

-¿La privatización la miran con optimismo o rechazo?
-Un rechazo contundente. Alguno que otro no, pero contado con los dedos de la mano. La aerolínea de bandera de un país tiene la obligación de cumplir con la conectividad del territorio. Y eso sucede en todo el mundo. Está obligada a cumplir con determinadas condiciones de conectividad. Lo que sucede en el mundo es que hay marcos regulatorios de la aviación comercial que acá no hay. Con las economías locales entra el concepto de línea aérea de bandera, que asegura que esos lugares no decaigan en su PBI. Aunque el avión vaya por la mitad. Las rutas no rentables y que conectan al país hay que subvencionarlas, pero no con plata del Estado; quiero que Aerolíneas pueda auto subvencionarse las rutas que son para cumplir con esta conectividad nacional. A través de la carga por ejemplo.

-¿Y qué pasa si presentan la quiebra en lugar de privatizarla?
-Privatizar y cerrar para el personal de Aerolíneas es lo mismo. Si la cierran efectivamente, el país se queda sin conexión. Se pierde esta línea profesional de aviación que es de la mejor calidad de Argentina y creo que del continente. Hay un relato que dice que el avión es solamente para un pequeño porcentaje de la población que tiene dinero para viajar. Pero las economías regionales también son importantes. Tenemos 55 % de pobres, tener línea de bandera no va a producir más cantidad de pobres o más impuestos. Está ayudando al PBI, a las economías locales, a los pueblos que están perdidos. Llega el periódico, los insumos para los comercios, la ropa, un montón de cosas llevan los aviones que no tenemos ni idea. No es solamente el pasajero que va sentado para irse de Bariloche a gastarse un dineral.

Su propuesta para reformar Aerolíneas y un mensaje a Milei
Traniela tiene su propio plan para que la línea aérea estatal no genere más pérdidas. Insiste en que hay que separar a Aerolíneas entre lo operativo y lo administrativo. Lo primero tiene que ver con los vuelos, y lo segundo con la plata que se invierte y las decisiones que se toman a nivel empresarial. En ese marco, la piloto tiene un proyecto de cuatro años para, por un lado, destrabar el conflicto salarial, y por el otro, que la empresa no genere más pérdidas. Además, le mandó un mensaje a Milei y reveló que quiere el puesto de Fabian Lombardo, el presidente de Aerolíneas.

-¿Qué harías si tuvieras la llave para cerrar el conflicto entre Gobierno y sindicatos?
-Los empleados de Aerolíneas necesitan un aumento salarial urgente. Si están dispuestos a hacer eso, recuperar a los tres pilotos despedidos y sacarle las sanciones a los colegas, destrabará la parte con el personal. Y por otro lado, revisaría ruta por ruta, mejoraría las rutas rentables y subvencionaría aquellas que no lo son. También incrementaría la carga -de importación y exportación- y renovaría la flota internacional para gastar menos en combustible y en mantenimiento.

-¿Querés ser CEO de Aerolíneas?
-Quiero el puesto de Fabián Lombardo. Hasta ahora todos los CEOs que vinieron trabajaron para un objetivo que no es el crecimiento de la compañía. No digo que lo hicieron mal, pero no fue para el bien común de la compañía. Y eso hace que después la oposición política diga que es una empresa que no da ganancia. Yo me esfuerzo un montón, estudio y mis aviones van llenos.

-¿Le dejarías un mensaje al presidente Milei?
-Que se siente a conversar conmigo sobre Aerolíneas. Quiero acercarle la propuesta de una persona que es trabajadora de la compañía, que no quiere otra finalidad más que el beneficio del país y hacer una empresa pujante. Pero Milei es lo mismo que los demás, no es distinto, aunque tenga una canción distinta, un cuento y un relato diferente. El denominador común de todos los mandatarios fue vender la Argentina al extranjero. (Fuente: La Nación)



ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.



SE DICE
"La Provincia se halla conmovida y en una alarma general todos sus habitantes. Los momentos son más a propósito para mediar en sostener la defensa del país y no en nuevas elecciones de gobierno. Es mi resolución que continúen los mismos hasta que, restablecida la tranquilidad y el sosiego, podamos consultar en todos la voz general". (José Artigas. Al muy ilustre Cabildo de Montevideo desde Lunarejo, 30 de noviembre de 1816)

Que a menos de un mes para las elecciones nacionales, la consultora Equipos presentó los resultados de su penúltima encuesta de intención de voto de cara al 27 de octubre. Si las elecciones fuesen hoy, el 43% de los uruguayos votaría por el Frente Amplio; el 21% lo haría por el Partido Nacional, el 15% por el Partido Colorado y el 3% por Cabildo Abierto. Un 1% dijo que votaría por el Partido Independiente, otro 1% por Identidad Soberana y otro 1% por Unidad Popular, mientras que un 5% votaría en blanco o anularía su voto; el restante 10% aún no sabe a quién apoyará.

Que con este panorama los partidos de la coalición multicolor sumados alcanzarían el 40% de los votos, quedando a tres puntos de distancia de la oposición, una diferencia que se mantuvo estable en septiembre en comparación a la consulta de agosto.

Que la consultora Cifra por su parte divulgó una nueva encuesta de intención de voto a tres semanas de las elecciones: el Frente Amplio mantuvo la intención de voto de 44% respecto a un mes atrás, pero el Partido Nacional bajó a 24% (cayó cuatro puntos), el Partido Colorado creció a 14% (subió tres puntos), Cabildo Abierto registró 2% (cayó un punto) y el Partido Independiente 1%.

Que el Cuco -que no el Cuquito- viene en cada período preelectoral; desde los lejanos tiempos de Benito Nardone, "con el comunismo agazapado para destruir la familia", seguidos a lo largo y ancho del país por el riesgo que implicaba la aplicación de las medidas prontas de seguridad de Pacheco Areco para la familia oriental, "catástrofe ciudadana" que hasta hoy está vigente, amenazante, como espada de Damocles sobre el sistema político uruguayo.

Que hoy, el Cuco a la vista, es el "fin del mundo" para la República Oriental del Uruguay, pronosticado "fielmente" en caso de aprobarse el SÍ en el plebiscito de la seguridad social; "después de mí el diluvio", dijo Luis XV, cuando el descontento popular presagiaba un fuerte estallido social en Francia.

Que el presidente del PIT-CNT, Marcelo Abdala, consideró que el discurso del presidente de la república en la reciente conferencia de prensa gubernamental fue “falaz y manipulador”, porque Lacalle Pou “ocultó abiertamente” el “estrepitoso fracaso” en el que está la “vida de la gente”, con "los miles de jubilados que están en la angustia de no poder comer y llegar a fin de mes".

Que, como colofón a la corruptela legislativa, "persecución politica" es la primera frase que atinan a balbucear los políticos de todos los partidos cuando quedan en evidencia.

Que todos con la cola sucia, y al doblar el codo el senador Caggiani aseguró que en 1998 el senador Jorge Gandini se amparó en los fueros; no fue a la justicia; gritó en la pulpería y se calló en la comisaría. "Carrera en cambio, renunció a sus fueros; renunció a su banca y enfrentó a la justicia, dijo el frenteamplista.

Que en un clima de euforia, con varias referencias a las últimas encuestas que ubican al Partido Colorado cada vez más cerca del Partido Nacional para la elección de octubre, se presentó oficialmente la lista 600 de Montevideo, del sublema Unir Para Ganar, que cuenta con varios dirigentes de lo que era el sector Ciudadanos.

Que para el Senado, la lista está encabezada por Robert Silva -candidato a la vicepresidencia del Partido Colorado-, y en segundo lugar figura el diputado Ope Pasquet.

Que el candidato colorado Andrés Ojeda se refirió a la renuncia al Senado del legislador frenteamplista Charles Carrera, que la cámara alta aceptó este miércoles: “Carrera tiene dos opciones: o firma un proceso abreviado, asume su condena y zafa de la cárcel, o termina preso".

Que el ecuatoriano Daniel Noboa pasó a ser el presidente sudamericano mejor valorado por los ciudadanos, al haber obtenido una imagen positiva de un 52,7 % por encima del 51,5 % de julio. El segundo lugar lo ocupa el presidente de Brasil, Lula da Silva, con un margen de favorabilidad del 52,5 % (53,6 % en julio). El mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, por su parte, escaló al tercer puesto con una imagen favorable del 51,2 %. Sube, dado que, en el mes pasado era de un 48,7 %.

Que el sindicato de profesores de Secundaria (Fenapes) se metió de lleno en la campaña electoral tras definir un “paro político” nacional de 48 horas, para el martes 15 de octubre y miércoles 16.

Que la decisión gremial generó rápidamente las críticas del gobierno que, en función de antecedentes que se suman acusó de "terrorismo" la medida, en tanto que el ministro de Educación y Cultura, Pablo da Silveira, precisó que “Fenapes, como de costumbre, está trabajando en contra de la calidad educativa y de la igualdad de oportunidades”.

Que también se expresó el extitular de la ANEP, Robert Silva, impulsor de la reforma educativa y candidato a vicepresidente por el Partido Colorado; indicó que los mismos que no se cansaron de militar el caos en pandemia, y anunciaban las peores catástrofes, ahora hacen un paro en defensa de la educación cuando en realidad lo que hacen es perjudicar a decenas de miles de estudiantes, y por extensión a sus familias.

Que la pobreza en Argentina se disparó en el primer semestre del año alcanzando a un 52,9 % de la población, 47,3 millones de habitantes, lo que representa un duro golpe para el gobierno del ultraliberal Javier Milei, quien llegó al poder el 10 de diciembre.

Que la cifra revelada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) supone un empeoramiento de las variables sociales en 11,2 puntos porcentuales respecto al segundo semestre de 2023, cuando el 41,7 % de la población argentina era pobre; la indigencia, en tanto, también aumentó y afecta al 18,1% de los ciudadanos.

Que la brasileña GOL perdió más de 99 millones de dólares en agosto pasado. Es de imaginar lo que perdería si viene a volar al país como reemplazo parcial de Aerolíneas Argentinas.

Que Argentina ha recibido aproximadamente 8 mil millones de dólares en subsidios desde su nacionalización, sin alcanzar mejoras en su desempeño financiero; sigue operando con déficits continuos, lo que dificulta que el gobierno siga justificando el uso de recursos públicos en su mantenimiento, especialmente en un contexto donde la pobreza alcanza el 52,9% de la población.

Que el jueves 10 de octubre, a las 10:45, Aeropuertos Uruguay presentará el nuevo sistema de Aproximación Instrumental de Precisión, ILS CAT IIIB, una innovación que potenciará el desarrollo de la aviación en el país y que marcará una nueva etapa para el Aeropuerto Internacional de Carrasco.
 
Que asistirán el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, autoridades nacionales y de Aeropuertos Uruguay, acontecimiento que tendrá lugar en el tercer nivel del Aeropuerto Internacional de Carrasco.

Que el presidente de la república pidió al sistema político “jugársela” contra el plebiscito de la seguridad social por ser “muy peligroso y dañino”.

Que más allá, aún, -dale Juan al tabaquero- el presidente resumió que la conclusión de la conferencia de prensa convocada para llamar al pueblo a no votar el plebiscito de la seguridad social fue poner de relieve que no es momento ni de dudas ni de medias tintas; "sí se sabe que no es beneficioso, que perjudica a las generaciones que vienen y al sistema; hay que jugársela. No queda otra. Para algo pedimos ser dirigentes políticos, gobernar el país o estar en un lugar de decisión”.

Que en una acción coordinada, con menos de 24 horas de diferencia, el presidente Luis Lacalle Pou y el candidato del Partido Nacional, Álvaro Delgado, se posicionaron en contra del plebiscito de la seguridad social y pidieron a Yamandú Orsi –implícitamente el primero y explícitamente el segundo–  que se la “juegue” y diga de forma activa que rechaza la propuesta.

Que el PIT-CNT y el Partido Comunista -y socios menores- no solamente quieren reformar la Constitución para otorgarle al Estado la exclusividad para administrar el sistema de la seguridad social, sino que, por añadidura, prohiben los sistemas de ahorro individual (en el ejemplo seguros de retiro) con destino jubilatorio.

 

Basta leer
Por Julio María Sanguinetti. Fenapes se ha despachado con dos días de paro y el reclamo rotundo de detener la Transformación Educativa iniciada en este gobierno. Nos gustaría analizar el tema con seriedad, pero se parte de premisas tan escandalosamente distintas, que hacen al concepto mismo de democracia, que nos vamos a remitir a la transcripción de pasajes de los documentos de las Asambleas Técnico Docente que inspiran al gremio. En esos documentos doctrinarios, queda claro que el tema no es ni técnico ni docente, sino ideológico. Es de un sobrecogedor anacronismo marxista que probablemente en Cuba todavía alguien sostenga pero más allá de la isla, solo el comunismo uruguayo. Simplemente pasamos a transcribir.

La Mesa Permanente en Salto, en setiembre, abrió el debate con un documento, donde se dice:
“La percepción que compartimos con muchos de estos actores es que estamos asistiendo a una ofensiva conservadora y neoliberal, no solamente en nuestro país y no exclusivamente en materia de políticas educativas, la cual repercute, entra otras cosas, a condicionar y obstaculizar el pleno ejercicio al derecho a la educación de nuestro nuestras alumnas y nuestros estudiantes…”.

El documento básico, arranca recordando que ya en mayo de 2022, la Asamblea Técnico Docente afirmó:
“…la crisis estructural y orgánica del capitalismo trae como consecuencia un ajuste global para asegurar márgenes de ganancia y profundizar las desigualdades vulnerando derechos humanos de las grandes mayorías…. La hipertrofia del sistema financiero global propicia que organismos internacionales de crédito impongan modelos que favorecen a estos sectores minoritarios, los ‘malla oro’ que acumulan la riqueza, llegando a niveles absurdos y escandalosos”.

Ahora, en 2004, se agrega:
“La educación como tal no escapa a estos procesos de ajuste; de hecho, es empleada como mecanismo de reproducción y profundización de estas variables. El bloque dominante aspira a un sistema educativo estatal de bajo nivel general que garantice la incorporación de la mayoría, no para que se eduquen de manera que puedan tomar opciones de vida críticas y emancipadoras, sino para suministrarle aquellos conocimientos mínimos que permitan su explotación alfabetizada.”

¿Opciones de vida críticas y emancipadoras? Por si quedan dudas se aclara más tarde:
“La llamada ‘transformación’ educativa se constituye como el reflejo del proyecto conservador, tendiente a formar mano de obra barata y dócil, fácilmente adaptable a las necesidades del mercado laboral y los centros de poder capitalistas”.

Luego se considera a Eduy21, organización que en su momento hizo un tan importante aporte al debate sobre educación, con reconocimiento general, del siguiente modo:
“Este think tank fue una de las fuentes teóricas de la actual reforma educativa uruguaya, funcional a los lineamientos de las organizaciones internacionales de crédito, que a su vez responden a los intereses del ‘libre’ mercado, constituyéndose así en una intrincada red de dependencia del poder hegemónico. La clase dominante siempre tiene claro lo que necesita: mano de obra sumisa, acrítica, que no pretenda cambiar el sistema. La concepción del docente en este contexto es la de un mero aplicador de recetas adquiridas de planes extranjeros obsoletos, sin necesidad de reflexionar, ni de re-pensar o cuestionar, generando un deterioro de su profesión”.

Contradictoriamente con la sensibilidad social proclamada, de un modo realmente asombroso, se afirma:
“…. Las instituciones educativas no deberían asumir funciones que no sean las estrictamente educativas, pedagógicas y didácticas. No deben ser la primera línea de contención de las condiciones de vida, alimentación y salud, cuando son otras las instituciones del Estado que tienen esa función específica. La inclusión escolar significa asegurar el derecho a la educación, los procesos de aprendizaje y la adquisición de conocimientos por parte de nuestros estudiantes, por lo tanto, no implica ser paliativos a las condiciones de violencia, abandono o desnutrición que sufre la población estudiantil”.
Ni comida, entonces.

Para sostener la constante deriva al adoctrinamiento se dice:
“El correlato de esa concepción ha supuesto una utilización tergiversada del concepto de laicidad, de formas de poder acusar a docentes con prácticas educativas críticas de impartir una enseñanza ideologizada. Como sostuvo la ATD extraordinaria de noviembre 2022, se rotula como ‘ideológico’ todo abordaje educativo o expresión de ideas que no se alineen con este proyecto neoliberal y neocolonialista”.
En la cumbre del colectivismo antihumanista, se condena expresamente el objetivo educativo de un “desarrollo pleno” del alumno para “la búsqueda autónoma de un proyecto de vida, con conciencia ética de su impacto en el mundo.” “¿Qué conciencia ética respecto del impacto del ordenamiento social y productivo del mundo sobre la posibilidad de aprender tiene este perfil de egreso? El proyecto de vida sería individual, la plenitud entonces estaría dada por la concreción de metas personales desentendidas del entorno, la comunidad y el tiempo histórico”.
Leer estos documentos sobrecoge. Es un aparataje ideológico estrictamente opuesto a nuestro sistema democrático de gobierno, liberal y humanista. Todo es colectivismo y anticapitalismo. Y la machacona conspiración de los organismos internacionales, igual a la que invocaban contra nosotros cuando con Rama estábamos instalando pre-escolares y escuelas de tiempo completo.
Basta leer para entender. Por eso no nos extraña que a pocos días de las elecciones se haga un paro de 48 horas, tomando una vez más de rehenes a los estudiantes. (Nota que se comparte con  Correo de los Viernes)



 

 

 

 
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