Le copio el título a Noticias. Suscita espanto e incredulidad advertir diariamente la ligereza y desconocimiento temario con que se manifiestan figuras del gobierno y del elenco parlamentario nacional, con muy contadas excepciones, sobre los aconteceres diarios del país.
La patria se ha embrutecido al compás del deterioro intelectual y falta de criterio con que se manejan hombres y mujeres en los polos de decisión, presionados por la fuerza sindical en un país que ha hecho del fútbol su principal preocupación.
Pendientes de la evolución de la rodilla de Suárez y del enfrentamiento con Argentina a fin de mes, a tambor batiente la prensa alimenta, no ya diariamente sino minuto a minuto la pasión del gol en un pueblo destruido y sumergido en la ignorancia, en donde los menos estudian y los más deambulan por la vida sin esperanza ni horizontes aceptables.
El poder político, acorde con los sindicatos de mayor penetración e influencia, ha facilitado que Tabaré Vázquez vaya obteniendo periódicamente reconocimiento internacional en su lucha contra el cáncer y otras enfermedades de sesgo terminal. Sin embargo, lo ha desobedecido en reiteración, al punto de no poder conformar el elenco de gobierno un equipo sólido y estable que pueda pararse en la idea y en la razón en el acontecer nacional y regional.
En cambio sí han funcionado, y a la perfección, -aunque sin ton ni son-, los brazos enyesados de las mayorías legislativas absolutas, aunque por dentro del sistema sus integrantes vivan a arañazo limpio en una bolsa llena de gatos.
Una rendija de esperanza, no obstante, se abre en el horizonte inmediato. El estado sufriente de la población debido a la desocupación y salarios miserables en su tercio, parece haber despertado a vastos sectores de la sociedad que advierten la grieta.
El despilfarro de los dineros públicos se ha verificado incontrastable en un país con hijos y entenados.
Más de setecientos mil ciudadanos viven por debajo de la línea de pobreza, y se ha denunciado públicamente que otros tantos o más cobran por día lo que aquellos en un mes.
Esa grieta, señores, se irá cerrando cuando nuestros gobernantes y políticos emparejen para arriba al ciudadano. No para abajo, como ha practicado este gobierno, y todos los que le precedieron, blancos y colorados.
El despilfarro y dilapidación de los dineros públicos trajo como consecuencia impuestos que hoy no se pueden pagar. Las industrias fundidas; tambos cerrados, y desaparición diaria de grandes y pequeñas empresas.
La baraja tiene que volver al mazo.
Con infinita paciencia deberá revertirse el deterioro institucional y familiar en todos sus aspectos, con el contrapeso que supone la falta de idoneidad del sistema político uruguayo. La tarea, para salir del pozo, no admite fisuras. Blancos, colorados y frenteamplistas tienen esa gran responsabilidad. En su defecto, nos iremos al asteroide, que no será precisamente el de El Principito, B-612.
La patria embrutecida tendrá que desaparecer. Desde la Leyenda Patria, un posible punto de restauración ilumina a través del tiempo y las edades Juan Zorrilla de San Martín:
“La patria, redención ya consumada,
exige el culto de sus hijos fieles
en el altar del alma conservada”…
Ricardo Garzón
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