Con un renovado y vibrante sanguchito que le vino de perillas al gobierno para sepultar locas fantasías de existencia de petróleo en el Uruguay, de la galera del presidente Vázquez, con presidente finlandés y todo, saltó a la mirada de la opinión pública la instalación de una nueva planta de UPM de la lejana Finlandia que, en el mejor de los casos, recién estará operativa en la tercera década del siglo que nos avanza.
Hace dos meses informamos a la población, y desde luego que a todo el espectro político del país, que había fracasado rotundamente la perforación de búsqueda de petróleo en la plataforma continental uruguaya. Sin atenuantes, sin ningún tipo de atenuante.
También informamos, en carácter de absoluta novedad, que esta primicia de enfoques, (6 de junio de 2016), había abortado y puesto en evidencia el plan del gobierno de dársela con anestesia a una población castigada con impuestos fenomenales, directos e indirectos, inflación, amenazas varias contra la libertad ciudadana, y desacertada conducción económica.
Truncamos igualmente esa pretendida reunión fútil y baladí del presidente Vázquez con los expresidentes, en la intentona de meter el asunto de la prospección de petróleo en un sagrario inviolable, y no en una bolsa piñata con el gobierno dentro para desgarrarla y desbaratarla por actuar con irresponsabilidad manifiesta.
Disculpen esta intromisión, pero... ¿no cree, Presidente, que más importante que reunir a los ex mandatarios para debatir cómo es el sexo de los ángeles (no hay petróleo… pero si lo hubiera…) sería convocarlos para orientar y resolver de una vez por todas qué hacemos con la Educación?
Decíamos en junio que los ingenieros de la empresa perforadora estaban decepcionados, al punto de estar entonces tapando el pozo efectuado en el lecho oceánico.
En estos días, el ingeniero jefe del consorcio francés vistió la novia, con tocado y todo, confeccionados los tules por Cosse y Sendic. No se conforma el que no quiere, y se cierra un capítulo más de un gobierno improductivo y atolondrado, acusado de irresponsable y poco serio por la oposición política del país.
Decíamos ayer, y reafirmamos hoy, que en el bimestre mayo-junio la decepción alcanzó a todas las empresas subcontratistas de Total S.A.
No se tuvo en cuenta que en ese entonces enfoques sugirió colocar en su lugar el optimismo desbordante, exageradamente soberbio y sin asidero de integrantes del Poder Ejecutivo, entre ellos el mismísimo presidente Vázquez, infalible, y que en su delirio y por si las moscas, -como expresamos líneas arriba-, hasta llegó a convocar a los ex presidentes de la República a reunión para encaminar acciones, "en la inminencia del descubrimiento”.
Allí se sentó el patrono de los magos e ilusionistas, Don Bosco, junto a La Mignon; don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martin. También en torno a la mesa redonda, Lacalle, Mujica, Batlle y Sanguinetti. Desde arriba, miraba complacido de sus aciertos el autor de Cambalache.
La inminencia no fue tal, -ni en el presente ni en el pasado-, como lo anticipó y puso de relevancia enfoques en varios artículos, editoriales y sueltos publicados al respecto en lo que va de este siglo, y anteriormente con autoría y firma del periodista Ricardo Garzón en el diario EL PAIS, tanto en páginas informativas como en artículos de opinión que avivaron el interés político, periodístico y empresarial en torno a la fracasada búsqueda secular de hidrocarburos en el Uruguay.
Con reconocida mesura y cautela, entonces, y ya es historia, Ancap (otra ANCAP, la de Raúl Penadés y de Silvio Moltedo) dio los primeros pasos en el interior del país, primera prospección en la estancia "El Águila, que fue antesala de la exploración encomendada a un barco francés que buscó petróleo en la plataforma continental por cuenta de la Compagnie Générale de Geophisique de Francia, y que no encontró nada.
Andando los tiempos, inmersos en la alharaca presidencial y entusiasmos políticos voluntariosos, inconducentes y antojadizos, llegamos al actual período de gobierno, palmeándose las espaldas los unos a los otros, para motivar sin escrúpulos a la ciudadanía.
En su delirio, el presidente convocó a los ex mandatarios sobrevivientes para coordinar políticas posteriores al descubrimiento, en el mismo momento que la realidad golpeaba a los ingenieros de la empresa perforadora, desazón que se tradujo en el cierre del pozo en el lecho oceánico uruguayo.
Vázquez no se dio por vencido. Desempolvó la chistera de los siete reflejos, su vieja galera de mago, desde donde saltó el conejo de la nueva planta de UPM, aguas abajo de la ciudad de Paso de los Toros en el departamento de Tacuarembó.
El sanguchito petrolero pues, comparte la tenacidad manifiesta del titular del Poder Ejecutivo; divide las atracciones y distracciones voluntariosas e inoperantes del elenco ministerial, excitado por el "permiso" otorgado por la Presidencia de la Nación argentina, que en principio no pondrá reparos a esta súbita aparición en el escenario regional de un proyecto en pañales para levantar una tercera planta de celulosa.
Deglutido el sanguchito, el gobierno tiene ahora en sus entrañas una hamburguesa tortugón.
Ricardo Garzón
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