• La izquierda caviar, ciertos riquillos del barrio (últimamente emparentados a los primeros) y la prensa “fashion” agitaron sus joyas. Algunos, como la mimada directora brasileña Anna Muylaert, pagaron muchos favore$$$$ a sus amados Lula y Dilma gritando “mueras” a Temer, entre frívolos aplausos obsecuentes… Otros, lavaron sus culpas ovacionando al rostro de piedra de la indiecita Menchú, presente en todo tipo de eventos culturosos, aunque  saben sobradamente que aquella biografía trucha que le hizo ganar el Nobel o el Príncipe de Asturias es 100% falsa. Casi pierde esos premios, y nunca fue víctima de nada. Faltaba Madame Bonafini, gritando “conchudos!”, para completar la fiesta.
  

Justamente, ese parece haber sido uno de los graves problemas en este evento. La amigocracia, en muchos casos, quizá determinando quien era o no admitido. Con tres co organizadores visibles -Punto, Quatromanos y principalmente Egeda (la entidad que le arranca la boca a los comercios que usen radio o TV)- a la hora de los reclamos uno le pasó la pelota al otro, algo sorprendidos porque habitualmente también se cuenta con la complacencia de alguna prensa, “cultural o de espectáculos”, capaz de pagar para aparecer. Sí, Uruguay es un país donde hasta los periodistas políticos aceptan pasivamente ir a conferencias de prensa de autoridades y dirigencias que leen comunicados y que tienen el tupé de no permitir preguntas…..!!  Esos “cronistas”, algunos ligados al Estado,  suelen tolerar lo intolerable, papelones mediante….!

Para los medios nacionales y extranjeros hubo varias instancias o formas de “estar” en los “Platino”:
1)    Una conferencia de prensa en el Sheraton -llenando el ojo de auspiciantes…- en mayo, en la cual casi se  prometió fácil acceso a todo el mundo
2)    Acreditaciones solo para estar en la “alfombra roja” y no tanto en la sala de prensa, o en la ceremonia
3)    Acreditaciones para apenas estar en la sala de prensa
4)    Invitaciones a la ceremonia
5)    Invitaciones a la fiesta
6)    Invitaciones a ambas

En tal contexto, obviamente, hubo presencias muy difíciles de justificar. Ejemplo, la de algunos directivos de Alas Uruguay,  (imaginemos la carita de sus acreedores cuando los vieron tan distendidos pasándola bomba, mientras lloran la milonga hasta en esperanto…).
¿Inasistencias? De importantes críticos y habituales jurados rioplatenses de festivales cinematográficos sudamericanos por discrepancias de acreditación -motivando molestia y extrañeza en muchos artistas extranjeros presentes- posibles discriminaciones entre medios del mismo tipo, tenor y circulación, invitando a uno sí y a otro no, así como ausencias poco claras.
Inclusive, algunas figuras del medio local, al reclamar su exclusión, según las redes sociales, habrían sido destratados, casi como “perejiles”, cuando luego, dichos “perejiles” abundaron y abundarán por el Centro de Convenciones… Eso sí, peleando por usar el único baño disponible -para ambos sexos- en una obra incompleta…!
Otra categoría que parece haber sido raleada sería la de los distribuidores y representantes cinematográficos locales, inclusive de alguna obra candidateada, lo que podría haber puesto a algunos en antipática situación frente a sus asociados extranjeros.
 Infonegocios, en  su crónica (reflejando interesantes aristas de la ceremonia ) “ Un evento internacional en una Punta del Este descolorida“,  observa  que “pasaron los premios, aunque por la ciudad, e incluso por el país, pasaron sin pena ni gloria”, preguntándose cuál fue el elemento faltante “para que se pudiera respirar un aire festivo en Punta del Este”, donde “ hasta quizás algunos aún no sepan que hubo un evento de tales características”, concluyendo que no hubo demasiado entusiasmo local que se subiera a la movida.
Hasta el show de Rada, usando playback, en lugar de exigir acompañarse con una Big Band, una “Uruguay All Stars”(si queremos vender productos culturales en serio!!!), además de representar un presupuesto -al menos local- no tan generoso, se parece demasiado a un premio consuelo, a oropeles para nuevos indios…