Edición Nro. 1880 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 15 de agosto de 2014
 
 
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Enrique Guillermo Avogadro
El coraje como materia prima
  • “Vení, che; no te hagas rogar. ¿O te vas a achicar ahora?” Cristina Fernández de Kirchner
Más allá de la tormenta autogenerada en relación con los holdouts, producto de la necedad, la ignorancia y la torpeza de nuestros funcionarios, que resolvieron ignorar las consecuencias de un fallo que ya tiene más de dos años de antigüedad, el panorama de la economía argentina y, consecuentemente, de las consecuencias sociales que acarrea, no podría ser peor.
La escasez de los dólares imprescindibles para pagar la deuda e importar la esencial energía, el cepo cambiario, la desfinanciación del Banco Central y de la Anses, la descontrolada emisión de pesos para paliar el incontenido déficit fiscal, la creciente inflación que destruye el poder adquisitivo de los salarios, la cerrada negativa a actualizar las alícuotas del impuesto a las ganancias, la insoportable presión tributaria, la caída en las inversiones, los generalizados despidos y suspensiones, la inocultable recesión, el cierre provisorio o definitivo de industrias y comercios, son todos graves expresiones de un sistema enfermo, próximo a caer en coma.
Todos esos síntomas, como es obvio a partir de la guerra que hemos declarado al mundo todo, tenderán a profundizarse en los próximos meses, porque cualquier plan económico que pretendiera tener éxito, si es que el Gobierno pudiera sacar uno de la galera, requeriría de la confianza de la población, una virtud de cuya posesión el kirchnerismo en retirada no puede, precisamente, vanagloriarse. 
Ese somero diagnóstico me lleva a preguntarme si los pre-candidatos “presidenciables” –es decir, aquéllos que, a priori, pueden aspirar a ganar las elecciones- son conscientes de la magnitud de los problemas que deberán enfrentar cuando lleguen a la meta y, sobre todo, cuánto peor será el cuadro si la Presidente llega al final de su mandato en la fecha prevista. En una palabra, si se dan cuenta del costo sideral que tendremos que pagar los argentinos si los políticos deciden ‘hacer la plancha’ hasta diciembre de 2015.
Es claro que, para construir cualquier proyecto, resulta imprescindible contar con la materia prima del caso, y que casi ningún estamento de nuestra sociedad la tiene. Los pre-candidatos mejor posicionados, porque sólo aspiran a llegar sin importar el precio y sin arriesgarse a decir qué cosas concretas harían si triunfan; los políticos, porque sólo quieren conservar sus canonjías y acomodar a sus allegados; los empresarios, porque dependen tanto del Estado para tener éxito en los negocios que están dispuestos a sacrificar en ese altar a todas las instituciones republicanas; los jueces, porque son incapaces de recurrir a los mecanismos constitucionales para imponer el cumplimiento de sus fallos; los militares, porque han desaparecido como factor de poder y sus aspiraciones se reducen ya a mejorar sus magrísimos salarios y su pobre equipamiento; los maestros –ahora, “trabajadores de la educación”-, porque han perdido la vocación por enseñar; las clases acomodadas, porque su individualismo las ha llevado a abdicar de sus derechos y de sus obligaciones con la sociedad.
Después de ese triste inventario, quedan pocas organizaciones sociales susceptibles de encabezar el cambio que nos permita corregir el rumbo de colisión contra su propia historia que la Argentina está siguiendo hace décadas. Podríamos rescatar, al menos en principio, a dos: la Iglesia, de la mano de S.S. Francisco, y los sindicatos. Sé que estos últimos están altamente cuestionados por su imagen social, pero lo cierto es que sus dirigentes constituyen hoy la única “oligarquía” en términos políticos; saben por qué luchan y asumen su rol, más allá de la corrupción en la que muchos de ellos han caído.
Cuando he discutido el papel de los empresarios, la respuesta casi unánime es que, en la medida en que en nuestro país uno se entera si es rico o pobre por el diario del día siguiente, ya que carecemos de seguridad jurídica y horizontes de previsibilidad, no les queda más remedio que aspirar a los negocios que los burócratas de turno pueden habilitarles. Este razonamiento, o esta excusa, son rigurosamente falsos. Les resulta infinitamente más cómodo y menos riesgoso a nuestros pseudo ‘capitanes de la industria’ contar con un mercado, por muy chiquito que sea que, protegido por el Estado y convertido en un zoológico en el que cazar, les permita producir a cualquier precio y con baja calidad. Contra esa postura, he formulado propuestas concretas, como puede verse en la nota que titulé “Una respetuosa sugerencia a la Unión Industrial” (hacer click en http://tinyurl.com/7a2jgdn); está demás decir que no tuve con ellas éxito alguno.
Pero, volviendo a los “presidenciables” y a su manifiesta incapacidad para asumir el papel que el momento les asigna, la chabacana forma en que la Presidente se dirigió a alguno de los integrantes de la selección nacional de fútbol a su llegada al país después del Mundial, parece que les resulta aplicable. Ante el momento crucial que vive nuestro país, ¿se van a achicar ahora o estarán dispuestos a asumir la responsabilidad con el futuro?; la Historia no será generosa con ellos si no lo hacen ya. Así como Perón y Balbín, además de muchos otros, estuvieron dispuestos a correr a la dictadura del Gral. Lanusse con “La Hora del Pueblo”, hoy mismo deberían reunirse todos los partidos de oposición para exigir e imponer el cambio de rumbo –o de tiempos-, antes de que Argentina choque con el enorme iceberg que tenemos a simple vista.
Sin embargo, aún si eso no se diera, conservo una cierta esperanza en un mañana mejor, y lo hago por dos razones concretas. La primera es que, al contrario de lo que ha sucedido siempre en nuestro país, salvo escasísimas excepciones, las próximas elecciones –cuando quiera que se realicen- no permitirán al próximo presidente contar con un Congreso con mayorías propias y, de allí en más, será necesaria una negociación permanente con la oposición, materia prima indispensable para la cultura política. Se me podrá decir que, con los legisladores que las listas sábanas nos proporcionan, siempre existirá la posibilidad de desenfundar “banelcos”, pero confío, como Jorge Asís, en el tsunami de decencia que acompañará la retirada de los Kirchner. La segunda razón es que quien se siente en el sillón de Rivadavia no dispondrá de fondos ilimitados, como sucedió en esta estirada década, y ello le impedirá ejercer el populismo, que tanto daño le ha hecho a la política y a la sociedad desde hace muchos años.
En cambio, me inquieta enormemente cuán atrás aparece la educación en la lista de preocupaciones y prioridades sociales que enumeran las encuestas más serias. Si la ciudadanía no toma consciencia ya mismo acerca de nuestra decadencia en el único motor de desarrollo con que cuenta la humanidad en este siglo XXI, la brecha que nos separa de las principales economías del mundo continuará creciendo geométricamente, y los cincuenta años actuales se transformarán en un agujero imposible de rellenar. No se trata de ideología, como lo demuestran regímenes tan disímiles como Brasil, China y Ecuador, con sus millares de estudiantes becados en las mejores universidades norteamericanas, sino de mera sensatez.
Si bien, como en muchísimas otros aspectos, carecemos de los ingentes recursos que resultan indispensables para encarar la masiva investigación científica en todos los órdenes, ello no debiera impedirnos recrear la universidad pública que supimos tener y de la cual se enorgullecía toda América Latina; también allí nuestro derrumbe como sociedad es comprobable, ya que ninguna de las argentinas figura en el ranking de las mejores quinientas del mundo. En este campo he realizado propuestas que creí inteligentes –ver “Estúpida Universidad” (clickear en http://tinyurl.com/bx9t7mt)- pero, una vez más, no conseguí ser profeta en mi propia tierra.
El conocimiento, y no las riquezas naturales, es el principal factor para construir el futuro, un futuro que la política sigue negando a los habitantes de esta triste nación. Pero, como es lógico, se requiere que encomendemos la administración de nuestra patria –que debiera ser nuestro bien más preciado-  a verdaderos estadistas, es decir, a aquéllos que, en lugar de las próximas elecciones, piensen en las próximas generaciones; hombres y mujeres que, como materia prima de su carácter, tengan el coraje necesario para encarar este trascendental cambio de rumbo en nuestro destino.
Javier Bonilla
Maduro, Evo, Correa y Mujica, no gravitan
  • Jaime Gutiérrez Góngora, científico, periodista y político costarricense cortó grueso con nuestra banda latina bolivariana, afirmando  que “no son muchos los líderes cultos en América Latina. Esta región es una mantequilla en el ámbito mundial. No cuenta para nada. No se dan ni cuenta de lo que pasa en el mundo y no gravitan!”
    Lamentando que Occidente y en particular América Latina sean indiferentes a la ascensión del islamismo radical, el columnista, entrevistado por el diario paraguayo Abc, va más lejos: “Vivimos de mentiras, sumergidos en corrupciones y encima con analfabetos como líderes".
El cronista centroamericano, conocido propulsor de una profundización de las relaciones entre su país y Panamá (junto con algunas islas aún ligadas a Europa, integrantes del  Caribe civilizado, en oposición al abundante en tiranuelos tropicales y sus aprendices…), en contraste al neomarxismo imperante desde Managua a Montevideo, remata con lo que parece una inmensa verdad: “¡Nadie tiene tiempo de leer historia!”. Y yo agrego: si leyéramos no se nos daría por jugar al antisemitismo, ni siquiera con insostenibles máscaras “humanitarias...
Bueno, si leyéramos historia no habríamos reelegido en toda la América socialistoide, a estos desgobiernos, desde Ortega hasta Mujica, Maduro, Cristina, Evo, Dilma, etc., pues recordaríamos que en materia de populismo -un cáncer dificilísimo de extirpar- segundas o terceras partes (desde Perón y Getulio en los “50) nunca fueron buenas! Si los chilenos leyeran historia, o no la habrían elegido o habrían disuadido a Bachelet de admitir al Partido Comunista en su coalición, y talvez hoy Chle no tendría roces diplomáticos con Israel, como uno de los precios pagos por ello! Si hubieran leído historia, los sectores democráticos del Frente Amplio jamás hubieran permitido la entrada en su seno de tupamaros y -mientras los apoyaron- de 26 de Marzo u otros movimientos ultra, así como, luego de la Perestroika, hubieran corrido a los stalinistas y jamás hubieran hecho una manifestación pro etarra!!!
No!!!!! Si en algo tenía razón Marx…: la historia solo se repite en forma de farsa!!!
La imagen turística y “corporativa” que realmente vendemos como sub continente y como países, no es la que quieren hacernos creer cuatro peligrosos delirantes que comprando notas por el mundo sueñan con un premio Nóbel para el delirante Mujica (como ya lo tuvo la no menos delirante y mentirosa Rigoberto Menchú), un Brasil “Potencia”, con el asesor diplomático de Dilma, Marco Aurelio García destrozando a lo más serio que tuvieron -Itamaraty- o un imperio indigenista tras la saga analfabeta de Evo Morales. Nuestra imagen, para la gente seria,  es algo lastimosa!!!
Ya no es ni como la que tienen las veteranas europeas zurdas en: “Cosas que dejé en La Habana”, o aquellas otras intelectualoides nórdicas que a fines de los 90 querían hacer turismo-aventura en la selva mexicana, a ver si conocían las estrellas a través de algún hombre rudo Zapatista o (hubiera sido el summum!) tocar al Subcomandante Marcos!
Apenas pueden apuntar a la mal encarada liberalización de la marihuana, cuya promesa de “1 gramo por un dólar” queda ahora destrozada por los sesudos cálculos de los vendedores legales en países donde se puede comercializar, según decía hace unas horas el corresponsal estadounidense Will Carless, al menos octuplicando esa cifra, o, a las tales familias sirias, de las que, honestamente, me gustaría saber bastante más…!
Podrán apuntar a algún económico “milagrito ocasional” del tal Evo, hoy día sentado en un mar de litio, estaño, gas y petróleo, sin producir algo con mediano valor intelectual, mientras amenaza sacrificar a los pollos gays y a los caballos “imperialistas” (y no es broma, lo propuso, pidiendo al pueblo que matase a los caballos para andar en llamas!), hablar, vomitando ignorancia de supuestos fondos “buitres” -aunque buitres sean los K, que emitieron deuda para zafar de un default y caen en otro!!- o jugar al Canal de Nicaragua. Todo eso no conquista medio gramo de respetabilidad ni construye a un tercio de líder moderno!
Podrán escudarse en un supuesto humanitarismo más que barato y estigmatizar hasta el cansancio, -haciendo número junto  a los numerosos países islámicos que infelizmente pululan y a algunos dictadorzuelos africanos-, a Israel…
El pretexto es Gaza, ignorando simultáneamente el genocidio verdadero, las decapitaciones, crucifixiones, vejaciones, extorsiones y mutilaciones diarias, que están asolando a Siria, Irak, Nigeria y Malí, en número de víctimas exponencial y escandalosamente mayor, así como los propósitos finales de los antisociales que bañan de sangre al mundo tras la medialuna, sea en Mosul o en las hordas oscurantistas-todas sanguinarias- de Hamás.
Podrán inventar un “nuevo atropello” a la “soberanía” latinoamericana, como cuando pretendieron decir que a uno de los (cinco y nuevos!!!) aviones presidenciales del emperador aymara Evo I –un costoso Dassault 900 Ex/Easy, de 40 millones de dólares-  Europa le  había prohibido el sobrevuelo, según el escándalo que Morales le pidió a Correa que armara, cuando en realidad se habían olvidado de ratificar y extender los planes de vuelo… ¡Y bien caro que nos costó habilitar un Hércules de la FAU para que Mujica fuese a decir idioteces!
Todo eso, pese a los comunicadores (nacionales y extranjeros) poco rigurosos, impresionables, comprables, o a las campañas turísticas y/o de estatales latinoamericanas en los medios condescendientes, no ganan una imagen de respetabilidad, ni de esperanza fundada en algo tangible. No hay excursiones para conocer la chacra de Mujica, ni para escuchar a Evo diciendo disparates, ni tampoco esos personajes que viajan traen negocios reales. Las empresas que venden  verdaderamente  no son exactamente las bolivarianas (y cuando venden, las usan para fines inconfesables, como  a PDVSA). Seguirán siendo Latam, Genexus, Embraer, Avianca, Helibrás, Omnisys, Claro, Gerdau, Techint, Ambev, Braskem , Vivo, Telemar , Grupo Pao de Açucar, Copa, o las tan vituperadas montadoras de autos, las multinacionales malditas, etc.
Eso sí:  les dicen a los sátrapas izquierdosos lo que quieren oír, y estos, que se deslumbran por las candilejas más que las vedettes de quinta les permiten lo que juraban hace 20 años erradicar, y más aún!…
De revolucionarios sesentistas (“esos tipos apurados/que por el 68/querían tomar el poder” decía Belchior…) les quedan los gritos, y los amores irracionales, sean por Cuba, los Castros y el asesino serial Guevara, o por etarras y palestinos. Esto último, los hace impresentables e irrecuperables. Y sin el mínimo peso internacional, a no ser como bufones momentáneos…
Jorge Azar Gómez - Ex representante de Uruguay ante ONU
Soy de derecha y voto a la derecha, ¿qué hay?
Amigos, estuve meditando estos días y debo confesarles que estoy harto de que el gobierno y sus candidatos, hablen de ellos y de nosotros "los de la derecha", o sea los que no pensamos como ellos.
Jamás se me hubiese ocurrido que todo se simplificaría a tal extremo que hay que ser de izquierda o de derecha.
Creía mas bien que el futuro político se desarrollaría entre los que quieren un Uruguay integrado, es decir un Uruguay moderno que atienda los problemas a las generaciones futuras o a un mundo atado a concepciones envejecidas que lo único que traen es mas hambre y marginalidad.
Defensor como soy de la unidad nacional, viviendo justamente esta descomunal batalla ideológica plantada por el gobierno y sus candidatos que significa este interregno entre un viejo y un renovado estilo, que es justamente esta bisagra entre una clase política que agoniza y otra que está naciendo y que lastimosamente hay políticos, gremialistas, religiosos, industriales, comerciantes, militares, periodistas, etc. que se obstinan en desconocerla, siendo uno de los pecados capitales que debemos soportar y que nos servirá de salvavidas de plomo que hemos adquirido si seguimos desconociendo esta realidad.
Veo que estamos viviendo momentos muy desgraciados donde todo está sujeto a un revisionismo peligroso y preocupante. Si vamos a lo profundo de la historia, parece que todos tenían “actitudes todas degradantes”, que si bien no rozan sus condiciones de poseedores de actitudes geniales pero si lastiman su concepción personal a tal punto de que vemos hasta el menoscabo perverso de sus condiciones morales.
Todo esto es una introducción, pero lo que me preocupa es la calificación que hoy se hace de “izquierdistas” o “derechistas”.
Y sobre esto creo que estamos viviendo y viendo en nuestro castigado país un panorama exacto de hechos que se están desarrollando justamente por los que se titulan de izquierda que me permite, al desaprobar su accionar no estar de ese lado, por lo que debo necesariamente pensar que debo pertenecer al otro!!
Es decir, si soy todo lo contrario a lo que se definen los izquierdistas,  pero hoy este predominio casi tiránico y perverso que esta izquierdización está sometiendo al país hace que salga a contrarrestar su execrable accionar. No por lo que representa su pensamiento, sino por la terrible y dantesca presencia en todos los actos de gobierno.
Si se habla y se concreta el resurgimiento y valoración del accionar guerrillero, y si eso es una actitud izquierdista generalizada que yo no comparto, ¿eso es ser de derecha? Pues entonces seré de derecha.
Si rechazar el aborto y estar contra la droga es ser de derecha, nuevamente me pregunto, ¿soy de derecha?
Si por reclamar por nuestro primer derecho humano que es el derecho a la vida que todos los uruguayos perdimos, ¿soy de derecha?
Si por rechazar el sistema educativo perverso que ha impuesto el gobierno, ¿soy de derecha?
Si por denunciar la corrupción que aplasta al pueblo y no se le rinde cuenta de quienes son los culpables, ¿soy de derecha ?
Si por reclamar una jubilación y una vida digna para nuestros ancianos, ¿soy de derecha?
Si querer rendir homenaje a personajes que respeto y rescato que fueron asesinados cruelmente por las hordas guerrilleras que fueron criadas, alentadas y entrenadas en países donde se practicaban las enseñanzas del terrorismo internacional es ser de derecha, reitero, seré de derecha.
Si cree que vi con buenos ojos que un General del Ejército cumpliera una orden del entonces Presidente Vázquez, se suba a un banquito y baje un cuadro de los cuatro soldados asesinados vilmente por el terrorismo tupamaro, hecho que sin duda aplaudió toda la izquierda, y que cuando lo vi me produzco náuseas, ¿eso es ser de derecha?
Aprovecho para decir que semejante hecho humillante no tuvo la contrapartida en la propia fuerza que significara salvar el “honor” de la misma que creo será difícil de restaurar.
Si cree que vi con buenos ojos, cómo una mayoría accidental le doblaba el brazo al pueblo y dejaba sin efecto la "Ley de Caducidad" y que cuando se votó me resultó repugnante ver cómo por el sumiso concepto de "obediencia debida" legisladores del gobierno levantaban sus brazos para votar lo que el Soberano había decidido, ¿eso es ser de derecha?
No quiero seguir abundando en mayores detalles, pero al correr de mi escrito me doy cuenta que:
¡¡Nunca me imaginé que a la altura de mi vida llegara a saber que efectivamente: ¡¡Soy de Derecha!!!!
Yo ya hice mi palinodia, espero que la hagan los asesinos guerrilleros, que creo son de izquierda, ¿o no?
Permítanme hacerme el valiente :
¿Y si soy de Derecha y voto a la derecha, ¿qué hay?
Por último quiero decirles una cosa que creo que no la tienen en cuenta: ¿saben la cantidad de uruguayos que pensamos así y que muchos no se animan a expresarlo por el "terror residual" del que sembraron en los 60 y 70, y que aún ahogan sus palabras?
Ricardo Puglia
Población e Idiomas
La falta de población en el Uruguay tiene repercusiones en todos los niveles de la vida del país, sean económicos, sociales, culturales, etc. La falta de mercado o el reducido tamaño del mismo en cada actividad que se proponga o se desee realizar es un desestímulo a la misma y no tiene aparentemente solución.
Contamos con una superficie terrestre de 176.000 km2 y una población de 3.286.314 habitantes mientras Holanda con 33.800 km2 posee una población de 16.795.000 habitantes, o sea 497 habitantes por km2, Uruguay sólo 18.7 habitantes por km2. Sin embargo, somos el número UNO del mundo en consumo de whisky per cápita, dos en consumo de carne vacuna y veremos en unos años como nos ubicamos con el consumo de marihuana y cocaína.
Somos un país donde la tercera edad es mayoría y los jóvenes que hoy tenemos, algunos se irán y otros pasarán a ser empleados del Estado, jugadores de futbol o narcotraficantes. Los menos serán emprendedores, comerciantes, industriales, empleados de la actividad privada, etc.
Recorrer restoranes, cantinas, bares, pizzerías, espectáculos artísticos luego de las seis de la tarde en invierno es la prueba de la poca oferta a la poca población del país. Quizás en la capital el movimiento sea un poco mayor que en las ciudades y poblados del interior, pero nada espectacular. Muy pocas actividades crecen, mayoritariamente vegetan, y permanecen las inversiones originales como fotografías de otra época. Hay muy poca renovación.
Otoño y primavera suben un poquito y en verano se alcanza en la mayoría de ellas el punto más elevado de actividad. Poco y nada se realizado en las últimas décadas para comenzar a cambiar y modificar esta tendencia vegetativa y deprimente que condena a los uruguayos a un futuro sin casi esperanzas de ser más los que paguen los altos impuestos, de ser más los que produzcan y generen rentas al país y de ser más los ciudadanos que intervengan en las actividades públicas, sea dando su opinión, su hombro solidario, su participación y apoyo.
Otro aspecto destacable del hermoso país que es Holanda y que desde hace muchas décadas ha entendido cuál es su papel en el mundo, son los idiomas. La gran mayoría de los holandeses hablan cuatro o cinco lenguas extranjeras cuando terminan la preparatoria. O sea, a sus dieciocho años, hablan con naturalidad su idioma materno, el alemán, inglés, francés y luego algún otro adicional como el ruso, griego, español, italiano, etc., para comunicarse con el mundo.
Entonces, nos preguntamos, ¿cómo es posible que en el Uruguay no seamos capaces de terminar la preparatoria, al menos, con un excelente nivel idiomático de inglés y portugués?
Inglés porque es el idioma internacional de los negocios y el comodín para hablar con muchas lenguas muy diferentes a la nuestra. Portugués, porque es el idioma de nuestro vecino más importante, la octava economía del mundo con una historia y bagaje cultural enorme que desafía culturalmente en cualquier campo a la cultura grasosa de la porteña ciudad de Buenos Aires y sus enlatados incorporados a la televisión abierta que deleitan a nuestros compatriotas y enriquecen a los dueños de los canales desde hace décadas.
Población e Idiomas son variables que se deben incorporar en el próximo programa de gobierno, y en todos los ámbitos de debate político de cara a las próximas elecciones. Sin población crítica, sin idiomas y con poca cultura seguiremos el camino de países que resaltaremos por algún accidente geográfico o por episodios de violencia no deseados.
Es hora de elaborar programas que contemplen una paulatina mayor población e induzcan a nuestros niños de hoy a ser trilingües al finalizar el bachillerato o equivalente. Así y con otros programas comenzaremos a recorrer el camino del bienestar nacional. 



ADVERTENCIA: Los artículos periodísticos firmados son de la exclusiva responsabilidad de sus autores. La Dirección.












 

 

 

 


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 AGOSTO 2014
PLANETA DE LOS SIMIOS: CONFRONTACIÓN


S.O.S. MUJERES AL MAR


TORTUGAS NINJA


TIERRA DE MARÍA


LÍBRANOS DEL MAL


GUARDIANES DE LA GALAXIA


MR.KAPLAN


SOCIOS POR ACCIDENTE


TODO LO QUE NECESITAS ES AMOR


12 HORAS PARA SOBREVIVIR


ELLA SE VA


A 60 KM/H


IN-ACTIVIDAD PARANORMAL


LA BICICLETA VERDE


TRANSCENDENCE


AVIONES 2
EQUIPO DE RESCATE


BUENOS VECINOS


EL OTRO HIJO


COMO ENTRENAR A TU DRAGÓN 2


JERSEY BOYS


LA TRAVIATA


TRANSFORMERS


LAS NOVIAS DE MIS AMIGOS


TRAS LA PUERTA


MALÉFICA


RIO2


LUNA DE MIEL EN FAMILIA


KHUMBA

 

CINE FRANCÉS
Por primera vez en Uruguay, la Embajada de Francia en Uruguay, Unifrance, LIFE Cinemas y ENEC se unen para ofrecer una muestra de Avant-Premières de Cine Francés, del 28 de agosto al 3 de setiembre en LIFE Cinemas Alfabeta (Barreiro y Berro). 
Siete películas francesas aún no estrenadas en el circuito comercial conforman esta muestra, donde participan films de diversos géneros y temáticas, que reflejan la calidad y madurez de la actual industria del cine en Francia.
Adjuntamos listado de películas.

UN CASTILLO EN ITALIA


JOVEN Y BELLA


VIOLETTE


EL PASADO


ADIÓS A LA REINA


NANNERL, LA HERMANA DE MOZART


UNA DAMA EN PARÍS

 
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