Edición Nro. 1862 - Punta del Este / Uruguay
enfoques 11 de abril de 2014
 
 
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Ricardo Puglia
¿Coderegate?
  • Ante esta situación de gran riesgo para todos los uruguayos provocada por el grupo accionista principal de los tres emprendimientos (Maroñas, Las Piedras y Hotel Carrasco) cuya casa matriz CODERE perdió en 2012 149 millones de euros y en 2013 173 millones, nos preguntamos a cuánto ascienda la deuda de estas empresas con el sistema financiero del Uruguay, con los organismos fiscales (BPS, DGI), DNLQ y los cánones correspondientes. También nos preguntamos cómo es posible que el gobierno del Frente Amplio concentre y monopolice algunos juegos de azar en una sola mano, sabiendo además que es extranjera.
  • Deberá llamarse a sala al titular del Ministerio de Economía y Finanzas y a la Sra. Intendente de Montevideo para que hagan una puesta al día de todas las cifras comprometidas que como sociedad nos puedan afectar de este importante grupo económico español. ¿Qué acciones se van a tomar para proteger el genuino interés de todos los uruguayos, que al igual que el PLUNAGATE, terminamos siempre como últimos pagadores de las andanzas de incompetentes administradores?

CODERE es una compañía multinacional española cuyo negocio es la gestión de terminales de juego, salas de juego, puntos de apuestas,  e hipódromos. CODERE es el mayor operador de salas de bingo en México, el mayor operador del juego en la provincia de Buenos Aires y es el operador líder en otros mercados como Italia, Panamá, Colombia, Brasil y Uruguay.
En Uruguay gestiona el Hipódromo Nacional de Maroñas, las apuestas hípicas, 5 salas de juego con 1.838 terminales y 27 puntos de apuestas. La Administración Batlle, en 2002, adjudicó la concesión de explotación del Hipódromo de Maroñas a Hípica Rioplatense S.A., grupo formado por Sociedad Argentina de Medios S.A. (del Grupo SLI) y CODERE por un periodo de 30 años. La reapertura de Maroñas en 2003 supuso una inversión de 50 millones de dólares.
La Administración Mujica, le otorgó en 2012 la concesión del Hipódromo de Las Piedras y su explotación por un periodo de 30 años.  Suma también a su cartera de actividades el Hotel Casino Carrasco. El 7 de marzo de 2013 fue reinaugurado el Hotel Casino Carrasco cuyo único accionista CARRASCO NOBILE (CN) pertenece mayoritariamente al Grupo CODERE, a quien se le otorgó un permiso de explotación por 30 años. El Tribunal de Cuentas de la República observó en su momento la adjudicación efectuada a CN por la no presentación de la disponibilidad de fondos líquidos para enfrentar la obra. No obstante, el BROU, presidido por Calloia, Perazzo y Vázquez le otorgó un préstamo por 25.000.000 de dólares. En la fiesta de reinauguración estuvieron presentes la Sra. Ana Olivera (IMM) y el presidente de la República en funciones, Danilo Astori.
La familia española Martínez Sampedro es la propietaria del 70% del capital de Codere. Gran parte de su participación accionaria la realizan a través de una sociedad holandesa, Massampe Holding que tiene una deuda de más de 600 millones de euros, por lo que ciertamente no se sabe  cuál es el patrimonio real de la familia una vez descontados los pasivos asumidos.
Codere adeuda 1.100 millones de euros a inversores institucionales a los que no les paga el interés pactado. Los acreedores financieros le propusieron a Codere canjear la deuda impaga por el 82% del capital de la compañía e inyectar 400 millones de euros con el fin de asegurar la viabilidad del grupo. Pero, el presidente del Consejo se negó en rotundo y los Martínez Sampedro abogaron por el preconcurso de acreedores que solicitaron el pasado 3 de enero.
Con la Nueva Ley Concursal española es  preferible la restructuración de la deuda dados los problemas financieros antes que Codere sea declarada en concurso evitando la liquidación (quiebra). Los acreedores sostienen que la capitalización de la deuda –canjear los préstamos o los bonos por las acciones- permite proteger los empleos y mantener el valor del negocio.
Sin embargo, el Consejo de Administración del grupo propuso a sus acreedores trasladar a diciembre de 2019 el periodo de carencia de intereses de los bonos emitidos en euros y dólares, además de incluir los cupones impagos en el principal refinanciado o alternativamente una quita del 50% mediante la conversión de los bonos existentes en un nuevo bono de 250 millones de euros, con intereses pagaderos en efectivo del 8%  y con vencimiento en junio de 2019.
Ante esta situación de gran riesgo para todos los uruguayos provocada por el grupo accionista principal de los tres emprendimientos (Maroñas, Las Piedras y Hotel Carrasco) cuya casa matriz CODERE perdió en 2012 149 millones de euros y en 2013 173 millones, nos preguntamos a cuánto ascienda la deuda de estas empresas con el sistema financiero del Uruguay, con los organismos fiscales (BPS, DGI), DNLQ y los cánones correspondientes. También nos preguntamos cómo es posible que el gobierno del Frente Amplio concentre y monopolice algunos juegos de azar en una sola mano, sabiendo además que es extranjera.
Deberá llamarse a sala al titular del Ministerio de Economía y Finanzas y a la Sra. Intendente de Montevideo para que hagan una puesta al día de todas las cifras comprometidas que como sociedad nos puedan afectar de este importante grupo económico español. ¿Qué acciones se van a tomar para proteger el genuino interés de todos los uruguayos, que al igual que el PLUNAGATE, terminamos siempre como últimos pagadores de las andanzas de incompetentes administradores?

Agustín Tajes
Bajamos el 5 de oro

Estamos entrando en la recta final del proceso electoral, ya que en un par de meses estaremos votando en las internas de los diferentes partidos y en unos 6 meses lo haremos para elegir un nuevo parlamento y, a la vez, un nuevo Presidente, aunque es muy probable que tengamos que esperar a noviembre para que eso se defina en una segunda vuelta.
En ese contexto, es normal que las chispas salten y que mientras la oposición trata de sacar réditos de los errores y metidas de pata del gobierno, éste, por su lado, trata de mostrar sus “logros”, los que, por cierto, han sido muy pocos para 10 años de mandato con mayorías parlamentarias propias, que le han permitido aprobar todas sus iniciativas. Entre ellas, ha habido una importante cantidad de macanas e inconstitucionalidades, que, gracias a su soberbia, que nunca le permitió aceptar observaciones ni discrepancias, no tienen a quién culpar y deben asumir plenamente el 100% de la responsabilidad.
Todos sabemos, que en estos 10 años, la situación económica mundial fue excepcionalmente favorable y eso le permitió a nuestro país – a pesar del gobierno – crecer a tasas sostenidas que no se veían desde la segunda mitad de los años 70, donde hubo un crecimiento sostenido de un 8 o 9% a lo largo de unos 8 o 9 años. Esto, con la diferencia que entonces, con una visión de futuro, se invirtió en obras de infraestructura para el desarrollo, que hasta el día de hoy, son el principal sostén de la energía, la conectividad con Argentina, del entramado vial para sacar la producción del interior, el desarrollo de las comunicaciones, etc. mientras que en este decenio no sólo se despilfarró la mayor cantidad de recursos de la historia, sino que ya casi triplicamos la deuda de 2004 y el Estado ha vuelto a adquirir dimensiones mastodónticas, que hacen – proporcionalmente - del costo país, uno de los más caros del mundo.
Y, como dicen los americanos, no hay almuerzo gratis (no free lunch) esto ha comenzado a pegar bastante duro en el bolsillo de cada uruguayo, en el momento que el viento de cola ha dejado de soplar y hay que empezar a pagar un almuerzo carísimo.
Una de las formas más dolorosas de ese costo, es la altísima inflación que venimos sufriendo desde hace ya varios años, que el gobierno va maquillando, al estilo del INDEC argentino, aunque a la uruguaya, es decir, más cínicamente.
En especial, el año anterior y éste que pasó, cuando el aumento del IPC llegó a tocar el 10%, cifra que dispara una serie de gatillos, como ser el salarial y la suba de los bonos de deuda en pesos indexados, se mandan unas maniobras diversionarias con la tarifa de UTE de diciembre – que por supuesto recuperan con la suba de enero – y nos cuentan muy satisfechos que la inflación anual bajó dos puntos. Es muy fuerte, como dicen ahora, por    que es tratarnos de estúpidos.
Claro que el Pepe – el “Presidente más pobre” – no va a al supermercado, ni a la feria (salvo que haya que mostrar algo a los medios extranjeros) porque come en Presidencia, o en Anchorena, o en los boliches a los que va con su custodia, a menudo. Pero si lo hiciera, vería que hoy los quesos más o menos comibles, cuestan de 250 pesos para arriba, un pan flauta 35, los fiambres medianamente buenos más de 300, los derivados de la harina (pastas, masas de empanada o tartas, bizcochos, etc.) un disparate, las bebidas refrescantes y el agua mineral se han convertido en un lujo y la leche y sus derivados – que nos aconsejan darle a nuestros niños – cada día más caras y, para aquellos que tienen un auto, o un vehículo para su trabajo, la nafta vale más de 44 pesos.
Por otro lado, los alquileres han seguido subiendo, pese a que nos cuentan que han dado miles de soluciones habitacionales y no hay un monoambiente por menos de 8 o 9 mil pesos, que es lo que está fijado como línea de pobreza, mientras nos cuentan que ya no tenemos casi pobres ni indigentes.
Y eso Sr. Presidente, para los que ganan un salario bajo, es la inflación real, porque esa gente, que es más de la mitad del país, no toma etiqueta negra, ni anda en autos de alta gama, ni usa perfumes con nombre de modistos de fama mundial, que son las cosas que tal vez no suban en la proporción de aquellas básicas y esenciales para la subsistencia de las familias, pero que sirven al gobierno para lograr un promedio, que llaman IPC, relativamente controlado.
Como a pesar de todas las maniobras, el descontrol de la inflación fue demasiado notorio, como de costumbre, salieron a difundir un plan de combate a la inflación, que ya no cree nadie, porque, los precios en vez de bajar, siguen subiendo.
Entre las medidas que publicitaron, está un acuerdo de precios baratos (algo así como el asado del Pepe) con los supermercados, al estilo de los “precios cuidados” de Kristina y la rebaja del 5 de oro. No se puede creer.
Recuerdo cuando Paquito Bustos venía al 18 de julio a representar aquellas comedias tan graciosas que transmitía Arenas por Radio Sport y que terminaban con “y con esto y un bizcocho, hasta mañana a las 8”.  Entre esas obras, la que más ha quedado en mi memoria, ha sido “Ya tiene comisario el pueblo”  y un pasaje, en donde uno de los guardiaciviles que iba a la pulpería le decía al pulpero: “manda decir el comisario, que siga apuntaaaando, apuntaaaando”. El Pepe es igualito a aquel comisario y, si no fuera para llorar, también esto sería un sainete.

Carlos Asecas
Legado progresista

Desde la fundación de nuestra patria, ningún gobierno tuvo como meta la destrucción de nuestro país. No me refiero a una destrucción material, sino desde el punto de vista social. Estos dos últimos gobiernos del Frente Amplio se lo propusieron, y en parte lo han logrado, imponiendo su lema: “la lucha de clases”, y mediante la hábil mentira y su  forma de comportarse, han provocado una estigmatización en las distintas clases sociales. Lo que no pudieron lograr con el uso de las armas, lo hicieron aprovechándose de las debilidades que tiene la democracia que les permitió acceder al poder.
Han impuesto que ya no importan los valores, el respeto, la educación, el esfuerzo para superarse, el estudio como forma de progreso, etc. Es mal visto que alguien posea un auto, una casa, y si la tiene lo consiguió con seguridad de forma fraudulenta. Si vive en Pocitos, El Prado o en Carrasco, es un “cajetilla” y merece ser odiado. Habría que preguntarle a su candidato, el Dr. Tabaré Vázquez, por qué se mudó de un barrio obrero (La Teja) a un barrio de cajetillas (El Prado).
Esto mismo lo podemos ver cruzando el Río de la Plata. La misma situación se repite allí y al igual que acá, la culpa de los problemas la tienen los otros. El gobierno no tiene responsabilidad en la inseguridad, la mala educación y la pésima atención en la salud. Como muchas veces se dice: “cuando Argentina estornuda, en Uruguay nos resfriamos”. Esto viene a referencia de los recientes casos de linchamientos sucedidos en Argentina.
La presidenta, en su discurso, dice que se ha vuelto a la barbarie, pero no dice que esto es consecuencia de su ineptitud en brindarle seguridad a la población.

No se justifica que la gente haga justicia por mano propia, pero llega un momento en que la situación está tan desbordada, que la gente no tiene otra solución para sentirse seguro. No hay derecho a que un ciudadano con mucho esfuerzo y trabajo acceda a ciertos bienes materiales, para que un grupo de atorrantes y vagos, que muchas veces son beneficiarios del Mides, se lo apropien y todavía lo maten.
El mal ejemplo, dado desde el propio presidente que en su principio robó, asesinó y secuestró, se ha convertido en un modelo para muchos. Con su forma de comportarse muchos consideran que está bien ser desprolijo, irrespetuoso, atorrantear, reclamar derechos pero no obligaciones, apropiarse de lo ajeno, etc.
Basta con caminar por la ciudad, para comprobar la destrucción social que han hecho: basura por todos lados, gente durmiendo en cualquier lugar, vecinos que matan a a otros porque les molestó algo, agentes policiales apedreados al entrar a diferentes barrios.
Nuestro país se ha convertido en una cloaca. Los buenos uruguayos no nos acostumbramos a esto. Ellos sí, pues durante años vivieron dentro de las pluviales, a las que pertenecen.

Jorge Azar Gómez - Ex representante de Uruguay ante ONU
Operaciones abuso y abuso de poder

Se van a cumplir 43 años de la fuga de los Tupamaros del Penal de Punta Carretas. En la madrugada del lunes 6 de setiembre de 1971, un centenar de terroristas presos en la penitenciaría de Punta Carretas, que era por entonces la cárcel de máxima seguridad del país, lograron fugar de la Justicia a través de un túnel de unos 45 metros, pacientemente construido, que unía a la celda 73 de la enorme edificación -que poseía 400 celdas- con una residencia situada frente al establecimiento, en Solano García, previamente copada por los tupamaros, en una operación planificada hasta en sus mínimos detalles.
En esta penitenciaría estaban presos los más importantes terroristas  del Movimiento de Liberación Nacional, Tupamaros, (MLN-T), surgido en la mitad de la década de 1960 en plena democrácia , como Raúl Sendic, e integrantes de otros grupos guerrilleros menores.
En las primeras horas del 6 de setiembre se concretó la “operación abuso”, y lograron recuperar su libertad un centenar de tupamaros, entre los que se encontraban el actual presidente José Mujica, y su ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro; tres militantes del FARO, tres de la OPR 33, y cinco presos comunes, que colaboraron en aquella excavación.
Los guerrilleros ocupaban 95 de las celdas de aquel complejo carcelario, situado en las manzanas que hoy ocupa Punta Carretas Shopping Center. En una carrera desenfrenada de amenzas y algunos crímenes , los actuales integrantes del gobierno , concretaron su primera “operación abuso”
Hace pocos días vimos a Mujica, en el lugar de los hechos, explicar a un cineasta como se elaboró dicha fuga; seguro no le contó cómo fueron amenazados los guardias y cómo murieron otros.
Casi 43 años después, los mismos “actores” concretan la segunda “operación abuso”, pero esta vez es la “operación abuso de poder”.
En ella varios integrantes han pasado por el juzgado y otro están construyendo otro "túnel legal" para escapar de la Justicia.
Mientras tanto el gobierno intenta licuar y maquillar la corrupción, a tal punto que vimos por primera vez en las puertas de un Juzgado festejar un procesamiento y hacer caravanas acompañando a los procesados a Jefatura.
Al ver esas imágenes, a muchos, incluido el presidente, el futuro se hizo presente; para el pueblo, esto será pasado y habrá un nuevo futuro; lo que es muy bueno, porque es el fin de la agonía presente y de un próspero futuro por venir.
Tenía que pasar y es bueno que haya pasado, más allá de los que resulten perjudicados.
Es bueno porque quienes han negado la realidad ahora les pegará en la cara, cual último aviso. Es bueno porque desnuda la hipocresía, de los que han disfrazado la verdad con análisis y elucubraciones académicas, el dolor del cambio los enterrará de por vida.
Es bueno porque los responsables, acabarán de tejer la red de mentiras que los va a estrangular. Es bueno porque precipitará el inevitable fin de esta prolongada agonía.
Es bueno porque sea de esta manera o de otra, el fin era el mismo y cuando antes pase lo que tiene que pasar mejor, menos destrucción, menos perjudicados quedarán en el camino.
Será bueno que el trabajo sucio lo hagan los carroñeros y paguen por ello, es una constante histórica que los gobiernos sublevados y ensoberbecidos lo primero que destruyen es lo que más necesitan, en este caso a los que los mantienen sin hacer nada para que los voten.
Será bueno comprobar una vez más que no hay mal, que por bien no venga. Lo primero que ardió en la París del Terror, la miseria y el hambre, fueron panaderías y carnicerías.
Todos los gobiernos progresistas, cuando se ven caer, lo primero que comen es a sus propias cabezas, y no les importa si son cabezas pensantes o si son de encefalograma plano.

Alberto Medina Méndez
El arte de posponer

Los políticos contemporáneos se han esforzado en desarrollar cierta envidiable habilidad que les permite no resolver problema alguno pero siempre bajo la premisa de conservar intacto su poder.
Muchas veces no tienen las soluciones a mano, no saben muy bien qué hacer al respecto, no disponen de plan alguno, ni mucho menos de alternativas para seleccionar, no tienen tampoco ideas demasiado creativas para poder aplicar con algún criterio a esa secuencia interminable de inconvenientes que la sociedad identifica con total claridad y que son parte del paisaje.
Es justo decir, que no siempre se trata de eso, sino que muchas veces es simplemente la deliberada decisión de no hacer lo correcto, ni lo necesario siquiera, ya que un eventual intento de recorrer ese sendero, podría significar para ese sector político, perder demasiados adeptos y hasta espantar a los potenciales votantes, y de ese modo socavar los pilares centrales de su poder real, poniendo en riesgo su esmerado respaldo popular.
En ambos casos, ya sea porque las ideas son escasas o cuando deciden expresamente no aplicarlas, es demasiado evidente que se ven motivados, empujados e incentivados a desplegar su ingenio al máximo, ese que solo utilizan en casos extremos como estos, para hacer lo que en realidad mejor saben, es decir, postergarlo todo.
Los dirigentes políticos y la sociedad tienen mucho en común. De hecho, se parecen bastante en situaciones como estas. Ninguno quiere sufrir las consecuencias negativas de enfrentar los verdaderos dilemas que parecen preocuparlos. Aunque por diferentes motivos, tanto unos como otros, prefieren gozar de los tangibles y elocuentes beneficios del corto plazo y hacerse los distraídos para pasarla mejor.
Los políticos saben que prorrogar los nefastos impactos que irremediable se plantearán, les ahorra innumerables dolores de cabeza en el presente. Ellos tienen la ingenua esperanza de que los inconvenientes no se notarán demasiado en lo inmediato y que todo lo malo recaerá finalmente en "otro" periodo de gobierno, en el siguiente, o inclusive porque no en alguno más lejano aún.
La sociedad también tiene una ilusión bastante parecida, aunque igualmente cándida. Son muchos los que creen que si el efecto nocivo no aparece pronto, tal vez, con algo de suerte, termine diluyéndose lentamente y nadie tome nota de lo que ha ocurrido, como si los hechos pudieran evaporarse casi mágicamente.
Pese al deseable optimismo que se pretenda ostentar, la realidad siempre se impone y se ocupa inexorablemente de hacerse notar lo suficiente. Los problemas solo desaparecen en serio, cuando son resueltos con criterio, y las más de las veces, si no se toman medidas adecuadas a su debido tiempo, sus consecuencias son absolutamente indisimulables y se presentarán, mas tarde o más temprano, con mayor contundencia y ferocidad.
Toda esta dinámica solo muestra la escasa sagacidad de una sociedad que se cree muy inteligente pero que peca de infantil. A su lado progresa y evoluciona una clase política equivalente, que se corresponde con lo que percibe, pero que le agrega a sus componentes naturales, esa imprescindible cuota de perversidad manipuladora que la caracteriza y la distingue sin disimulo.
Postergar el impacto de los problemas, no resulta un acto demasiado racional. Es en vano intentar esquivarlos, no vale la pena prodigarse en la inmensa e interminable tarea de eludirlos, pero por sobre todas las cosas, no habla nada bien de una sociedad que definitivamente muestra más cobardía que coraje. Rige en este ruin esquema la absurda moral de no asumir con hidalguía los propios errores, para suponer luego que el presente es producto de una mera casualidad y no la irremediable consecuencia de la suma de los desaciertos del pasado.
El círculo vicioso está haciendo su parte. Nada hace pensar que pueda interrumpirse pronto. Una dirigencia política irresponsable, que vive de la coyuntura, que hace una gimnasia casi profesional de sus hábitos y rutinas, que se ocupa de no hacer lo adecuado y pone la totalidad de sus energías en engañar a la gente, ha decidido seguir sus propios pasos y no modificar ni su accionar ni su estilo ya conocido.
Del otro lado del mostrador, están los partícipes necesarios de esta farsa, los ciudadanos, que son funcionales a esta parodia montada. Ellos también hacen su tarea para que el presente no cambie el rumbo. Sin esa actitud nada de lo que sucede sería posible.
Mientras tanto los problemas gozan de buena salud. Nadie se ocupa en serio de ellos. La leyenda sostenida por unos y repetida por otros, dirá que nada ocurre, que no sucederá ningún hecho relevante, que la vida continuará sin consecuencia alguna y que una mañana al despertar cuando todo ya sea inocultable, solo habrá que buscar culpables a quienes responsabilizar de lo que pudiera estar pasando.
Los problemas están ahí, a la vista de quien quiera observarlos, son demasiado evidentes y ni siquiera tienen interés propio en ocultarse. Los discute la gente a diario, se queja la sociedad casi cotidianamente. Después de todo, los políticos están allí, firmes en su postura, siempre dispuestos a aportar en la línea habitual, a colaborar con su histórica tradición, a amplificar lo que mejor hacen, el arte de posponer.

Enrique Guillermo Avogadro
Desgranada Sociedad
  • “La marcha convocada por Leopoldo López, más que abrir un agujero a la dirigencia, muestra una respuesta de buena parte de la sociedad que no aguanta más el lento reaccionar de los jefes, que aún piensan que estamos en la vieja democracia” Nelson Bocaranda

El martes pasado comencé a conducir un ciclo de televisión, “Un país diferente”, que podrá verse cada semana en www.canaltlv1.com. Pretendo que se transforme en un ámbito en el cual se discutan los temas más importantes para el futuro de la Argentina. Para la primera emisión invité al Ing. Emilio Apud, integrante del grupo de los ochos secretarios de energía; conversamos sobre la situación del mercado, a raíz de la quita de subsidios, y de las perspectivas mediatas en materia energética . Si tiene interés, puede ver ese primer programa pinchando en https://www.youtube.com/watch?v=2C-9t8hI0SU&list=UUgF9ahMxHViwYu-wF8OD0Dw. El 8 de abril me acompañarán Julio Bárbaro y Ricardo López Murphy, y el 15 Agustín Monteverde.
La inseguridad, primera en las preocupaciones de los ciudadanos, copó los titulares de la mano de los más de doce linchamientos –uno se transformó en asesinato- que, pese a ser relativamente usuales en los últimos meses, adquirieron visibilidad cuando la escena se trasladó a un barrio de Buenos Aires, cercano al centro de la ciudad. No voy a explayarme sobre el particular (sólo mencionaré la edad de los “ajusticiados” que, cuando llegó el kirchnerismo, tenían diez a doce años), ya que de ello se han ocupado pensadores, funcionarios, periodistas y compatriotas de a pie; pero voy a recordar una respuesta de Borges cuando un periodista malintencionado le preguntó en Europa si en la Argentina había caníbales: “no, ya no; nos los comimos a todos”.
Se ha hablado mucho de la ausencia del Estado; algo realmente sorprendente en una Argentina donde éste ha tomado un rol preponderante en montones de actividades que le hubieran debido resultar ajenas: el fútbol, Tecnópolis, Aerolíneas Argentinas y hasta el mercado de telefonía celular, entre muchas más. Es claro que, dada que su capacidad de presencia eficiente no es infinita, ha dejado de ocuparse de otros asuntos que sí le son propios y esenciales: salud, vivienda, educación, seguridad, defensa y justicia; de todos estos temas, los ciudadanos con capacidad para hacerlo afrontan el doble costo -el primero, los impuestos- de proveerse privadamente.
Lo curioso es que la Presidente se comporta, frente a una sociedad yaciente y desgranada, como si recién hubiera llegado al poder, olvidando que los miembros de su familia llevan once años sentados en el sillón de Rivadavia; pretender, todavía, que los Kirchner no tuvieron nada que ver con los actuales niveles de pobreza e indigencia, el deterioro de la enseñanza y, sobre todo, el grave desgarramiento del tejido social de la Argentina es, como mínimo, hipócrita. Doña Cristina debiera tener más respeto por sus conciudadanos, no súbditos, cuando exagera la frecuencia de la cadena nacional para hablar de pavadas, mientras manda al Coqui Capitanich a “relatar” la realidad, es decir, a intentar convencernos de que no es lo que es, o viceversa.
Un hecho que, a pesar de cuanto muestra sobre la forma en que se conducen tanto las relaciones exteriores como el “capitalismo de amigos” en esta época, no deja de ser cómico, fue el decreto de quiebra de la empresa que, en teoría, fabricaba cosechadoras y había vendido, en versión oficial, dieciocho unidades durante la visita presidencial a Angola y que, en realidad, no era más que una gran estafa. Ahora resulta aún más insolita la rara movida de Patotín y el entusiasmo de doña Cristina en Luanda, cuando llegó al extremo de aletear desde el atril. Incluyo este comentario porque, en estos días, parece más probable la teoría que esbocé en una nota que escribí entonces, a la que titulé “¿Son eternos los diamantes?”, que puede verse clickeando en http://egavogadro.blogspot.com.ar/2012/05/son-eternos-los-diamantes.html, básicamente porque no hay más explicaciones racionales para la visita.
La conmoción producida por la auto-denuncia de British Petroleum (BP) ante el mercado de valores (SEC) de Nueva York, por haber pagado coimas en la Argentina, alcanza al Portugués Das Neves, ex Gobernador hoy militante del massismo, y a funcionarios nacionales de primer nivel, como el incombustible Ministro de inexistente Planeamiento, Julio De Cobrado, y a varios de sus segundos, encabezados por Daniel Cameron, el Secretario de Energía; en algún momento, , las compras de gas de Enarsa y los contratos de Bridas con Chubut, de Timba López con Petrobras, de Chevron y Apache con YPF, y del Gobierno con Repsol, guardados siete llaves, verán la luz y exhibirán el inmundo hedor de uno de los costados más graves de la monstruosa corrupción de esta década.  
La falta de recursos del Gobierno ha congelado el monto de los planes sociales y de las jubilaciones, y los damnificados engrosan cada día las filas de los descontentos con el “modelo”, que se manifestarán en el único lugar en que su protesta puede adquirir visibilidad, la calle. Ante la segura inacción de las policías, descontentas por la marcha atrás en los aumentos concedidos bajo presión en diciembre, por las permanentes purgas e inficionadas por la corrupción y el narcotráfico, sólo le quedará a la señora Presidente el recurso de la Gendarmería, muy bien equipada y pagada, pero insuficiente en número para controlar el escenario en todo el país.
Habrá llegado así la hora del Tte. Gral. Milani, cuyo concurso resultará esencial para ese objetivo; resta saber qué sucederá si, como presumo, las bases –los oficiales con mando de tropa- no acatan las órdenes de represión de la rebelión social, sobre todo porque saben que, en el futuro, serán encarcelados por ello, aún cuando se dicten leyes y decretos que lo habiliten. La existencia de mil seiscientos camaradas presos, muchos de ellos sin condena y, casi todos, ya en edad provecta y muy enfermos, actuará como fuerte disuasivo para la obediencia reglamentaria.
El “modelo”, hoy en manos de los imberbes de La Cámpora, está haciendo agua en el imaginario de todo el universo social, pero con una marcada incidencia en los sectores más humildes, tradicional base electoral del PJ; pretender, entonces, que reuniones de figurones piantavotos –como las que están haciendo bajo el control del Chino Zannini- consiga restaurar los daños producidos en esa cadena de poder y reunifique al partido bajo autoridades groucho-marxistas, no pasa de ser una ilusión, como tantas otras en las cuales creyó la familia imperial a lo largo de su prolongado período.
Resulta razonable pensar, como muchos, que es preferible esperar hasta diciembre de 2015, sin hacer olas que pudieran presentarse como excusa para la fuga con honor y, de ese modo llegar, hasta lograr que las muchas bombas de tiempo que el kirchnerismo ha plantado estallen. Sin embargo, viendo cuantos inversores están aguardando un cambio de gobierno para traer sus dólares, a esta altura tan necesarios como el oxígeno mismo, me pregunto por qué hacer que los ciudadanos, sobre todo los más indefensos, sufran tanto, y permitir que los delincuentes que han asaltado el poder dispongan de tiempo para poner a buen recaudo sus bienes mal habidos.
El cambio de percepción de los mercados sería muy rápido y se generaría trabajo y riqueza. Argentina tiene enormes posibilidades de desarrollo, pero sólo se transformarán en realidades cuando este régimen haya terminado y el respeto a la ley y la Justicia independiente dejen de ser una utopía. Continúo sosteniendo que, para ello, deben utilizarse todos los mecanismos previstos en la Constitución Nacional para destituir a los mandatarios, y no acompañaría un golpe de estado salvo, como dijo el Gral. San Martín: “cuando la Patria está en peligro, todo está permitido menos dejarla perecer”.




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